La granja en la que murió una yegua ya fue denunciada hace dos años

Sólo hacía falta darse un paseo por las inmediaciones de la finca de caballos de Torre Cardela para percibir el estado de abandono y de malnutrición de los animales. Su situación era tan precaria que corrían el riesgo de morir en pocas horas si no eran atendidos. Así describen desde la Asociación Granadina de Criadores de Caballos la situación en la que se encontraban en 2008 los animales de la finca en la que hace unos días moría una yegua tras agonizar durante seis días.

La situación fue entonces denunciada y llegó a los juzgados, que determinaron que la sanción pertinente para el propietario de la finca fuera de 30 euros. La tenue multa indignó a la asociación, que se pregunta por qué entonces la Oficina Comarcal Agraria (OCA) de Iznalloz inmovilizó la finca pero no se hizo cargo de los animales impidiendo así que volviera a repetirse la situación. Y es que, pese a que en un primer momento el Ayuntamiento decidió quedarse con los animales, luego volvieron a manos del propietario, y la historia volvió a repetirse.

"En una situación de crisis como la que atravesamos es difícil mantener una explotación que se dedica a la compra y venta de caballos, máxime teniendo en cuenta que esta inmovilizada y que el propietario no podía meter ni sacar caballos", explica Lola Enríquez Salmerón, presidenta de la Asociación Granadina de Criadores de Caballos, quien recuerda que los equinos presentaban pliegues cutáneos (síntoma inequívoco de deshidratación), tenían poca masa muscular en la región glútea y las costillas prominentes.

Habitualmente un caballo pesa unos 500 kilos y algunos de estos ejemplares no llegaban a los 400. "La pérdida de un 20-30% del peso corporal normal de estos animales es incompatible con la vida", explica Lola Enríquez.

La situación de esta granja de Torre Cardela salió a la luz el pasado miércoles. Fue entonces cuando se supo que la Guardia Civil había puesto a disposición judicial como imputado al propietario de la finca por un supuesto delito relativo a la protección de flora y fauna y animales domésticos por maltrato animal después de que uno de sus caballos muriera tras varios dias de agonía sin que recibiera ningún tipo de ayuda.

El animal era una yegua que había sufrido un parto prematuro y a la que, durante los seis días que al parecer estuvo agonizando no le habían retirado ni la placenta ni al potro, que tampoco superó el parto.