El plan para hallar caladeros de gambas rojas no da frutos

La experiencia desarrollada por la Cofradía de Pescadores de Motril para la pesca de gamba roja en el litoral granadino no ha rendido los frutos esperados, pues no se ha constatado la existencia de un caladero de este crustáceo. No obstante, se está a la espera de un informe que recogerá los resultados de la acción piloto, que como aspecto positivo ha arrojado el descubrimiento de nuevas especies que se pueden comercializar.

El proyectose desarrolló durante el verano de 2008 a petición de la Cofradía, con un presupuesto superior al millón de euros, financiados por Ministerio de Agricultura y Pesca y CajaGranada, con aportaciones de la Junta y la Unión Europea. Durante cien días no consecutivos, cuatro barcos recorrieron el litoral granadino en busca de un caladero de este preciado producto, que de haber aparecido en cantidad suficiente hubiera supuesto una buena alternativa para el alicaído sector.

La experiencia, que llegó a su fin en octubre, se realizó bajo la supervisión del Instituto Español de Oceanografía, organismo que aún debe hacer público el informe oficial sobre sus resultados. Sin embargo, responsables de la Cofradía explicaron que no se alcanzaron los objetivos deseados, consistentes en crear un nuevo caladero que iría desde los 500 hasta los 800 metros de profundidad.

Cada embarcación estuvo acompañada de un científico observador, encargado de emitir informes diarios sobre las técnicas empleadas y las especies capturadas. Y si bien los resultados no fueron los esperados en cuanto a la pesca de gamba roja y otros mariscos, el dato positivo es la aparición de pescados como la brótola o el lobo, que tendrían buenas posibilidades de comercialización. Sin embargo, todo depende del informe definitivo del Instituto de Oceanografía.

Por otra parte, la Cofradía de Pescadores está a la espera de que se materialice otro proyecto destinado a diversificar su actividad, centrado en la explotación de cinco parcelas mejilloneras en el litoral granadino, que ocuparán una superficie total de 140 hectáreas. Una de ellas se situará frente a Cerro Gordo, dos frente a la Punta de la Mona y otras dos en Castell de Ferro.