Los trabajadores de Acciona, pendientes de una llamada para reactivar la A-7

Los obreros, a la espera tras ver la llegada de cuatro generadores a las obras de la Autovía.

Los empleados, esperanzados.
Los empleados, esperanzados.
N. M. / Motril

13 de enero 2011 - 01:00

"Aquí no va a quedar ni el gato", sentenciaban los pocos trabajadores que aún a principios de septiembre se encontraban en el tramo Puntalón-Carchuna, con la carta en la que se les comunicaba el preaviso de despido aún en el bolsillo y miraban con resignación su futuro. Y ni el gato quedaba ayer en ningún punto visible de la obra, después de algo más de cuatro meses. En otras ocasiones anteriores -durante este este tiempo- se había visto a un puñado de hombres, que se podían contar con los dedos de las manos, concentrados en torno al almacén sin saber muy bien lo que hacer y cuando se les preguntaba si sabían algo de cuando se reanudaba la actividad se limitaban a encogerse de hombros. Ahora no queda nadie. Unos 30 trabajadores se encuentran de vacaciones (adelantadas), y la empresa les ha dado la consigna de que tienen que estar pendientes del móvil. Tan sólo esperan que la llamada se produzca en breve y que puedan reanudar su trabajo en la autovía y, con ello, seguir su vida normal.

A jugar por las declaraciones que realizó ayer la secretaria general del PSOE en la provincia, Teresa Jiménez, la angustiosa espera pronto llegaría a su fin. Según la portavoz socialista, el tramo cuya concesionaria es Acciona se reactivará "en las próximas semanas", gracias al inminente acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Fomento y la empresa.

La constructora, preguntada por este periódico, admitió que no podía decir nada y derivó al ministerio. Este último confirmó que existen negociaciones, pero no afirmó en ningún momento que hubiese un acuerdo cerrado ni precisó la fecha de reanudación de la obra, aunque habló de que se anunciarían novedades en un plazo de "días".

El presidente del PP de Motril, Carlos Rojas, dijo ayer que el PSOE granadino "está haciendo un ridículo espantoso porque incluso desde Madrid, el Ministerio de Fomento tiene que informarle respecto a la realidad que sucede en su propia provincia"

Otra de las evidencias que hacen pensar que la reanudación del tramo está más cerca es que hay signos de que la actividad va a volver. "El día 9 de diciembre nos llevamos una grata sorpresa al comprobar que trajeron cuatro generadores y algún elemento más", dicen los trabajadores. Todo hace presagiar que la actividad en el tajo comenzará de nuevo.

Es la única novedad con respecto a lo que llevan vivido durante los últimos 4 meses estos trabajadores, a los que se les lleva diciendo todo este tiempo que el asunto está "pendiente de una firma". "Luego nos dijeron que después de Reyes", admiten. Y parece que esta vez va en serio, aunque no se sabe cuándo cambiará el escenario y volverá a la actividad a la que se llegó la primavera pasada, cuando había 200 empleados directos e indirectos y sus familias viviendo de esta obra. Por lo pronto, a mediodía de ayer la construcción de la A7 en este punto era la pura imagen de un solar fantasma. Los accesos el camino que permitían el paso a la obra han sido cerrados, algo que evidencia su abandono. Las máquinas continúan paradas y los túneles siguen tapiados con el material en su interior. Otra estampa común a otros tramos en la construcción de la autovía del Mediterráneo a su paso por la provincia de Granada, es una cadena de unos seis metros de largo a la entrada de la obra con un candado en el centro que indica el cierre de este tramo, igual que ocurre en La Gorgoracha-Puntalón y Carchuna-Castell de Ferro, que continúan también parados. El primero a falta de una nueva licitación y el segundo sin que se haya dado ninguna explicación oficial sobre su abandono.

En el tramo Puntalón-Carchuna los generadores siguen en el mismo lugar donde las dejaron hace casi un mes, un plástico negro las sigue envolviendo y están sujetas por unos bloques de hormigón. Esta protección impide que la luz del sol y el agua de la lluvia los estropeen. Ni siquiera le han retirado el plástico.

Los materiales se han traído y se han llevado a otros lugares (con el consiguiente coste que supone para la empresa, al tratarse de maquinaria pesada), al igual que las personas. Los pocos que quedaban y que no están esperando en su casa los han trasladado a otros lugares donde Acciona está ejecutando otras construcciones.

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