El Viernes de Dolores en Granada ha dejado consigo estampas inéditas en la memoria cofrade de la ciudad. Volvían a surcar las calles los tradicionales vía crucis de las cofradías en las vísperas de la Semana Santa: Ferroviarios, por Los Pajaritos; La Alhambra, en torno al Palacio de Carlos V; Paciencia, por las calles del centro; Jesús Despojado, por el Fígares; y en La Magdalena, el Señor del Rescate. Sin embargo, entre las habituales imágenes que regala la jornada no estaba la que se pudo vivir en el convento del Corpus Christi: la dolorosa de la parroquia dispuesta a la veneración de los fieles.

El Señor del Rescate, sobre sus andas, aguardaba a los pies del presbiterio vestido para la ocasión con una túnica bordada. Mientras, en su capilla, aparecía por primera vez una nueva 'inquilina': la imagen de una Virgen que recibe culto a las puertas del templo, en la hornacina situada en la primera capilla del lado de la epístola. Para presidir una de las estaciones del vía crucis, la talla de esta dolorosa - anónima, de finales del s. XVII o principios del s. XVIII - se encontraba sobre una de las nuevas peanas de Jesús del Rescate, situada a la altura de los fieles, y vestida con un terno completamente bordado, compuesto de saya granate de terciopelo y un manto negro; custodiándola, dos grandes candelabros palaciegos.

La Virgen de los Dolores, en veneración

¿Una nueva titular para El Rescate?

En la parroquia de La Magdalena eran muchos los que se sorprendían y acercaban para rezar ante esta dolorosa, conocida entre los fieles como la Virgen de los Dolores. Fotografías y rumores no cesaron tampoco antes de que diera comienzo el vía crucis. Entre los corrillos que se formaban, se daba naturalidad al hecho de que la imagen apareciera allí, con todas las galas, en un día tan señalado para la Hermandad del Rescate: "como todo hijo de vecino, El Rescate también tiene madre".

El cofrade mayor, José Antonio Maroto, da respuesta a algunas de las preguntas que surgieron durante la jornada: "la presencia de la Virgen este Viernes de Dolores pasa por recuperar una de las tradiciones antiguas de la parroquia, cuando tanto la dolorosa como El Rescate aparecían en altares. Es una forma de recuperar esa historia y de darle contenido a una jornada histórica, en la que tras dos años el Señor volvía a la calle y, además, para que presidiera la penúltima estación del vía crucis".

"Lo primero, tiene que ser el culto y si la hermandad se encuentra cómoda haciéndolo, ya veremos qué viene después: incorporarla como titular y todo lo que ello conlleve"

Un grupo de fieles lleva años cuidando de la imagen, adecentándola e intentando ponerla en valor. Entre ellos se encuentra el propio Maroto que reconoce que "es una joya de la parroquia y es importante ponerla en valor, como el resto del patrimonio que tenemos; que la gente la conozca, y que los hermanos de El Rescate, poco a poco, se acostumbren a su presencia". Desde la hermandad se intenta darle cabida a un sentimiento cada vez más creciente pero desde la junta de gobierno prefieren que las cosas se hagan de forma natural: "Ayer se dio un paso. Ahora a ver qué opinan los hermanos. Si los pasos que se han dado son firmes, quizá nos planteemos algo más. Pero todo es parte de un proceso".

Entonces, ¿El Rescate se prepara para tener una titular mariana? El cofrade mayor es tajante: "El tiempo lo dirá pero la cuestión no es esa. La pregunta es si la hermandad quiere habitualmente incorporar a la Virgen en sus actos de culto. El resto, si procede, caerá por su propio peso. Lo primero, tiene que ser el culto y si la hermandad se encuentra cómoda haciéndolo, ya veremos qué viene después: incorporarla como titular y todo lo que ello conlleve. Como hermandad, vamos camino del centenario y si hemos llegado hasta aquí es porque siempre hemos dado pasos firmes y sobre seguro". 

María Santísima de Gracia y Trinidad: una dolorosa de origen trinitario

Una dolorosa con nombre propio: María Santísima de Gracia y Trinidad

Tradicionalmente, en la parroquia los fieles han conocido a esta antigua imagen como la Virgen de los Dolores. Un arquetipo de dolorosa granadina, con las manos juntas, y dolor contenido. Sin embargo, ese anonimato que envuelve a esta talla no es tal. Desde la hermandad reconocen que, hace unos treinta años, durante el cuidado y mantenimiento rutinario de la Virgen encontraron un papel adherido a ella: "ahí conocimos, realmente, que la Virgen de los Dolores, como todos los parroquianos la conocíamos, en verdad tenía una advocación propia, que aparecía en una oración, donde se hablaba de la Virgen de Gracia y Trinidad". José Antonio Maroto, pensando en un futuro, confiesa: "en su día, llegado el momento, nos gustaría ser respetuosos con esta advocación".