pitres La localidad se suma a los actos de la patrona de los marineros

El mar sube hasta La Tahá

  • El municipio ha recuperado la celebración de la festividad de la Virgen del Carmen, una tradición costera que se vivió por todo lo alto en el puerto de mar de la Alpujarra

Tras décadas en el olvido, un municipio sin mar pero con barca; sin el oficio de la pesca pero con su propia cofradía de pescadores y sin ambiente playero pero con paseo marítimo, ha decidido recuperar la festividad de la patrona de los marineros. La Tahá de Pitres, a más de 1.300 metros del nivel del mar, optó ayer por celebrar su día grande en honor a la Virgen del Carmen con una intensidad comparable a la de los municipios costeros.

No vieron a la patrona de los pescadores procesionar por las aguas, tampoco desembarcar ante el clamor de miles de personas ni el sonido de los barcos venerando a la Virgen del Carmen, pero sí pudieron contemplar la recreación de un mundo de tradición marinera -su 'Puerto' así lo atestigua- y de un lugar declarado simbólicamente puerto de mar. Hasta el sacerdote en plena homilía de la misa en honor a la Virgen del Carmen hizo referencia a la comparación de Pitres como puerto de mar.

Haciendo gala del apelativo de bárbaros, los vecinos y visitantes pudieron disfrutar de numerosas actividades, entre ellas, varios retos que, según el alcalde del municipio, Marcelo Avilés, "sólo los auténticos bárbaros son capaces de hacer", como la ruta cicloturista que discurrió desde el núcleo de Pitres hasta la Laguna de la Caldera. Una ruta en bicicleta que, para algunos como Rafael, de Motril, "tan sólo era un aperitivo", mientras que para otros, como David Andersen, escocés y residente en Bubión, fue "muy dura aunque divertida, sobre todo a la hora de volver con el viento a favor".

Los bárbaros de Pitres también se dieron un chapuzón en el 'puerto' emulando la Guerra del Agua con objeto de vencer las altas temperaturas, más de 30 grados, que se registraron a primera hora de la tarde.

Aprovechando la atracción turística que conlleva la recuperación de esta fiesta, los vecinos adornaron sus casas de la forma que mejor saben, con enormes macetas cargadas de preciosas flores dentro de la celebración del I Concurso de Fachadas.

Una fiesta con su sentido religioso en la que no faltó la misa en honor a la Virgen del Carmen; y con sabor gastronómico, con la gran paella mixta que se preparó en la plaza para 400 personas. Antonio, el cocinero, que necesitó "más de 60 kilos de carne, marisco y verdura" para elaborarla, nos, contó que "estas fiestas siempre las habíamos asociado a las zonas de mar, pero nos hemos dado cuenta que no tiene porque ser así, nosotros hemos organizado unas fiestas bonitas y familiares".

La buñuelada, los conciertos a cargo de la Asociación Musical de La Tahá y de Música en las Montañas; los juegos infantiles y la velada musical, hicieron para los vecinos y visitantes una jornada inolvidable.

La idea de la celebración de esta festividad, según el alcalde, "surgió de forma espontánea. Cada año, antes de las fiestas patronales de San Roque, que tienen lugar en agosto, los mayordomos organizan una barra para recaudar dinero, por lo que los empresarios idearon aprovechar el montaje de la barra para celebrar y recuperar la festividad de la Virgen del Carmen. Teniendo en cuenta la gran aceptación que hemos tenido, cada 16 de julio celebraremos esta festividad y la institucionalizaremos todos los años".

Según Alberto Martín, "a partir de los años 50 esta festividad empezó a decaer y realmente no se celebraba como las demás, por lo que hemos decidido recuperarla".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios