La vida mira hacia el futuro en Loja

La granada del siglo XXI

El municipio ha desarrollado ampliamente el sector industrial y se sitúa en un punto estratégico para el transporte de mercancías

La torre de la Iglesia de la Encarnación vista desde el centro del pueblo.
La torre de la Iglesia de la Encarnación vista desde el centro del pueblo.
Rebeca Alcántara

24 de noviembre 2009 - 05:01

Más de 22.000 habitantes hacen de Loja una pequeña ciudad, en la que sus vecinos pueden disfrutar de todas las comodidades de una capital. En sus calles domina el bullicio, las entradas y las salidas de los residentes, de los de siempre y de los que se han ido incorporando a la vida activa de este municipio, que ha sabido crecer en importancia y desarrollarse, sin perder las tradiciones y las relaciones de toda la vida.

La industria ha ido adquiriendo un peso considerable en el desarrollo de la localidad aunque la agricultura y la ganadería, que siempre habían estado ligados a la vida de los vecinos lojeños, continúa siendo un importante motor de la economía de la localidad.

En este sentido el sector industrial se coloca como el nuevo segmento de desarrollo de Loja. Su situación estratégica de paso y con influencias no sólo en la provincia de Granada, sino también en la zona norte de Málaga y en Córdoba, han potenciado el auge del tejido empresarial. El mármol, los recursos naturales, el papel y el transporte de mercancías suponen un nicho de mercado destacable del que viven muchas familias de Loja y los alrededores.

Su localización y relevancia dentro de la comarca del Poniente granadino son también razones de que se haya convertido en un lugar idóneo para el comercio y el sector servicios. En las calles del municipio se siente cada día la gran actividad y la ida y venida de personas, no sólo residentes, sino también vecinos de municipios cercanos, que lo eligen como su centro de compras.

El otro segmento de desarrollo, aprovechando los recursos naturales de los que dispone, es el turismo activo, tan de moda en la actualidad y que tiene en este municipio un lugar ideal para practicar muy diversas modalidades. Desde el cicloturismo a las rutas ecoturísticas, pasando por la espeleología, el vuelo con motor y parapente, el senderismo, la pesca en Riofrío o la escalada en zonas como Las Zorreras o el paso de la Burra. Este nuevo atractivo, unido al extenso patrimonio cultural y monumental del que goza el municipio, hace que Loja sea, además de una ciudad activa, moderna y cómoda para vivir, un sitio ideal para visitar cualquier fin de semana del año.

De hecho cada vez son más los granadinos que se animan a trasladarse hasta la localidad del occidente de la provincia para disfrutar de su tiempo libre, debido a la amplia oferta de ocio a la que pueden acceder.

Sin embargo el avance no ha dejado atrás muchas de las tradiciones del pueblo y todavía hay muchos visitantes que llegan a Loja en busca de una pastelería en la que comprar sus típicos roscos, que les recuerdan a la parada en el camino de muchos viajes de ida o de vuelta.

Junto a los que se han quedado y los que han llegado, también tienen su lugar aquellos que se trasladaron a la capital, pero que no obstante siguen regresando, siempre que es posible a su pueblo. Aquellos que cada año disfrutan de la Semana Santa o la feria lojeña y que aprovechan los fines de semana para pasar el tiempo junto a los suyos.

Los vecinos coinciden en señalar que el aspecto de Loja ha cambiado mucho y es que ahora las casas bajas y blanqueadas se mezclan con los nuevos edificios, el tráfico es cada vez más denso y el bullicio de las calles recuerda al de la ciudad.

El hospital que previsiblemente abrirá sus puertas el próximo año, la rehabilitación del cine Imperial para crear un teatro o el proyecto de un parque agroalimentario y un centro de agricultura ecológica, son el futuro cercano de un municipio que camina con pie firme para ofrecer mejores servicios a sus vecinos y mantener una lugar destacado en la provincia.

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