sierra nevada, paisaje y paisanaje

Antonio J. Ramos Lafuente, un guía de 'altura'

  • Forma parte del equipo de guías-intérpretes del parque nacional

  • Se siente afortunado por trabajar en Sierra Nevada, donde une vocación y profesión

No sé si podemos definir a Antonio J. Ramos Lafuente como un montañero historiador o como un historiador montañero. Su afición por la montaña le llevó a participar en diversas escaladas internacionales y su pasión por la Historia, por las historias que hay detrás de cada paisaje, le convierte en un guía de lujo por cualquier parte de la Sierra. Lleva casi 30 años de experiencia como guía, participando en diversas campañas promovidas por la Diputación y diversos ayuntamientos de nuestra provincia. Trabaja como guía-intérprete del Parque Nacional de Sierra Nevada desde su creación en 1999 y está especializado en Recursos Naturales y Paisajísticos.

-¿Qué eres más guía o más intérprete?

-Me gusta más la palabra guía porque lo veo como un concepto más amplio, el intérprete traduce lo que ve y lo hace asimilable para el receptor, el guía además marca el camino, da un punto de seguridad al grupo, asume la responsabilidad de la actividad y soluciona cualquier imprevisto.

-¿Lo tuyo es más profesión o vocación?

-Vocación, es un regalo que te guste la Sierra y además tengas la oportunidad de recorrerla casi a diario y enseñarla. Un compañero, Fernando Castellón, decía: ¡Y que nos paguen por esto!

-¿Qué piensa la gente cuando dices que trabajas en la Sierra?

-Algunos confunden la Sierra con la estación de esquí pero cuando saben cuál es mi trabajo piensan que soy un afortunado por dos razones: por trabajar en la Sierra en plena naturaleza y por trabajar en lo que me gusta. Y tienen razón.

-¿Quién cuenta más historias, las piedras, las plantas, los animales?

-Las piedras cuentan historias antiguas y las plantas y animales nos hablan de problemas creados por el ser humano. Pero una de mis fuentes principales de alimentación de historias son las personas mayores de los pueblos de las que he aprendido y sigo aprendiendo cosas muy interesantes.

-¿Qué prefieren los visitantes, historias o leyendas?

-Las leyendas son más atractivas y es un buen recurso apoyarse en ellas para contar la Historia. Sierra nevada es una 'montaña de leyendas', algunas genuinamente serranas como la del Cerro del Tesoro, la de la escoba del diablo, o las ambientadas en las lagunas de Bacares y de Las Yeguas.

-El paisaje de la alta montaña, ¿es bien interpretado por los visitantes?

-Cada vez más las personas que suben a la Sierra la conocen pero para una gran parte es muy desconocida, por ejemplo echan de menos bosques a 3.000 metros, (piensan que es un terreno que se ha deforestado), todos los pájaros que observan creen que son gorriones y cuando hablas de glaciares a veces te miran como si estuvieras loco. Te lo ilustro con un ejemplo. En ocasiones nos han preguntado que por qué no hacemos algo para quitar los 'ratones' que hay en los refugios. Casi nadie sabe que son topillos nivales, también conocidos como neverones, una especie que podemos considerar como 'refugiados' de la época glaciar que tienen en Sierra Nevada su residencia más al sur y las citas a mayor cota de la Península que viven entre pedregales, muchos meses bajo la nieve.

-¿Tienen los visitantes de Sierra Nevada un comportamiento responsable? Si desde el parque se hace una campaña informativa al respecto será porque hay algún problema.

-Cada vez hay más gente sensibilizada con el respeto y protección de la Naturaleza pero también hay que tener en cuenta que cada vez son más numerosas las personas que visitan Sierra Nevada con lo que los comportamientos negativos son fácilmente observables. Una cosa que me llama la atención es que los que se consideran montañeros acusan a los que ellos consideran domingueros de dejar basura por todos sitios y en pleno invierno hay quien deja basura en los refugios de alta montaña y allí en invierno solo llegan "montañeros"… En el parque estamos haciendo una campaña informativa continua de comportamiento responsable que incluye además mensajes como por qué no hay que dar de comer a los animales silvestres o la razón de prohibir el baño en las lagunas por el impacto que tiene para esos ecosistemas tan frágiles y vulnerables. En general la gente ve de manera positiva este tipo de campañas.

-¿Has observado cambios en Sierra Nevada en estos 20 años de trabajo?

-Ha cambiado bastante y parece que se nos olvida. Si miramos hacia atrás, los que tenemos cierta edad, nos podemos acordar de los ríos llenos de vertederos de basura, la carretera que atravesaba la Sierra llena de coches y personas bañándose en las lagunas. Ahora se observa bastante más conocimiento y conciencia sobre la necesidad de su conservación. También hay muchos más visitantes, el senderismo y la bicicleta de montaña están de moda, ahora, en verano, es casi imposible estar sólo en la cumbre del Mulhacén.

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