Reza el dicho que tres jueves tiene el año que relucen más que el sol. No será exactamente así este 14 de abril aunque, al menos, parece que la lluvia dará tregua a la Semana Santa de Granada. Con el cielo parcialmente nublado, el pronóstico permitirá a las cofradías del Jueves Santo - después de tres años - volver a ponerse en la calle. La pandemia dio al traste con las estaciones de penitencia del 2020 y el 2021, pero tampoco el 2019 fue propicio para ellos ya que se desgarró el cielo en una masa de lluvia, granizo y truenos que dejó inédito el ambiente cofrade.

En este 2022, con los pronósticos a favor de obra las hermandades se preparan para vivir y disfrutar de un Jueves Santo memorable. La Hermandad de la Concepción, después de más de mil días sin vestir la túnica nazarena de sarga negra y cíngulo blanco, será la encargada de volver a abrir la carrera oficial. En el ánimo de sus hermanos, pero también en el resto de las cofradías, la ilusión, las ganas y el anhelo de procesionar junto a sus titulares. 

La Concha

El Convento de la Concepción ya huele a clavel. La fragancia que exuda el paso de palio de María Santísima de la Concepción denota que llega el día grande. Este mismo jueves, desde primera hora, se ultiman los detalles antes de la estación de penitencia: los últimos retoques en la flor, en la organización antes de que el hermano mayor entregue el palermo plateado al diputado mayor de gobierno. 

El máximo representante de la cofradía, José Arcoya, señalaba con ilusión la llegada de este Jueves Santo: "este año sí. Los hermanos se han volcado y la ilusión es máxima. La gente se ha animado a salir desde el primer momento y hasta última hora hemos repartido papeletas de sitio. Estamos felices, contentos". Granada volverá a soñar con la mecida cadente del Señor del Amor y la Entrega, caminando delante de María Santísima, de azul y plata.

Salesianos

La Virgen de la Salud ha sido invocada en estos dos años de pandemia como nunca antes. Este Jueves Santo volverá a ser centro de atención entre los cofrades y zaidineros que se agolparán a lo largo del recorrido de la cofradía. El paso de palio volverá a encandilar con la sutileza de la flor y la vestimenta de la dolorosa de Israel Cornejo. Aquí, un elemento más del trabajo que ha venido realizando la cofradía en los últimos años para reforzar su presencia e identidad en la estación de penitencia. 

Buque caoba de filigrana barroca perfilará la silueta, un año más, del Señor de la Redención. El crucificado de Fernández Díaz, que evoca en su hechura el dibujo carmelitano de San Juan de la Cruz, dará dimensión de su pálida muerte a los sones de La Elevación: banda de gran categoría que ya pudo disfrutar Granada el pasado Domingo de Resurrección.

Aurora

El Albaicín se teñirá de blanco y rojo para recibir a la Hermandad de la Aurora. Tras tres años de ausencia en la calle, la ilusión y el compromiso de los hermanos se ha redoblado para hacer de la estación de penitencia de 2022 el sueño más esperado. 

El Señor de Perdón, flagelado en su marmórea columna, discurrirá por las calles de la ciudad a hombros de los pupilos de Javier de la Oliva. Jesús Despojado se convertirá en legión para ponerle música al trabajo valiente del misterio. Guapa, como siempre, María Santísima de la Aurora navegará entre un mar de salves y vítores: las pasiones de un barrio que muere por el llanto de la dolorosa de san Miguel.

Estrella

A las 18:00, desde San Cristóbal, la Hermandad de la Estrella iniciará su estación de penitencia. Los nazarenos de túnica negra y capa dorada recorrerán el corazón del Albaicín para acompañar consigo a Nuestro Padre Jesús de Pasión. El paso del nazareno de Dubé aparecerá completo en su talla y su dorado tras haber incorporado sobre la mesa de la canastilla brazos de luz con los que hacer resplandecer el delicado trabajo de ebanistería de los hermanos Caballero.

María Santísima de la Estrella lucirá nuevamente en las calles de Granada bajo su palio azul bordado. Lo hará sobre la cerviz de los costaleros que comanda Andrés Palacios y bajo los acordes de la banda de Nuestra Señora de los Dolores. Sinfonía de luz, música y sentimiento se desplegarán a lo largo de la jornada pero, muy especialmente, cuando la hermandad, una vez esté en el barrio, aterrice en Plaza Larga.

El Silencio

Del bullicio, la alegría y la pasión desbordada al mutismo. Cuando sea medianoche, el Cristo de la Misericordia atravesará el intradós de la puerta de San Pedro para imponer el silencio con su presencia. A oscuras, sin más luz que los cirios de sus hermano y los cuatro hachones del paso, la cofradía regalará la estampa más clásica de la madrugada del Viernes Santo granadino.