El párking gratis que se paga
Numerosos ciudadanos no se percatan de que ya no hay que sacar el ticket para estacionar en las playas · Una deficiente información contribuye a la confusión
Almuñécar, playa de San Cristobal, 11:42 horas. Un hombre que por su aspecto físico parece extranjero se apea de su vehículo recién aparcado junto al paseo marítimo y mientras su mujer se queda al cuidado de los niños. Él introduce una moneda en la máquina de la ORA, que expide el ticket correspondiente, lo deposita en el salpicadero de su coche y se dirige con la familia a la playa.
Hasta aquí, todo parece normal. Un ciudadano ejemplar que cumple con las ordenanzas municipales, salvo por un dato relevante. Y es que ayer era 1 de octubre, el primer día en el que ya no es obligatorio pagar por aparcar en algunas zonas de playa de la ciudad sexitana.
Este caso no fue el único. Picaron muchos que a buen seguro supusieron una cantidad importante para las arcas del municipio costero. El hecho de que el cartel en el que se informa de que la temporada estival -en la que, por tanto, algunas zonas cambian y otras pasan a ser de pago- se encuentra a unas cuantas palmas de sus cabezas (eso sí, en dos idiomas) y de que las explicaciones son un poco enrevesadas ayudaba a que el caos reinara en los salpicaderos de los coches, unos con ticket y otros sin él.
Así, se aclara en español y en inglés, aunque de manera que hay que leer varias veces para enterarse bien, que "las plazas exclusivas de temporada", es decir, desde el viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurección, en Semana Santa, y en el periodo estival, desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre, se identifican mediante marcas viales azules alternando con verdes. Por otra parte, las plazas sujetas a regulación todo el año pasan a ser de temporada en Semana Santa y verano, y son las marcas viales azules y naranjas. Y, por último, las que siguen siendo de pago obligatorio los doce meses son las azules de toda la vida.
De los que ayer pagaron, muchos de sus vehículos se encontraban en la zona esta pintada de azul y verde. Es decir, ya no era obligatorio el ticket, pero por desconocimiento, o por descuido seguían introduciendo su dinero en la ranura de los parquímetros, menos mal que aún hay personas de buena fe.
De nuevo una pareja de extranjeros procede a introducir los euros, cuando un vecino del municipio les avisa de que "hoy ya no es obligatorio", a continuación ellos señalan el cartel que hay junto a la máquina expedidora y se percatan de que el aviso está también en inglés y esbozan una sonrisa. Se han ahorrado unas monedas. Se extrañan de que no haya ninguna aclaración más, tan sólo ven un pequeño papel postizo avisando de que el horario se reducía a principios de verano.
La escena se repite en Velilla. Esta vez se trata de un hombre de Toledo, que responde desconfiado ante la advertencia de que no tiene por qué introducir ya el dinero: "Yo, por si acaso, pago".
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