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Domingo de Pascua: día de nostalgia e incertidumbre

  • Para los cofrades supone un día lleno de melancolía porque se pone fin a la Semana Santa Los pronósticos meteorológicos auguran una jornada compleja con riesgo de lluvia

Domingo de Pascua: día de nostalgia e incertidumbre

Domingo de Pascua: día de nostalgia e incertidumbre

La mañana del Domingo de Resurrección es, por muchos motivos, especialmente emotiva para los cofrades. Más allá del sentido cristiano de esta jornada, quienes viven intensamente la Semana Santa durante el año ven y entienden cómo estos días grandes llegan irremediablemente a su fin. Es por eso que la llegada de la Pascua, más que un sentimiento de alegría –que lo tiene–, encierra también una fuerte carga de nostalgia.

Como cada Domingo de Pascua, entre los corrillos cofrades agolpados a los pasos volverá a oírse aquello de “esto ya se ha terminado, señores”, “ya está ‘to’l pescao vendío’”.

Fieles a la tradición, los más pequeños inundarán Granada del sonido de sus campanillas de barro al paso del Dulce Nombre de Jesús. Haciendo escuela y cantera, la Hermandad de La Humildad llevará el alboroto y la algarabía que imprime la estampa de El Facundillo por nuestras calles. La ingenuidad de los niños, capaz de conferirle la magia de la espontaneidad a todo lo que hacen, convertirá a esta estación de gloria en uno de los momentos más enriquecedores de nuestra Semana Santa. Esa que se vive y se siente con una desbordarte ilusión.

Desde que la hermandad dio a conocer el nuevo proyecto de una peana de carrete para presentar al Dulce Nombre, son muchos los que anhelan con ver la renovación estética de este paso. Que aún manteniendo ese sabor de siempre, parece demandar un mayor revestimiento que permita ensalzar aún más si cabe la belleza de esta talla del “Señor de los niños”, como dijo Álvaro Barea en su pregón.

Pero Granada, como cada Domingo de Resurrección, volverá a ofrecer esa icónica fotografía de ver resucitar a Cristo hasta en dos ocasiones. Desde la parroquia de San Miguel, en los Vergeles, llegará la imagen del Señor victorioso sobre su sepulcro ante la atónita mirada de los romanos que, destellados por el fulgor, caerán de espaldas al suelo.

Los sones de La Estrella pondrán melodía a esta hermosa jornada, confiriéndole todo ese sabor y regusto que ofrecen las agrupaciones musicales. La expectación recaerá también en el exorno floral de la Virgen del Triunfo tan arriesgado como innovador pero que se ha convertido ya en un clásico de nuestra Semana Mayor.

La alegría contenida de su paso de palio de malla tampoco dejará indiferente a nadie. Si el sol decide hacer presencia, volveremos a recrearnos en esos destellos que se cuelan entre las bambalinas iluminando el rostro de esta imagen mariana, la última de nuestra Semana Santa en procesionar bajo palio.

Según lo previsto, a las once de la mañana se abrirán las puertas de la Iglesia del Sagrario para poner en las calles la última cruz de guía de nuestra Semana Santa: la de la cofradía de El Resucitado. El paso de misterio de esta imponente imagen de Antonio Barbero seguirá mostrando el camino con su mano izquierda en alto mientras los penachos blancos de El Despojado marcan el compás de la caída en los costeros de la cuadrilla.

La hermandad que dirige Eduardo Iáñez mantiene expectantes a buena parte de los cofrades que anhelan ver cómo avanza la conjunción del nuevo misterio, estrenado en 2018. Algunas nuevas vestimentas se incorporan a las imágenes secundarias ataviadas por Benjamín Rodríguez. La cofradía parece seguir reinventándose, buscando nuevos horizontes estéticos que conjunten las tallas completas de sus titulares con el gran trabajo realizado por Israel Cornejo.

Esto es lo que nos depara el Domingo de Pascua en Granada. Eso sí, si el tiempo lo permite. Hasta el momento los pronósticos de la Aemet auguran una alta probabilidad de lluvia durante toda la jornada, si bien las hermandades manejan otro tipo de partes que les servirán como elementos de juicio ante una eventual decisión.

La hermana mayor de La Resurrección, Eva Valladares, advierte que “las previsiones son que llueve un poco por la mañana y luego por la tarde, pero ante el riesgo de lluvia no saldríamos”. No es un trance sencillo para la responsable de esta corporación nazarena: “En estos momentos es difícil pensar con la cabeza y no con el corazón, por eso estamos reuniéndonos para perfilar los protocolos de la hermandad en estos casos”.

En idéntica tesitura se encuentra Eduardo Iáñez, hermano mayor de El Resucitado: “Hasta ahora los pronósticos no son muy claros pero si antes de salir vemos que están cayendo gotas o hay riesgo de que nos sorprenda la lluvia durante el recorrido, la hermandad realizará estación de penitencia en el interior. En ese sentido, somos conservadores”. Para Iáñez se da la circunstancia que la hermandad “tiene poco margen de maniobra” en estos casos. No obstante, el hermano mayor se muestra optimista y no da cabida al desaliento: “Está claro que no va a ser un día de esos de sol radiante como nos gusta a los cofrades, pero a buen seguro será un domingo espléndido con las tres hermandades en la calle”.

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