Crónica | Martes Santo 2022

Un cielo sin piedad: la lluvia echa por tierra el Martes Santo de Granada

  • La lluvia intermitente que empezó a hacer presencia a partir de las seis de la tarde anuló la posibilidad de que las cuatro cofradías de la jornada realizara su estación de penitencia

Un cielo sin piedad: la lluvia echa por tierra el Martes Santo de Granada

Un cielo sin piedad: la lluvia echa por tierra el Martes Santo de Granada / Antonio L. Juárez | PHOTOGRAPHERSSPORTS

Los peores pronósticos se cumplieron. Y es que, a pesar de la espléndida mañana que hizo este Martes Santo, la tarde fue ganando en masas nubosas que trajeron sobre Granada una lluvia intermitente que frustró cualquier posibilidad de ver cofradías en la calle. Tarde complicada en la gestión, con titubeos por parte de las hermandades antes de tomar la decisión definitiva de suspender sus respectivas estaciones de penitencia. La primera en verse abocada a dar por perdida su salida fue la Hermandad de la Lanzada, que lo intentó hasta el último momento. Sucesivamente, el Santo Vía Crucis y La Esperanza hicieron lo propio. Dos horas también esperó la Hermandad de la Cañilla para, finalmente, claudicar ante la amenaza de lluvia. 

Veinte minutos antes de la hora prevista para que La Lanzada decidiera cuál sería su futuro, la junta de gobierno - presidida en esta ocasión por el teniente de hermano mayor, Miguel Ángel Peláez - se reunió para posponer en una hora la decisión de si salir o no. No cesaron las llamadas de teléfono, los contactos entre las hermandades y los análisis a los partes meteorológicos. En este momento llegaba la información, a través del los representantes de la Federación de Cofradías, que las cuatro cofradías se ponían de acuerdo para retrasar en bloque todos los horarios previstos inicialmente. A partir de aquí se precipitó lo que la lógica imponía: la lluvia cercenaba cualquier posibilidad de un Martes Santo al uso.

La irremediable decisión

Encrucijada en la parroquia de los Dolores. La cofradía intentó hasta el último momento y con los pronósticos a la contra ponerse en la calle para realizar estación de penitencia. Sin embargo, la realidad dio de bruces a la cruz de guía, portada por uno de los veteranos hermanos de la corporación. La lluvia empezaba a arreciar e imposibilitaba cualquier intento de que la cofradía saliera de casa. Desanduvo los pasos el diputado de horas y tal como se habían abierto las puertas de la iglesia, entre aplausos y paraguas, volvieron a cerrarse. Emoción contenida en los hermanos que presagiaban un irremediable final.

Las hermandades, coordinadas para intentar salvar la jornada: "el tiempo ha jugado en nuestra contra"

Un día especialmente duro para los hermanos de La Lanzada, marcado por el luto en la junta de gobierno, que se sintió en todas y cada una de las parejas de nazarenos que había en el templo. No cruzaron los cirios morados el dintel de Los Dolores pero rezaron para que uno de los suyos cruzara la verdadera puerta de la gloria. Arropados, en todo momento, estuvieron el Moreno del Zaidín y la Virgen de la Caridad bajo un palio rojo que quedó inédito en este tiempo de post-pandemia.

El camino de la Amargura

Los nazarenos del Santo Vía Crucis no pudieron recrear, como cada año, el mismo camino que anduvo Jesús con la cruz a cuestas. No se rezaron las estaciones en la calle, ni los altares adornaron el regreso de la cofradía de vuelta por el Paseo de los Tristes. Nuestro Padre Jesús de la Amargura quedó en la casa de hermandad esperando que, bajo las trabajaderas, los costaleros de la decana lo llevaran de nuevo hasta el cielo de su barrio. Habrá que esperar, pues, hasta 2023. Será en ese Martes Santo cuando la Virgen de los Reyes, con su rostro enmarcado de granadinas maneras resplandezca con sus manos juntas - y sin esa cruz tan especial que portaba entre ellas - entre el brillo y la luz de la candelería.

El hermano mayor de la cofradía, Vicente Gomariz, tenía claro el sino de la tarde: "un diez por ciento del corazón nos decía de echarnos a la calle, por cómo había ido todo el Domingo de Ramos y el Lunes Santo y por estos dos años de pandemia. Pero luego había un noventa por cierto que lo ha marcado la realidad". Gomariz, asimismo, ha destacado "todo el trabajo de coordinación que ha habido por parte de las cuatro hermandades para salvar el Martes Santo pero ha sido imposible, el tiempo estaba en nuestra contra".

El valor del reencuentro

Cuando pasaban las siete y media de la tarde, la junta de gobierno de la Hermandad de la Esperanza abandonaba la sacristía de Santa Ana para comunicar al resto de los hermanos la decisión que se había adoptado respecto a este Martes Santo. La lluvia y sus previsiones dejaban entrever el final. Pero en la voz rota del hermano mayor, una frase para el recuerdo: "En estos dos años nos hemos visto por Facebook y Twitter. Pero necesitábamos vernos y volver a juntarnos. Al menos esta tarde lo hemos conseguido".

Aguardaron los pasos de la cofradía en el interior del templo, que recibieron la visita de cientos de cofrades mientras la iglesia permaneció abierta. El frío no disipó las ganas de recrearse en los detalles del paso de palio, en la exquisitez de la Virgen de la Esperanza y en los sueños no cumplidos de ver a Jesús del Gran Poder con túnica bordada por primera vez un Martes Santo. 

La dichosa pandemia

Si el Domingo de Ramos el consiliario de la Federación, José Gabriel Martín, señalaba que la Semana Santa se escribe con 'v' de volver, el hermano mayor de La Cañilla tenía igualmente claro el mensaje que cabía extraer de este Martes Santo pasado por agua. Germán Bolívar, desde el presbiterio de Santo Domingo, se dirigía a sus hermanos y les confesaba, tras haber suspendido la estación de penitencia que "es preferible que no salgamos por que está lloviendo a que no podamos salir por la dichosa pandemia".

En el presbiterio de Santo Domingo quedaron dispuestos los pasos de la cofradía ante los cuales pasó toda la Granada cofrade. No pudo ser este Martes Santo pero en La Cañilla, al menos, les consuela saber que el Viernes Santo una nueva oportunidad se abre para visitar el Campo del Príncipe con La Soledad. O esperar al Domingo de Pascua para llevar la alegría de la resurrección con el Dulce Nombre de Jesús.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios