‘Lo que no se vio’ de la visita del Rey Felipe VI a la Virgen de las Angustias de Granada: “Nos transmitió que volvería a visitarnos”

Hace más de cuatro décadas, una mañana de 1980, llegaban hasta el corazón de la ciudad el Rey Juan Carlos I y Doña Sofía. En un viaje institucional a Granada, dos años antes de la visita del Papa San Juan Pablo II, acudieron a la Basílica Patronal de las Angustias. Un enclave que, además de atesorar la devoción más honda de los granadinos, guarda una vinculación muy estrecha con la Casa Real Española, cuyo monarca ostenta el título de Hermano Mayor Honorario Perpetuo.

Acompañados por Don Felipe, en aquel momento Príncipe de Asturias, y las Infantas Elena y Cristina accedieron hasta el presbiterio para rendir honores a la Virgen de las Angustias. Posteriormente, la Junta de Gobierno de la Hermandad Patronal los condujo hasta la estancia más sacra de todo el complejo monumental: el Camarín.

Bajo sus cúpulas, los Reyes Eméritos tomaron conciencia de los estrechos lazos que unían a la monarquía española y la corporación, que germinaría en el siglo XVI gracias a la donación de un lienzo por parte de la Reina Isabel la Católica. Desde la Dinastía de Trastámara hasta la actual Dinastía de los Borbones, pasando por los Austrias, multitud de monarcas se han postrado ante una Sagrada Imagen que, con orígenes históricos y legendarios, ha sido considerada durante más de cinco siglos el ‘Amparo de la ciudad de Granada’.

Sin duda, lo que más sorprendió a los granadinos de la época fue la incredulidad del Príncipe Felipe, en aquel momento un adolescente de tan solo 14 años. A través de la gestualidad, captada por las cámaras de la época, no podía contener la estupefacción ante la magnificencia del Camarín, así como de toda la Basílica.

43 años más tarde, Don Felipe volvió aquel Templo Patronal donde dejó entrever su ‘sorpresa’ infantil. Esta vez como el Rey Felipe VI, el séptimo monarca de la historia de España que se postró a las plantas de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granda y su Archidiócesis. Y junto a Su Majestad, y una decena de autoridades civiles y eclesiásticas, el hermano mayor de la Hermandad Patronal, Antonio González. El último domingo de septiembre, 121 días después de aquel regio encuentro, desvela a Granada Hoy los detalles que escaparon de la vista de todos los granadinos sobre aquella visita, que ya es historia de Granada y la Casa Real Española.

Pregunta. ¿Qué supuso para la Hermandad Patronal la visita del Rey Felipe VI?

Respuesta. Un orgullo, y a la vez esa ratificación de una vinculación centenaria. Todos sus antepasados, monarcas de España, han ido manteniéndola con la Hermandad Patronal. Desde la Reina Isabel la Católica, que regala la tabla de Francisco Chacón, se han ido sucediendo esos encuentros con la Corona.

P. ¿Cómo se gestó la visita del Rey Felipe VI?

R. La Hermandad Patronal solicita rigurosamente cada año la presencia de Su Majestad, ya que es Hermano Mayor Perpetuo desde el Rey Fernando VI. Juan Carlos I acudió en su día, y estábamos intentando que viniera el Rey Felipe VI. Estudiamos la posibilidad. Comprobamos que visitaría Granada y, con una serie de gestiones a través de miembros que habían estado en la Casa Real, se considera que podría venir a visitarnos. Así se cerraba un capítulo ya abierto.

P. ¿La Hermandad le regaló algún recuerdo a Su Majestad?

R. Sí, una foto de él con 14 años frente a la Virgen de las Angustias y sus hermanas y la medalla conmemorativa.

P. ¿Cómo fue la visita?

R. A su llegada, saludó a los granadinos que estaban esperando, la Carrera de la Virgen estaba llena de gente. Entró en la Basílica a los sones del Himno Nacional de España y, una vez en el Camarín, se le presentó a la Junta de Gobierno y las Camareras. Se le abrió el Camarín y todo lo que conlleva, ese misticismo que siempre tiene la Virgen. A sus plantas, se le entregó la medalla de Hermano Mayor Honorario Perpetuo. Dije unas palabras breves, en las que hice referencia a esa historia que era realmente la valedora de aquel momento. Posteriormente firmó en el libro de la Hermandad. Unas páginas que custodian firmas como la del Papa San Juan Pablo II, así como todas las autoridades que han visitado la Basílica.

P. Antes de este nombramiento, Su Majestad ostentaba un cargo honorífico en la Hermandad Patronal.

R. Cuando estuvo estudiando en la Base Aérea de Armilla se le nombra Decano de Honor. El Príncipe de Asturias, atendiendo a esa vinculación tan especial, siempre es Hermano Decano de Honor de nuestra Hermandad.

P. No sé si recuerda alguna anécdota o comentario del Rey Felipe VI durante esa visita.

R. Le comenté algunos regalos que la Virgen portaba en aquel momento. El bastón de mando de Alfonso XII o la gran cruz de la Orden del Mérito Naval de Don Juan de Borbón. Su Majestad vio también el escudo de Fernando VI, la tabla donde se nombra Hermano Mayor Perpetuo. Tomó conciencia de esa vinculación que no es honorífica. Muchas hermandades nombran a la Corona, pero aquí son Hermanos Mayores Perpetuos. Una vinculación mucho más estrecha.

P. ¿Ha sido una invitación aislada?

R. No, cada año se invita al Rey a la procesión del último domingo de septiembre. Generalmente y, en su nombre, acude el Teniente General del Madoc. En el momento en el que accede a la Basílica Patronal, se le cede el báculo de Hermano Mayor Honorario.

P. ¿Volverá el Rey Felipe VI a la Basílica de las Angustias?

R. Así lo transmitió durante la visita. Desde la Hermandad le emplazamos a que volviera en otro momento.