“La clave del éxito es pensar siempre en el paciente: esa ha sido nuestra hoja de ruta en estos nueve años de servicio”

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Vithas Granada, referente en innovación y calidad asistencial, logra la tercera reacreditación de la Joint Commission siendo el único hospital de Granada con esta distinción

El gerente del Hospital Vithas Granada, Jose Luis Salcedo, habla del crecimiento y retos del hospital granadino, referente en sanidad privada de la provincia.
El gerente del Hospital Vithas Granada, Jose Luis Salcedo, habla del crecimiento y retos del hospital granadino, referente en sanidad privada de la provincia. / Vithas Granada
Rodrigo Vázquez - Redactor

12 de octubre 2025 - 05:00

El Hospital Vithas Granada cumple en 2026 su décimo aniversario y lo hace consolidado como uno de los centros privados de referencia en Andalucía. La reciente reacreditación, por tercera vez consecutiva, de la Joint Commission (la acreditación internacional más prestigiosa del sector sanitario) avala un modelo de trabajo centrado en la calidad y en la seguridad del paciente.

La Joint Commission no es un simple sello: supone someter al hospital a un exhaustivo examen internacional cada tres años, en el que se revisan más de 1.300 estándares que abarcan desde la práctica clínica hasta la seguridad de las instalaciones, la incorporación de nuevas tecnologías o la coordinación de todos los equipos. Se trata de un esfuerzo constante que implica tanto a profesionales como a proveedores, y que convierte a Vithas Granada en un referente en la región.

Su gerente, José Luis Salcedo, con más de tres décadas de experiencia en la gestión sanitaria, reflexiona en esta entrevista con Granada Hoy sobre lo que significa este reconocimiento, los cambios que ha experimentado el hospital desde su apertura y los grandes retos de futuro para la sanidad granadina.

Pregunta.–El hospital acaba de recibir por tercera vez la acreditación de la Joint Commission. ¿Qué significa esto para Vithas Granada?

Respuesta.–Para nosotros es un motivo de gran orgullo. La Joint Commission es la acreditación más importante a nivel internacional en el ámbito sanitario. Es muy exigente, porque recoge estándares mundiales que incluso superan en muchos aspectos los de la normativa española, que por supuesto también cumplimos. Esta tercera reacreditación no es solo un examen que pasamos cada tres años, sino la confirmación de que durante nueve años hemos mantenido una cultura de calidad continua. Desde que abrimos, hemos incorporado progresivamente estándares hasta llegar a más de 1.300. Esto incluye ámbitos que hace unos años ni se contemplaban, como la inteligencia artificial aplicada a la medicina o determinados tratamientos farmacológicos y radiológicos. En definitiva, más que un reconocimiento puntual, refleja una manera de trabajar sostenida en el tiempo. Significa que toda la organización está alineada en un mismo objetivo: ofrecer al paciente la mejor atención posible, con seguridad y confianza.

P.–¿Por qué decidieron apostar desde el inicio por una acreditación tan exigente?

R.–Porque desde que se concibió el hospital, la calidad estaba en el centro del proyecto. Vithas cuenta con otros hospitales acreditados y a nivel de organización, tiene el distintivo Joint Commission Enterprise, por lo que el objetivo era que Granada se sumara a este sello de calidad. Cuando construyes un hospital nuevo, con la ambición de ser un referente, tienes que asumir los estándares más altos desde el primer día. No era una opción secundaria: el hospital se diseñó pensando en esos criterios, desde los circuitos internos hasta la seguridad de las instalaciones. No se trataba solo de poner en marcha un edificio moderno, sino de fijar unas reglas de funcionamiento al nivel de los mejores hospitales del mundo.

P.–¿Cómo se percibe esa acreditación en el sector sanitario?

R.–Muy positivamente. De hecho, le contaré una anécdota: hace unos días me encontré en un hospital público con un colega al que hacía tiempo que no veía. En lugar del típico “qué alegría verte”, lo primero que me dijo fue: “Enhorabuena por la reacreditación, sé lo que cuesta y sé que merece la pena”. Esa es la percepción general: es un esfuerzo enorme, pero garantiza la seguridad del paciente y refuerza la confianza de los profesionales. Al final, lo que más valoran los médicos y enfermeros es poder trabajar en un entorno seguro, con procesos claros y coordinados. Y la acreditación nos obliga a revisar todo eso continuamente.

José Luis Salcedo, gerente de Vithas Granada junto a la acreditación de la Joint Comission.
José Luis Salcedo, gerente de Vithas Granada junto a la acreditación de la Joint Comission. / Antonio L. Juárez/ Picwild

P.–¿Cómo viven este proceso los profesionales del hospital?

R.–Con mucha intensidad. No es sencillo acostumbrarse a ser evaluados desde fuera, y menos en una disciplina tan compleja como la sanitaria. Un servicio clínico implica la salud de una persona con todas sus particularidades, desde sus antecedentes médicos hasta sus creencias personales. Eso requiere un esfuerzo mucho mayor para garantizar que cada decisión clínica aporta valor y nunca genera un perjuicio. En cifras, hablamos de más de 260.000 consultas externas al año, 12.000 cirugías, miles de urgencias y hospitalizaciones. Y cada uno de esos casos tiene que cumplir estándares de calidad, trazabilidad y coordinación. Eso exige mucho a los profesionales, pero también les da un enorme valor: trabajan en un entorno donde cada paso está protocolizado y orientado al paciente.

P.–¿Y centrándonos en la actividad del hospital, ¿cuáles son las áreas más demandadas?

R.–Por volumen, las consultas externas son el área con mayor actividad, de la que derivan la mayoría de indicaciones quirúrgicas y procesos diagnósticos. Nuestra labor no se limita a la atención privada: trabajamos con compañías aseguradoras, mutuas de accidentes laborales y, desde hace años, con el Servicio Andaluz de Salud (SAS), además de atender a pacientes que acuden por cuenta propia confiando en nuestro equipo. En todos los casos aplicamos el mismo principio: ofrecer una atención integral, independientemente de la cobertura. Esa visión global se apoya también en la tecnología, con la incorporación, por ejemplo, de inteligencia artificial en determinados diagnósticos.

P.–¿Qué innovaciones tecnológicas destacaría de los últimos años?

R.–Son muchas las innovaciones que hemos incorporado, no solo tecnológicas sino a nivel de cartera de servicios. Hemos abierto, por ejemplo, una consulta de microbiota, un ámbito en pleno auge por su relación con múltiples patologías. En reproducción asistida se ha avanzado de forma notable: hemos renovado las instalaciones, ampliado la capacidad de preservación de óvulos y embriones y, además, el equipo que trabaja con nosotros ha desarrollado una patente internacional que ayuda a lograr tasas de éxito más elevadas, lo que nos convierte en generadores de innovación. Si nos centramos en la parte tecnológica, contamos con un completo equipamiento de diagnóstico por imagen (mamografía con tomosíntesis, resonancia magnética, TAC y ecografía) y un sistema digital integrado que agiliza el trabajo clínico. En el área quirúrgica disponemos de robótica en traumatología, neurocirugía con imagen 3D, endoscopia lumbar y técnicas mínimamente invasivas con mayor precisión y tiempos de recuperación más cortos en distintas especialidades. Parte de esta tecnología está también en el centro médico, que ofrece resonancia abierta, ecografía y mamografía, lo que permite resolver diagnósticos complejos, como sospechas de cáncer de mama, en una sola jornada. En 2026 nuestra inversión en tecnología superará incluso a la de años anteriores y nos permitirá ampliar prestaciones en varias áreas.

P.–Usted habla mucho de la “atención integral al paciente”. ¿Qué significa eso en el día a día?

R.–Significa que cada paciente es único y que hay que adaptarse a su situación concreta. Para lograrlo, trabajamos en varias líneas: mejorar la accesibilidad reduciendo tiempos en urgencias, ofrecer agendas más ágiles, simplificar procesos internos y avanzar en la atención en acto único. Además, nuestras instalaciones ayudan: todas las habitaciones son individuales, las áreas quirúrgicas están separadas del resto de circuitos, las farmacias para procesos complejos cuentan con circuitos independientes… Todo está pensado para dar seguridad y confort. Otra apuesta es el Centro Médico Vithas Granada, en Plaza de los Cármenes. Es una extensión del hospital que acerca la asistencia a pie de calle. Allí ya hemos puesto en marcha consultas de oftalmología y otorrinolaringología con tecnología de acto único, de forma que el paciente entra, recibe consulta, diagnóstico e incluso cirugía láser si lo necesita, y vuelve a casa el mismo día. Estamos ampliando además con diez nuevas consultas, áreas de rehabilitación, diagnóstico por imagen y laboratorio.

P.–Usted lleva desde 1988 en puestos de gestión sanitaria. ¿Qué claves cree que son imprescindibles para lograr resultados como este?

R.–La clave está en algo que parece obvio: pensar siempre en el paciente y en su entorno familiar. Si colocas al paciente en el centro, los recursos se ordenan de forma natural hacia él. Después está la coordinación. La medicina moderna requiere que todos los profesionales trabajen de forma integrada. Un traumatólogo, por ejemplo, necesita imágenes de calidad en un tiempo determinado para tomar decisiones quirúrgicas. Si eso no está garantizado, la atención se resiente. Y un tercer elemento es el clima laboral. Si los profesionales trabajan en un entorno motivador y con opciones de crecer, eso se nota en la atención. No es casualidad que este año hayamos crecido más de un 20% en pacientes privados: son los más exigentes y eligen el hospital porque perciben esa calidad y esa confianza.

P.–En los últimos meses han ampliado la Unidad de Obesidad. ¿Qué novedades incorpora?

R.–La obesidad es una patología muy compleja y requiere un enfoque multidisciplinar. Hemos reforzado la unidad para dar respuesta a toda la demanda y con todos los tratamientos posibles para hacer frente a esta enfermedad. Para afianzar ese enfoque, tan necesario aquí, hemos incorporado desde tratamientos farmacológicos menos invasivos hasta técnicas quirúrgicas más resolutivas, siempre dentro de un enfoque integral. El objetivo es que el paciente encuentre en un mismo lugar todas las opciones y que haya un seguimiento coordinado. La obesidad no es solo un problema de peso: se relaciona con diabetes, hipertensión, cardiopatías… y abordarla bien supone mejorar la calidad de vida de los pacientes en muchos aspectos.

P.–Mirando a 2026, ¿cuáles son los principales objetivos del hospital?

R.–El primero es seguir creciendo en actividad. Este año hemos realizado cerca de 2.000 intervenciones más que en 2024, lo que supone un aumento muy importante. Queremos dar respuesta a esa mayor demanda sin perder calidad, para lo que será muy importante seguir incorporando profesionales de referencia en cada especialidad. El segundo reto es la cuarta reacreditación de la Joint Commission, que coincidirá con nuestro décimo aniversario. Como siempre digo, la reacreditación empieza al día siguiente de recibir el sello: cada año identificamos áreas de mejora, diseñamos planes de acción y volvemos a medir resultados. La calidad es un círculo sin fin. Y el tercero es seguir ampliando servicios: nuevas consultas externas, más tecnología, más integración con el SAS en la reducción de listas de espera y un crecimiento sostenido de la actividad privada.

P.–¿Y a largo plazo, cuál cree que será el mayor desafío de la sanidad en Granada?

R.–La coordinación entre dispositivos públicos y privados. No somos competidores, somos complementarios. La demanda sanitaria crece y solo con colaboración podremos responder adecuadamente. Granada, además, cuenta con un nivel asistencial muy alto, tanto en la sanidad pública como en la privada. Eso es una fortaleza que debemos aprovechar para trabajar en red y ofrecer lo mejor a los ciudadanos.

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