En tan solo siete días, Granada estallará en una fiesta de fervor, devoción y sentimiento. Tradición, cultura y fe desbordada por las calles al inicio de una nueva Semana Santa. Y como preludio de todo ello, las hermandades y cofradías han regalado un fin de semana, en las vísperas del Domingo de Pasión, cargado de las más bellas estampas que regala la cuaresma granadina. 

Más de treinta citas han llenado los templos y las calles de Granada para disfrutar del último fin de semana antes del Domingo de Ramos: los últimos ensayos, montajes de pasos, vía crucis, traslados, conciertos, pregones, triduos, quinarios y funciones principales. 

El vía crucis más bonito del mundo

En este tiempo de penitencia y conversión, las hermandades granadinas preparan sus respectivas salidas con el rezo del vía crucis por las calles de la ciudad. Hasta tres cofradías pusieron la cruz de guía sobre el asfalto para emular el camino de la cruz con sus respectivas catorce estaciones. Así, hicieron lo propio la Hermandad del Trabajo por las calles de su feligresía, en un acto de piedad que contó con el respaldo de sus vecinos y devotos, pero que tuvo como protagonista el incidente con la Policía Local y las situaciones de peligro que se vivieron con el tráfico rodado pasando junto a la cofradía.

Vía crucis con el Cristo de la Redención

Como parte de sus cultos cuaresmales, la Hermandad de los Salesianos llevó a las calles al Cristo de la Redención en un solemne vía crucis. Próximos a ellos, también quisieron cobrar protagonismo en esta Cuaresma los fieles de San Pío X quienes salieron por primera vez a la calle con más voluntad que decoro. 

Sin embargo, en las vísperas del Domingo de Pasión la Hermandad de la Estrella volvió a protagonizar uno de los momentos icónicos de la religiosidad popular de la tierra: el vía crucis hasta el Cerro del Aceituno, rememorando el tradicional rezo estacional que se viene haciendo en el Albaicín desde 1756. Desde la Iglesia del Salvador partió la cofradía del Jueves Santo con las imágenes de Jesús de la Pasión y de la Virgen de la Estrella. Arropado por los hermanos, devotos y curiosos, la hermandad transitó hasta la ermita de San Miguel en un itinerario tan único como excepcional, sorteando la Cerca de Don Gonzalo y con una panorámica a la ciudad, a la Alhambra y el Generalife. Con razón se le puede llamar el vía crucis más bonito del mundo.

Traslado del Señor de la Amargura

Y mientras ello tenía lugar, en San Juan de los Reyes el Señor de la Amargura abandonaba su templo con la oración de sus hermanos. La Hermandad del Santo Vía Crucis trasladaba a su titular hasta la casa de hermandad en un acto tan sencillo como solemne, que llevaría a este nazareno hasta su coqueto paso, junto al de la Virgen de los Reyes. 

Domingo de besapiés y veneración

El último domingo antes del inicio de la Semana Santa trajo consigo actos de besapiés y veneración. Recuperando, poco a poco, la normalidad, las cofradías expusieron ante los fieles a sus respectivos titulares antes de que estos queden entronizados. Así lo hizo Nuestro Padre Jesús de la Pasión en la iglesia de San Cristóbal, después de haber presidido la función principal de la hermandad, enmarcado en un dosel y con la misma túnica que lució durante el vía crucis.

En el bajo Albaicín, los Amigos de San Andrés -encargados de recuperar la devoción al Cristo de la Salud- están inmersos en la celebración de los cultos a este crucificado quinientista. Como parte de las actividades organizadas en esta Cuaresma, ha estado el acto de veneración de la imagen: dispuesta en el centro del presbiterio, con un calvario roca y la Virgen de las Angustias, a los pies. Una muy cuidada presentación que consiguió hacer las delicias de los fieles que admiraron tan singular altar. 

Cultos al Cristo de la Salud, en San Andrés

Sin grandes concesiones estuvo al alcance de los fieles la imagen de Jesús Despojado: túnica morada, jarras de iris y dos parejas de hurricanes sirvieron para recuperar el besapiés al Señor del Fígares. Uno de los últimos actos de la hermandad antes de proceder al traslado de los titulares hasta la casa de hermandad, desde donde saldrá la cofradía el próximo Domingo de Ramos. 

Y a las orillas del Genil, en la iglesia de San José de Calasanz, el imponente crucificado de la Expiración esperó, sobre el antiguo paño funerario de la casa ducal de Gor, que los hermanos escolapios lo entronizaran sobre su paso. Besapiés durante toda la jornada que culminó con uno de los actos tradicionales de la Cuaresma, que concitó al respetable en las naves del templo calasancio. 

La voz de los pregoneros

El pregonero de la Juventud, Pedro Navas, durante su intervención

Pedro Navas fue el encargado de llamar a los jóvenes al compromiso con las hermandades a través de un sentido pregón, llamando a los benjamines cofrades a estar al servicio de sus respectivos institutos. La iglesia de Santo Domingo fue el escenario escogido para la celebración del Pregón de la Juventud, en el que el exaltador abrió el pecho para dedicárselo a quienes ya no están, y le han acompañado en sus primeros años como cofrade. Recuerdo y dedicatoria que le llevaron también a cantar las maravillas de las hermandades granadinas, pero también a las vivencias que comparte en el Lunes Santo malagueño. 

El pregonero del Costalero durante la declamación del texto

En la mañana del domingo, el patio del Ayuntamiento de Granada acogió el ya tradicional Pregón del Costalero que cada año organiza la Hermandad de la Santa Cena. En esta ocasión José Manuel Franco fue el encargado de exaltar la figura de quienes, cada año, se encargan de llevar sobre sus hombros o sobre su cerviz los pasos de nuestra Semana Santa. Un acto que contó con la presencia del presidente de la Federación de Cofradías, Armando Ortiz, y la concejal de Juventud, Sandra Rodríguez.