La Junta de Andalucía acaba de permitir la vuelta de las procesiones a las ciudades el nivel 1 de alerta sanitaria, como lo está Granada, pero que las imágenes vuelvan a las calles de la ciudad aún está pendiente de la decisión del Arzobispado de la capital, que a esta hora no ha tomado ninguna decisión hacia autorizar o no los cortejos religiosos en exteriores.

La Junta ha permitido esta nueva situación pero con una serie de medidas de seguridad. De un lado, que las personas que porten las imágenes tengan la pauta de vacunación completa o tengan un certificado de recuperación de la enfermedad, y que estas sean el mínimo posible para portar las imágenes. También obliga a llevar mascarillas a todos los participantes en el desfile procesional. Se debe procurar la mayor distancia entre estas personas.

Así, se procurarán itinerarios que no sean largos y que atraviesen vías o calles lo suficientemente anchas para evitar las aglomeraciones del público, evitándose las calles estrechas. También la Junta recomienda que se realizacen en días y horarios que minimicen una gran afluencia de público y en el caso de acompañarse de bandas de música, éstas cumplirán lo estipulado en la normativa vigente y se tomarán las medidas de vigilancia oportunas para evitar aglomeraciones del público.

El runrún llevaba horas circulando. El mundo de las cofradías se ha vio espoleado en la mañana del martes tras conocer la decisión consensuada de los ocho obispos que conforman la provincia eclesiástica de Sevilla por la cual dejaban sin efecto la suspensión de procesiones y romerías en sus respectivas diócesis. Una medida que permitirá a las hermandades y cofradías de estos lugares volver a tomar las calles en las próximas semanas. ¿Qué ocurrirá entonces con los cofrades de la Archidiócesis de Granada donde los obispos aún no se han pronunciado?

Mientras desde el Obispado de Málaga se pide prudencia, Granada mantiene silencio. La Curia granadina no tiene constancia, por el momento, de que vaya a existir un pronunciamiento y explican que, "si es una decisión que afecta únicamente a la Diócesis, deberá ser tratado en el Consejo Episcopal. Pero si es un pronunciamiento conjunto, deberá ser después de las conversaciones que hayan mantenido los distintos obispos".

De momento las restricciones se imponen en la Iglesia granadina sobre la celebración de cualquier manifestación de culto externo pero desde la Federación de Cofradías de la ciudad anhelan que se produzca una revisión de las medidas que afectan a las hermandades y cofradías. El presidente de esta entidad, Jesús Muros, asegura que "dada la situación de contagios que existe, cada vez menor, es probable que en Granada a no mucho tardar se levanten las restricciones. Pero a día de hoy, desconozco cómo va actuar el Arzobispado".

Sin embargo, desde la organización que aglutina a todas las cofradías penitenciales de la ciudad el decreto que han emitido los distintos obispos de Andalucía occidental, Ceuta y Canarias allana el camino para una próxima Semana Santa: "Con este decreto se empiezan a despejar dudas sobre la Semana Santa de 2022 que, según parece, volverá a ser como la conocíamos antes de la Covid-19". Nazarenos, penitentes, mantillas, costaleros y bandas volverían a las calles después de casi tres años de parón. Un impulso que daría alas no sólo a los anhelos de los cofrades sino a la economía local. "Esta medida ya ha tenido un gran impacto en las hermandades y si la Semana Santa de 2022 vuelve a recuperar su imagen, no sólo tendrá un efecto sobre las cofradías, que por supuesto, sino sobre la economía de la ciudad. Si se permite recuperar todo tal cual como lo conocemos, las reservas hoteleras volverán a subir como antes".