Los rincones de Cádiar
La granada del siglo XXI
El pueblo alpujarreño cuenta con más de un millar de habitantes y en él se incluyen además de Cádiar, los núcleos de Yátor y Narila
Gerald Brenan lo denominó como el punto central de la Alpujarra y al adentrarse en su territorio el viajero se encuentra con un municipio en el que se unen a cada paso la tradición y costumbres de la comarca con los avances actuales. Cádiar, a cien kilómetros de la capital granadina, es uno de los pueblos alpujarreños con más habitantes, más de un millar de vecinos en sus calles lo corroboran, lo que contrasta con núcleos cercanos en los que apenas se sobrepasa el centenar. La localidad está viva, los niños juegan en las calles y las plazas y comercios y terrazas de los bares tienen actividad. Se nota el jaleo cuando se llega de alguna de las localidades cercanas, igualmente atractivas, pero que no han crecido tanto. Sin embargo, es un ajetreo tranquilo si se llega desde la ciudad.
Entre Sierra Nevada y la Contraviesa, este municipio compuesto no sólo por Cádiar, sino también por Narila y Yátor, ofrece un paisaje espectacular que merece la pena disfrutar.
La agricultura es para sus vecinos, como sucede en muchas localidades de la zona, el principal motor económico. El olivar, la almendra o los higos se encuentran entre ellos. No obstante el comercio ha adquirido cierta relevancia en los últimos años, así como se ha notado un cierto impulso de la construcción.
Junto a ello el turismo se presenta, como en toda la comarca, como una baza muy importante para su desarrollo. Aprovechar tanto los recursos naturales como patrimoniales para atraer al máximo de visitantes y lograr con ello una doble labor, por un lado una inyección económica para la localidad y, por otro, un sector alternativo que anime a los más jóvenes a quedarse en el pueblo.
En este sentido destaca en el término municipal uno de los alojamientos rurales más destacados de la Alpujarra granadina, la alquería de Moyrama, que cuenta en su interior con una surtida biblioteca, bodega tradicional y varias secciones museísticas, que reúnen algunas de las piezas etnológicas y arqueológicas más interesantes de la comarca, lo que lo convierte en un atractivo para los visitantes.
Asimismo, el municipio de Cádiar es uno de los que forman parte de la ruta que une Grecia con Andalucía. El sendero de gran recorrido GR-7 atraviesa su término lo que se une a los reclamos que ofrece esta localidad para casi cualquier tipo de visitante.
Las fiestas y tradiciones forman también una parte muy destacada de lo que significa Cádiar y sus habitantes. Su feria más importante, que se celebra en el mes de octubre, destaca por la presencia de la Fuente del Vino, una idea de dos vecinos de la localidad que tiene ya más de cuarenta años de historia y que a lo largo de este tiempo ha conseguido convertirse en un punto de atractivo turístico por si mismo. Una fuente situada en el centro del pueblo, cerca de la iglesia de Santa Ana, y de la que durante los días de celebración mana vino de la tierra por sus caños. Los que se acercan a la localidad durante esas fechas pueden disfrutar de los caldos de la zona, acompañados de la música típica de la zona, en la que destacan los trovos y la amabilidad y hospitalidad de sus vecinos, encantados de recibir a visitantes y nuevos habitantes. Porque además de los viajeros de paso en Cádiar, como sucede en casi todas las localidades alpujarreñas, se han instalado en las últimas décadas numerosos extranjeros que atraídos por las costumbres de estos pueblos y su emplazamiento único, deciden comenzar una nueva vida en las calles estrechas de casas blancas que conforman el paisaje de una Alpujarra que sigue siendo uno de los símbolos de la provincia.
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