Cuaresma 2021 | Entrevista a Joaquín León

El León, un bar de cofrades

  • La tercera generación de la familia León mantiene el pulso a la crisis detrás de la barra. Un bar histórico de la ciudad que, tres décadas después, sigue siendo uno de los epicentros del ambiente cofrade de Granada

El León, un bar de cofrades

El León, un bar de cofrades / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

En la calle Pan, junto a Plaza Nueva, se encuentra uno de los santuarios de la cultura cofrade granadina. Un establecimiento que, con más de medio siglo a sus espaldas, vive momentos difíciles y a pesar de todo procurar no perder la sonrisa ni el carácter afable que caracteriza a sus propietarios. Como toda la hostelería, el Bar León resiste de forma numantina a los envites de la pandemia, capeando las restricciones, las limitaciones de aforo y el toque de queda. Con la Semana Santa pisándonos los talones, este señero establecimiento, que vio la luz en 1959, se convierte en un lugar de peregrinación para los cofrades que aprovechan para recrearse con algunos de sus platos más característicos.

- No corren buenos tiempos para la hostelería ni aun siendo un establecimiento histórico de la ciudad.

- Está siendo realmente complicado y especialmente cuando llevamos un año cumplido de pandemia. Empezamos con la incertidumbre de no saber cuándo volveríamos y cuando empezamos, después del confinamiento, empezamos a vivir una situación más normalizada, con el pensamiento de que no podríamos ir a peor. Entonces llegó noviembre y fue una vuelta a empezar. Nuestra situación actualmente se puede considerar como límite.

- ¿Cómo ha afectado la pandemia a la estructura de la empresa?

- Éramos siete empleados. Actualmente, hemos tenido que prescindir de un contratación, muy a nuestro pesar porque no hay volumen de trabajo, dos están en ERTE y el cocinero a media jornada. En total, a un tercio del rendimiento total del negocio. 

- El emplazamiento del local, cerca de Plaza Nueva, os ha favorecido tradicionalmente por la afluencia turística. Pero, ahora mismo, ¿qué público ayuda a sobrevivir?

- Plaza Nueva es uno de los centros neurálgicos a nivel turístico de la ciudad pero por nuestra trayectoria y por la implicación que hemos tenido en la ciudad podemos decir que nuestro público se diversifica en un cincuenta por ciento turista nacional y extranjero; el otro cincuenta, es público local.

- Con un tercio de la carga de trabajo, cincuenta por ciento de la clientela y el aforo limitado, ¿salen las cuentas?

- Nos da para comer. Gracias a la clientela local ahora mismo nos permite sobrevivir.

- Cabe imaginar que esa implicación que tenéis con la ciudad, especialmente con el ámbito de la Semana Santa, lleva a que la gente quiera disfrutar del ambiente cofrade.

- Es verdad que nuestra vinculación con la Semana Santa es más personal que a nivel de empresa. Podríamos decir que nosotros más que un bar cofrade, tenemos un bar de cofrades. No vivimos de los cofrades pero sí es cierto que vienen muchos pero por la relación personal que existe con ellos. Ahora mismo no podemos quejarnos, en Cuaresma hemos notado un incremento de cofrades en esta casa.

- Sin ser un bar cofrade, como decís, el establecimiento tiene varios premios y es hermano mayor honorario de una corporación. 

- Nuestro vínculo con las hermandades es fuerte, de hecho durante los años ochenta el bar llegó a figurar como hermano de varias cofradías. Sin embargo, por motivos jurídicos, en la última reforma estatutaria, donde las personas jurídicas no podían figurar como hermanos de una hermandad aquello de tener lugar. Hubo hermandades, sin embargo, que hermandades aprovecharon la ocasión para hacer hermanos a mi padre (Joaquín León) y mi tío Junior (Antonio León). Además, tenemos un vínculo estrecho con muchas hermandades, como La Concepción, que cuando pasaban por Calle Elvira salíamos a darles caldo y ellos nos dedicaban una chicotá a pulso; y que se mantiene aún hoy cuando la cofradía baja por Plaza Nueva.

"Cuando prácticamente no había casas de hermandad, el Bar León siempre ha tenido las puertas abiertas para todos"

- Fruto de ese vínculo con cofrades y hermandades es por muchos conocido cómo en el Bar León se han fraguado grandes e importantes proyectos.

- Ahora casi todas las hermandades tienen su casa de hermandad pero hubo un tiempo donde después de reunirse en las parroquias o en las sacristías no tenían ese tercer tiempo donde tomarse una cerveza. Y ahí el Bar León siempre ha tenido las puertas abiertas para todos. Y como siempre, los grandes proyectos de las hermandades surgen en a barra de un bar: los primeros donativos para la corona de coronación de Santa María de la Alhambra; el dinero para la multa que Federación iba a imponer a las hermandades que utilizaran en sus carteles la denominación de 'Semana Santa de Granada', que estaba solo reservado para el cartel oficial; además de reuniones con escultores, directores de banda... y alguna que otra candidatura para hermano mayor. 

El León, además, se ha convertido en uno de los baluartes de la restauración relacionada con la Semana Santa, especialmente gracias a la exposición fotográfica y de carteles que cada año preparáis. Aunque este año todo parece más diseminado...

- Los carteles son parte de la esencia del bar en estas semanas. Normalmente llegan carteles de toda España ya que estoy en contacto con coleccionistas que me hacen llegar posters de prácticamente todas partes. Sin embargo este año, con las limitaciones que hay, de fuera de Granada no tenemos prácticamente nada y estoy echando de menos la implicación de los propios cofrades de Granada para traernos sus carteles. Se trata, sobre todo, de mantener la tradición. 

La familia León con algunos de los carteles que han recibido en esta Cuaresma La familia León con algunos de los carteles que han recibido en esta Cuaresma

La familia León con algunos de los carteles que han recibido en esta Cuaresma / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

¿Futuro incierto para el cartel del Bar León?

De carteles va la cosa. Ciertamente, las paredes del local no lucen como otras cuaresmas y se echa en falta, especialmente, una de las producciones señeras de la producción gráfica de la Semana Santa de Granada: el propio cartel que, desde hace décadas, edita la propia empresa. En 2020, la publicación del cartel pudo resultar uno de los últimos actos que se celebraron antes del decreto del estado de alarma y el confinamiento y no dio tiempo, prácticamente, a hacer llegar el cartel a ningún lado. En esta Cuaresma, la suerte no ha corrido a favor tampoco y, directamente, el Bar León no ha editado cartel. Al menos, la familia León ha improvisado una exposición con algunos de los carteles más recordados de las últimas décadas.

- ¿Es un adiós o un hasta luego?

- Hemos estado dándoles vueltas durante mucho tiempo y decidimos no hacer cartel este año por dos motivos. El primero de ellos porque el cartel no iba a cumplir con su principal objetivo, que es dar a conocer la Semana Santa de Granada más allá de nuestra ciudad. Con los cierres perimetrales eso no iba a poder hacerse. La segunda, y quizá la principal, es la cuestión económica. Para nosotros ahora mismo no es viable y tampoco ético, no podemos hacer un gasto así teniendo a empleados en ERTE. Así que, por ahora, es una pausa.

- Entonces, ¿habrá que esperar al 2022, cuando a la Hermandad de la Soledad de San Jerónimo le tocaría ser la protagonista del cartel?

- Estamos considerándolo aunque existe un problema en torno a las fotos. El año que viene no habrá imágenes de las hermandades en la calle y tampoco las hubo de la Semana Santa de 2020. No contentos con eso, en 2019 llovió el Viernes Santo y la hermandad no salió a la calle. Por tanto, tendríamos que tirar de fotografías de archivo y eso rompe la filosofía del cartel. Así que habrá que esperar, por lo menos, al 2023; siempre que podamos contar con fotografías de la Semana Santa de 2022 en la calle y que la empresa perdure para esas fechas. 

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