Semana Santa
  • El escolapio pronunciaba en 1997 uno de los pregones más celebrados de la historia de la Semana Santa de Granada, con su exaltación al paso de palio o su aforismo de 'los 'santos' a la calle'

¡Los 'santos' a la calle!: 25 años del pregón del padre Iniesta

¡Los 'santos' a la calle! ¡Los 'santos' a la calle!

¡Los 'santos' a la calle! / J.L. Montero

Escrito por

D. García Trigueros

"¡Los 'santos' a la calle!, a buscar nuestro sol y la luna alhambreña de la Pascua que enmarcan el paso, los pasos del Señor! ¡Los 'santos' a la calle! Para que Él marque con su sangre de cordero las puertas redimidas. ¡Desde la Sierra hasta la Vega, a la calle con nuestros titulares!"

A escasas horas del estreno de un nuevo Domingo de Ramos a las puertas de la iglesia de San Andrés, la ciudad y con ella su Semana Santa espera volver a recuperar parte de su normalidad. Tras dos años de ausencias, son muchos los que hoy recuerdan ese mítico párrafo del pregón de la Semana Santa de 1997, pronunciado por el escolapio Enrique Iniesta Collaut-Valera y que terminó siendo uno de los grandes revulsivos del movimiento cofrade en Granada: ¡los 'santos' a la calle!

Cuando se cumplen veinticinco años de aquel momento, son muchos los que recuerdan aquella hazaña. Era la primera vez que un sacerdote, y cofrade, asumía la responsabilidad de cantar las glorias de la Semana Santa y pronunciar, entre un tono a medio camino entre la lírica y la instrucción, un pregón con el que se marcó un antes y un después en la vida de las cofradías granadinas: "desde un punto de vista poético no es el mejor pregón que se ha dado, pero es sin duda el que más mensaje ha tenido".

El legado del padre Iniesta

Irónico, simpático y reflexivo, Iniesta sigue esbozando sonrisas entre quienes lo recuerdan. El que fuera concejal del Ayuntamiento de Granada y antiguo pregonero, Fernando Egea, fue uno de los grandes amigos de este cura escolapio. Echando la vista atrás y recordando su figura lamenta profundamente que Granada no haya sido más considerada con su memoria y su legado. Muy especialmente porque, en su opinión, "la Semana Santa que hoy vivimos es gracias a él: el padre Iniesta consiguió remover los cimientos de la piedad popular en Granada".

Fernando Egea sobre el pregón del padre Iniesta: "Hizo ver que miles de personas se acercan a Dios a través de las hermandades"

Para Egea, como para muchos otros, el pregón de Iniesta fue un punto de inflexión en la vida de las hermandades y, especialmente, en la relación del mundo cofrade con la Iglesia católica. Su pregón, entre otras muchas cosas cosas, consiguió que los sacerdotes empezaran a actuar de una forma distinta respecto a las cofradías y cambiara su visión de la religiosidad popular", confiesa.  Además, "puso a los cofrades en un punto muy importante para la Iglesia e hizo ver que miles de personas se acercan a Dios a través de las hermandades".

Y el conocido aforismo de "los 'santos' a la calle": un revulsivo. "Aquella frase, incitando a que los cofrades sacáramos imágenes en procesión marcó un antes y un después. Que un cura dijera eso fue dar alas a las hermandades ya que antes de eso todo eran pegas y prohibiciones", asegura Fernando Egea. Una opinión que comparte el periodista Jaime Bedmar, el último alumno escolapio que vio a Iniesta antes de morir en julio de 2010: "es el mejor eslogan de la Semana Santa de Andalucía. El mejor impulso para respetar y entender que la Semana Santa va más allá de la imagen y de la escenificación. Cuando él dice eso estaba lanzando un grito de vitalidad y de esperanza para muchísima gente, para muchísimos colectivos. Tuvo una idea feliz. No solo para la Semana Santa de Granada sino para lo que significa la forma de entender las cofradías desde todos sus vértices".

La 'máquina de la belleza': alegoría del paso de palio

Paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor Paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor

Paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor / Álex Cámara (Granada)

Uno de los pasajes memorables del pregón del padre Iniesta es el recuerdo que el sacerdote tuvo para la figura de la Virgen y lo que suponía, de un modo poético, un paso de palio. Para el escolapio esta expresión artística, conjunción de orfebrería y bordados, suponía la sublimación de la cultura cofrade y su modo de interrelacionarse con la experiencia sensible de la fe. Una 'máquina de la belleza', decía, que constituía "el trono en el que ella reina, el compás de su andar, el landó en que nos llega, una ración de cielo; [...] su casa, su joyero, su tocador privado, el carmen en que vive [...], la oficina en que atiende, la puerta de los cielos, un resumen de gloria".

Una oda que, como recuerda Fernando Egea, ejemplificaba las palabras del papa Juan Pablo II cuando expresaba la relación que los cristianos tienen con el arte y la belleza como medio para acercarse a Dios: "¿y acaso hay algo más bonito que un paso de palio?". De ahí que fuera Iniesta uno de los impulsores en llevar un palio desde Granada a la Ciudad Eterna, el de la Virgen del Mayor Dolor; y de ahí que en, 2016, sus palabras siguieran sobreviviendo a su cuerpo, cuando se hizo tangible el palio de la Virgen de los Remedios.

En aquel entonces, como hoy, se recuerda el pregón de Iniesta y, con ello, su trabajo y compromiso con las cofradías. El padre Iniesta se enfrentó con dignidad en todo lo que tuvo que ver con las hermandades. Lo demostró con nobleza y lo demostró con hechos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios