La Semana Santa de Granada cancelada por el Covid-19

La Soledad de un Viernes Santo sin cofradías en Granada

  • Ferroviarios, Escolapios, Favores, Santo Sepulcro y La Soledad se quedan en casa por el Covid-19

  • Histórico Viernes Santo sin Campo del Príncipe ni cofradías en las calles

Jornada central de la Semana Santa de Granada.

El inusual canto de los pájaros enarbolados en los plátanos de la Carrera en la tarde del Viernes Santo no es el sonido habitual de la jornada. Ni corretean los niños, ni las familias se agolpan en las aceras al paso de las cofradías, Ni las bandas rompen el horizonte con el redoble de sus tambores y el agudo de las cornetas. El luto se ha adueñado de Granada: se conmemora la muerte de Cristo y la de los miles que, en las camas de nuestros hospitales, han partido de esta vida por una enfermedad dichosa.

Silencio en el Campo del Príncipe a las tres de la tarde. Silencio en San Juan de Letrán, en Escolapios, San Cecilio, Santa Ana y San Jerónimo. Las iglesias de Granada que en este 10 de abril verían partir a sus cofradías realizan estación de penitencia, desnudan sus altares ante el luto de un viernes de negro. Se conmemora la muerte esperando volver a la vida. 

Ferroviarios Ferroviarios

Ferroviarios / G.H. (Granada)

Ferroviarios

Dulces, mesa camilla y vídeos cofrades. Ese es plan de muchos en esta Semana Santa. Los hermanos de Los Ferroviarios vivirán así el Viernes Santo pero también ofreciendo una oración a los titulares, llevando sus plegarias hasta las puertas de San Juan de Letrán y haciendo una donación al Banco de Alimentos, tal y como ha explicado e vocal de Arte y Ornato de la cofradía, Jairo Díaz. Se recupera así la esencia de la estación de penitencia: oración y caridad. Sin más aditamentos. 

Díaz será uno de tantos hermanos que enciendan un cirio ante las estampas del Cristo de la Buena Muerte y la Virgen del Amor y el Trabajo. Pidiendo por todos y por tantos en estos días. En esta misma comunión está Tania Coca, hermana de la cofradía que aunque alejada ahora mismo de la gestión que se hace, mantiene intacto su devoción a la hermandad y a quienes procesionan cada Viernes Santo: "Esto nos va a hacer ver lo importante que es el día a día de la hermandad y que la estación de penitencia es algo secundario", asegura.

Sin embargo, para Coca ver a la hermandad en las calles entraña muchas cosas: encontrarse con amigos que viven fuera pero que cada Viernes Santo no faltan a la cita en San Juan de Letrán. Volver a esos puntos del recorrido que recuerdan a quienes no están o evocar esas marchas que le recuerdan a Ella. ¿Qué es para ti la Virgen del Amor? "Es un sentimiento muy fuerte, como si fuera alguien de mi familia. Verla en la calle es algo así como presentarle a Granada a mi otra madre. Es una explosión de sentimientos", asegura esta hermana ferroviaria.

Salida del Cristo de la Expiración Salida del Cristo de la Expiración

Salida del Cristo de la Expiración / D.G. (Granada)

Escolapios

Hay quienes, día a día, trabajan en la hermandad para que todo marche el día de la estación de penitencia según lo previsto. Entre esas personas están los priostes, encargados del montaje de los pasos y también de la limpieza de los enseres. En Escolapios debutaba como primer espada Juan Pedro Morillas que, entre altares de cultos y oficio en la trabajadera, fragua la vida de hermandad. Desde el confinamiento añora todos los días perdidos. "El coronavirus nos ha robado la Cuaresma. La Semana Santa, directamente, no ha existido", asegura Morillas. Frustración y desazón. Así siente este hermano de Los Escolapios el Viernes Santo.

Morillas mantiene la línea de trabajo de los equipos de priostía anteriores y continuará asumiendo algunas de esas responsabilidades, como ubicar al Cristo de la Expiración en el paso o erguirlo una vez sortee el arco de la puerta de salida. Son momentos de tensión y de emoción. "Se pasa fatal. La imagen del Señor tiene mucho peso y es un sistema bastante delicado. Siempre se hacen mil comprobaciones antes pero también ha habido veces que surgen imprevistos. Te lo juegas todo, y encima con tanta gente mirando". Para el prioste los nudos del estómago no se sueltan. Aunque, en este 10 de abril de 2020, "pagaría por tener todos esos nervios y esa presión". 

¿Un momento de tu Viernes Santo? "Cuando se cierran las puertas de la iglesia, el paso del Señor en su sitio y la Virgen andando mientras suena la Banda de Armilla. Todo a oscuras, solo la luz de la candelería. Es irrepetible pero no solo para mí sino para muchos hermanos".

Penitente de Los Favores Penitente de Los Favores

Penitente de Los Favores / G.H. (Granada)

Favores

Enrique Muñoz tiene 17 años y es uno de esos chavales que lleva las cofradía en la sangre. Este Viernes Santo será el primero desde que tiene uso de razón en el que no acompañe a sus titulares en estación de penitencia. "He salido desde que nací y este año va a ser muy distinto. Nos tocará ser greñúos desde casa, rezando a las tres de la tarde, y realizando nuestra estación de penitencia más espiritual que nunca", explica este realejeño. 

La tradición familiar pesa. El Viernes Santo es día de reunión en torno a la mesa de la abuela Ana. En total, doce, como los apóstoles, dispuestos a consolar el alma y el estómago con las viandas típicas, bacalao con tomate, ensaladilla y otras muestras del recetario de siempre. Enrique mantiene en el recuerdo la rutina de este día: subir a San Cecilio a primera hora, buscar donativos para la Bolsa de Caridad y esperar en el interior de la capilla de salida a que den las tres de la tarde. Mientras todos rezan en el Campo del Príncipe un grupo de hermanos, al pie del paso del Señor, oyen la voz de Fernando González cantando una saeta. No me mueve mi Dios para quererte

Sus años de monaguillo, de cirial y de nazareno forman parte de la joven memoria de este cofrade. Sin embargo, no habrá sarga ni terciopelo que vestir en este 2020. Ni sones de Pasión de Linares ni de Cigarreras. Ni cirios tiniebla. Ni la categoría de un barrio echado a las calles.

Paso del Santo Sepulcro, en Plaza Nueva Paso del Santo Sepulcro, en Plaza Nueva

Paso del Santo Sepulcro, en Plaza Nueva / D.G. (Granada)

Santo Sepulcro

"De forma distinta pero más auténtica e intima". Así vivirá este día de la muerte del Señor la presidenta del Santo Sepulcro, Blanca Sánchez-Agesta. La Hermandad del Santo Sepulcro afrontaba con especial ilusión esta estación de penitencia, con los ojos puestos en el centenario de la corporación que se celebrará en 2024. Los proyectos que afronta la hermandad se encauzan hacia esa fecha, procurando disponer del patrimonio en las mejores condiciones posibles para esa fecha. 

Las vivencias personales se entremezclan con la responsabilidad institucional. Para Sánchez-Agesta será la oportunidad para recordar y adaptar las rutinas del Viernes Santo al contexto actual. "Voy a mantener las tradiciones de la familia aunque no podamos juntarnos todos", asegura. El Viernes Santo y la estación de penitencia es más que "sacar los santos a la calle", que diría el padre Iniesta. Para muchos, como para la presidenta de esta corporación, es un día de familia y de unión: "Todos hacemos estación de penitencia, incluidos mis nietos. Pero este año las cosas vienen como vienen y no queda más que adaptarse a lo que Dios nos manda".

Manos y terno bordado de la Virgen de la Soledad Manos y terno bordado de la Virgen de la Soledad

Manos y terno bordado de la Virgen de la Soledad / D.G. (Granada)

San Jerónimo

El Renacimiento granadino no servirá de marco ambiental a la escenificación barroca de las cofradías. El Monasterio de San Jerónimo no contemplará la puesta de largo de la corporación nazarena que habita entre sus muros. El hermano mayor de La Soledad, Enrique Crespo, siente preocupación por todo lo que está aconteciendo, a nivel social y a nivel cofrade. Además de la desgracia laboral y las muertes que se suceden, tiene puesto los ojos en la celebración del 1 de noviembre, momento en el que a la Virgen de la Soledad le sea reconocida canónicamente la coronación que se efectuó en el siglo XIX.

En estos momentos, Crespo guarda confinamiento junto a su familia, recordando todas las vivencias de los Viernes Santos que el tiempo se llevó. "Intento consolar a mi hijo que este año se estrenaba de mayordomo. No hay forma de guardar la túnica. Este día es especial en mi familia, mis hijos, mi mujer y yo, hemos salido durante muchos años. Le das vueltas a todos esos momentos", asegura. En casa, la jornada se vive entre lecturas, rezos y añoranzas.

Estos sentimientos no son únicos. El prioste de la corporación, Alejandro García, echa de menos los ratos de montaje y de limpieza, de convivencia con el resto de los hermanos. "Siento un poco ese vacío. Y no poder estar en esos momentos a solas, de oración e intimidad, con la Virgen. Esos preparativos hasta altas horas", asegura. Desde su entrada en la junta de gobierno los esfuerzos se han redoblado, junto con el resto de hermanos, en mejorar la presencia de la cofradía: "Ha calado de forma importante en todos los grupos de la hermandad de que ésta tiene que ir por una línea y una estética clásica, de hermandad de negro. Todos los proyectos que hay ahora entre manos miran en esa dirección", dice García Quintero. Este Viernes Santo no podrá comprobarse, habrá que esperar al 1 de noviembre. Día grande.

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