Ya es Lunes Santo en Granada. A las cuatro de la tarde daba comienzo la segunda de las jornadas cofrades de la Semana Santa de Granada. Lo hacía desde la confluencia de Navarra con Polinario, en el barrio del Zaidín, cuando salía la Hermandad del Trabajo.

Miles de personas volvieron a confluir en el inicio de la estación de penitencia de la primera de las cofradías del barrio. El fervor, la ilusión y el entusiasmo latieron en el ambiente, tanto a la salida del paso del misterio como el de la Virgen de la Luz. 

En el Realejo volvió a latir la Semana Santa con la Hermandad del Huerto, que inició su estación de penitencia a las 5 de la tarde. La Amargura coronada, fiel a la tradición, inició su primera chicotá con la marcha Amarguras y con el recuerdo a Enrique Morente.

Y El Rescate, en La Magdalena. Sorpresa en el público al ver vestido, por primera vez un Lunes Santo, de color blanco. La estampa clásica de la que hace siempre gala la cofradía se interrumpió inexplicablemente bajo el pretexto del riesgo de la lluvia y la calima. Los pupilos de José Luis Selfa llevaron al cielo al Señor del Rescate por primera vez desde 2019 a los sones de la formación propia de la hermandad.

Mientras ocurría eso, al mismo tiempo, en la Carrera del Darro, los hermanos de Los Dolores se echaban a la calle. La dolorosa de López Azauste, bajo palio, hizo las delicias del respetable ante un mar de nazarenos de antifaz blanco y cruz borgoñona al pecho.