La noche se hace día en Granada

En los albores del siglo XX, la torre mudéjar de la Iglesia de San José tañía sus campanas anunciando la misa dominical. Allí, en una de las capillas laterales, se erguía el Santísimo Cristo. Bajo las advocaciones de Salvación y Expiración, los albaicineros llevaban siglos elevando cientos de plegarias aferrados a la forja de un cancel. La maestría de la gubia de José de Mora, el escultor de cámara de Carlos II, había legado a la ciudad una de las obras cumbres del arte sacro andaluz. Cincelada sobre madera de pino, la agonía de Jesús se veneraba entre las bóvedas del templo.

En el silencio de la oración nacería el afán de un grupo de granadinos que, vinculados a la Delegación de Hacienda, soñaban con hacer de las noches granadinas una eterna madrugada. En el rostro de la Sagrada Imagen de José de Mora encontrarán la Misericordia de una ciudad, que le regalaría la más bella advocación a una de sus devociones más consolidadas en su historia.

El histórico Café Colón, situado en la actual Puerta Real de España, acogería espontáneas reuniones cada domingo. Entre los presentes el Rvdo. Sr. Guevara Horcas, párroco del templo albaicinero, escuchaba atentamente las intenciones de los feligreses. Frente a él, el pintor Gabriel Morcillo, José M. Domínguez Nieto y los hermanos Carazo, tal y como reflejan los estudios del célebre investigador de la Semana Santa de Granada, Antonio Padial Bailón. Este sería el germen de la Hermandad de Silencio, que hoy celebra sus primeros cien años de existencia.

La celebración de este I Centenario Fundacional se circunscribe también al calendario de actos del Año Jubilar de la Esperanza 2025, inaugurado por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro de Roma el pasado mes de diciembre. Para tal efeméride, el Santísimo Cristo de la Misericordia preside el Altar Mayor de la Santa Iglesia Catedral de Granada. Su presencia en el presbiterio responde a la devoción centenaria que profesan los fieles a la Sagrada Imagen, sustentada por tres férreos clavos sobre una cruz de clásica taracea granadina.

Este domingo quedará grabado en la historia cofrade de la ciudad. Los granadinos y granadinas volverán a alzar esta tarde la mirada hacia el Santísimo Cristo de la Misericordia, que procesionará por las calles del centro de la ciudad de día, y con música. Sonarán marchas procesionales de corte fúnebre tras el paso procesional, interpretadas por la Banda y Unidad de Música Los Ángeles de Granada. Una estampa histórica, que desafía el imaginario colectivo de los cofrades. El sol irradiará luz ante el Señor de la Misericordia.

Y tras Él, el pueblo de Granada, siguiendo la estela del crucificado que cobra vida cada madrugada del Viernes Santo. Hoy, la noche se hace día al paso del Santísimo Cristo de la Misericordia.