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El aumento del cáncer de mama agresivo en mujeres jóvenes: ¿Qué está pasando?

El aumento del cáncer de mama agresivo en mujeres jóvenes: ¿Qué está pasando?

El aumento del cáncer de mama agresivo en mujeres jóvenes: ¿Qué está pasando?

En España, en las últimas cuatro décadas, ha habido un notable avance en la supervivencia al cáncer de mama, que ha pasado del 70% al 90%. Este progreso refleja el lado positivo de la lucha contra el tumor más común en mujeres, ya que se diagnostican más de 33.000 casos al año en el país. A nivel global, la incidencia del cáncer de mama ha estado en aumento en los últimos años, y según los datos más recientes de 2021 del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), este tipo de cáncer se ha convertido en el más diagnosticado en todo el mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón. En lo que refiere a la edad, un factor de riesgo importante, históricamente, este tipo de cáncer ha sido considerado principalmente una enfermedad que afecta a mujeres mayores. Sin embargo, según los  informes actuales, se está produciendo una incidencia cada vez mayor de esta enfermedad en mujeres jóvenes, incluso en edades por debajo de los 40 años. Esta tendencia es motivo de preocupación y ha generado una necesidad urgente de entender los factores que podrían estar contribuyendo a este aumento.

Cuando el cáncer de mama afecta a mujeres más jóvenes, generalmente se requieren tratamientos más intensivos. Si una mujer tiene menos de 35 años, se suele realizar un estudio genético para determinar si está presente el gen BRCA, el cual ha demostrado estar implicado en el desarrollo del cáncer. Esto se debe a que los tumores de mama son más frecuentes en mujeres jóvenes y es importante identificar cualquier predisposición genética que pueda influir en el tratamiento y las opciones de manejo de la enfermedad.

Un estudio publicado en agosto por la Clínica Mayo de Estados Unidos concluyó que "las adolescentes y las jóvenes representan menos del 2% de las pacientes con cáncer de mama, pero se les suele diagnosticar cánceres más avanzados con una biología tumoral más agresiva, incluidos los tipos triple negativo y HER2 positivo". La mayoría de estos casos suelen diagnosticarse cuando la mujer ya es sintomática ya que, debido a la temprana edad, muchas de ellas no se han realizado mamografías. ¿Cómo actúan estos subtipos de cáncer?, ¿Qué factores hay detrás del aumento de su incidencia?

¿Cómo se manifiestan estos subtipos de cáncer?

El cáncer de mama triple negativo se caracteriza por la ausencia de tres receptores hormonales en las células cancerosas: los receptores de estrógeno, progesterona y el receptor HER2. Esto significa que las células cancerosas no dependen de estas hormonas para crecer y propagarse. El cáncer de mama triple negativo tiende a ser más agresivo y puede presentar un mayor riesgo de recurrencia. En mujeres jóvenes, este subtipo puede ser más frecuente y a menudo se diagnostica en etapas más tempranas. El tratamiento del cáncer de mama triple negativo generalmente incluye cirugía, quimioterapia y radioterapia, ya que las opciones de terapia hormonal dirigidas no son efectivas debido a la falta de receptores hormonales.

Por otro lado, el cáncer de mama HER2 positivo se caracteriza por la presencia de una mayor cantidad de una proteína llamada receptor HER2 en las células cancerosas. Esta proteína estimula el crecimiento celular y puede hacer que el cáncer de mama sea más agresivo. Afortunadamente, en los últimos años, se han desarrollado terapias dirigidas específicas para este subtipo, como los medicamentos dirigidos al receptor HER2, como el trastuzumab y el pertuzumab.

Factores que han aumentado la incidencia

Uno de los principales factores que podría contribuir al aumento del cáncer de mama en mujeres jóvenes son los cambios en los estilos de vida. En las últimas décadas, se ha observado un incremento en el consumo de alcohol, el tabaquismo, la falta de actividad física, el aumento del estrés y una alimentación poco saludable. Estos factores de riesgo conocidos para el cáncer de mama pueden ser más prevalentes en la población joven, lo que potencialmente aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.

Asimismo, se cree que las pacientes jóvenes tienden a presentar mayores probabilidades de antecedentes familiares y de mutaciones genéticas.  Las mutaciones genéticas heredadas, como las mutaciones en los genes BRCA1 y BRCA2, están relacionadas con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama. Estas mutaciones pueden ser más comunes en mujeres jóvenes diagnosticadas con la enfermedad, lo que indica la importancia de la evaluación genética y el asesoramiento para identificar a aquellas que pueden tener un mayor riesgo.

Por otro lado, el no tener hijos y no amamantar son factores que aumentan el riesgo de cáncer de mama. La maternidad tardía en nuestro país podría estar participando en el aumento de esta incidencia. En este sentido, los factores hormonales también  desempeñan un papel importante. Algunas mujeres jóvenes están expuestas a niveles más altos de hormonas debido al uso de anticonceptivos orales, terapia de reemplazo hormonal o cambios hormonales naturales en su cuerpo. Estas fluctuaciones hormonales pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama en mujeres jóvenes.

Además del aumento global de casos de cáncer de mama y su incidencia en mujeres jóvenes, los expertos están alertando sobre los efectos de la pandemia. Se ha observado que muchos tumores se están diagnosticando en etapas más avanzadas, lo que puede tener un impacto negativo en el pronóstico y los resultados del tratamiento. Por lo tanto, es fundamental que las mujeres que tengan pendiente realizar pruebas o exámenes de detección acudan a sus revisiones médicas sin demora.

Gracias a una mayor sensibilización sobre la importancia de la autoexploración y los exámenes regulares, se han logrado detectar más casos en etapas iniciales. Aunque esto es una buena noticia, también significa que se están descubriendo más casos en mujeres jóvenes, lo que antes pasaba desapercibido. Es importante destacar que la detección temprana es fundamental para mejorar los resultados y la supervivencia, independientemente de la edad de la paciente.

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