Investigan en Granada si la fuerte explosión de un bar en Armilla se trató de un ataque al ver huir a dos personas del lugar

Granada/La Guardia Civil de Granada investiga el posible ataque a un bar con explosivos en la noche de este lunes en una céntrica calle de Armilla, y que provocó numerosos daños materiales. La deflagración fue de tal magnitud que provocó la alarma de los vecinos, quienes coinciden en sus testimonios en que vieron huir del lugar a dos personas. El Instituto Armado se encuentra analizando el lugar de los hechos, donde determinarán si la explosión registrada en el negocio hostelero fue fortuita o provocada. Existe denuncia de los propietarios del local, según afirma la Benemérita, que ha desplazado hasta el lugar a expertos Tedax para determinar la intencionalidad o no de la explosión. El incendio provocado por la explosión fue rápidamente sofocado por efectivos del cuerpo de Bomberos del Parque Sur de Granada capital. El bar se encontraba cerrado a esa hora de la noche y había permanecido cerrado por la tarde, a pesar de que lo habitual era que estuviera abierto, según testimonios vecinales. No hay que lamentar daños personales.

Los hechos se sucedieron pasadas las once de la noche de este lunes, sobre las 23:05 horas, cuando la Policía Local de Armilla recibió varias llamadas de vecinos advirtiendo de una explosión, su posterior incendio, "y gente saliendo de ahí", según indican fuentes municipales a esta redacción. Testigos presenciales relatan a Granada Hoy que "todos los vecinos se asomaron al instante a ver qué había pasado", pensando que se trataba de un accidente de tráfico "fuerte". "No te vas a imaginar que han puesto explosivos en el bar de la esquina", afirma uno de los vecinos de la zona, que al asomarse desde sus casas "muchos vieron cómo huían dos tipos dirección los pubs de Armilla".

En esta línea, fuentes oficiales apuntan a que uno de los supuestos atacantes resultó "herido" durante la deflagración, por lo que la investigación también se centra en la búsqueda en hospitales y centros de salud de esta personas "por si la atendieron". Uno de los testigos apunta a que una de las personas que huían del lugar tenía "quemada por completo la parte de atrás de la chaqueta". También coinciden en que llevaban guantes azules y que "se dejaron allí" un casco y una moto con la que presuntamente habrían llegado al lugar.

Fuentes locales apuntan a que el establecimiento siniestrado, denominado El Secadero, no contaba entre sus instalaciones con gas natural ni tenía instaladas conducciones de este tipo, por lo que apuntan a "que fue provocado". Algunos vecinos añaden que el local fue reformado recientemente. Hasta el lugar se desplazaron rápidamente efectivos del cuerpo policial armillero, así como efectivos de la Guardia Civil, ambulancias y Bomberos para sofocar el fuego. También acudió hasta el lugar la alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate, para seguir el incidente, y para comprobar que el edificio sobre el que se asienta el local supuestamente atacado se encontraba en buen estado. Tampoco hubo daños personales ni materiales a terceros, ya que el local, situado entre la calle Palencia y la avenida del Poniente, se encuentra en la zona de obras de la extensión Sur del Metro, por lo que se encuentra restringido al tráfico y al tránsito de personas, y que como todos los locales de la zona, sufría las consecuencias de los cortes por los trabajos de construcción de la infraestructura.

Todas las líneas de investigación siguen abiertas. De entrada, la Guardia Civil trabaja con técnicos especialistas en desactivación de explosivos para determinar si el incidente fue "fortuito o provocado", y tratando de determinar qué sustancia provocó la explosión. A la vez, se trabaja en los testimonios presenciales y en centros de salud y hospitales para comprobar si el herido que apuntan los vecinos salió huyendo del lugar fue atendido por sanitarios.