Paisaje y paisanaje

Antonio Castillo Martín: paisajista del Agua

  • Investigador y docente en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de la UGR, ha trabajado en diferentes ramas de la hidrogeología del sureste español

Castillo desarrolla su actividad científica y docente en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y en la Universidad de Granada. Especializado en hidrogeología, realizó su tesis doctoral en 1985 sobre el acuífero de la Vega de Granada. A lo largo de su dilatada carrera profesional ha trabajado sobre diferentes ramas de la hidrogeología del sureste español. La especial aridez de ese territorio, la escasez de recursos hídricos y la fragilidad de los agroecosistemas asociados, le ha llevado a preocuparse especialmente por una gestión sostenible del agua.

En toda su vida académica e investigadora ha tenido una gran importancia Sierra Nevada donde se dedicó durante años al estudio de la hidrogeología de las "rocas duras" y muy especialmente al conocimiento de las lagunas de origen glaciar habiendo publicado dos libros de referencia al respecto.

–Entre los muchos calificativos que tiene Sierra Nevada, tú te has referido en alguna ocasión a ella como una 'Montaña de Lagunas', aunque esta faceta sea menos conocida por mucha gente.

–Las lagunas de Sierra Nevada son pequeñas, y muchas de ellas lamentablemente temporales, nada que ver con los grandes lagos de Pirineos o Alpes. Lo que si es verdad es que Sierra Nevada tiene muchas. En ese sentido, en alguna ocasión la he calificado, efectivamente, como una "montaña de lagunas".

–Las lagunas glaciares son los "nacimientos", las fuentes más altas de Andalucía.

–Si. Las lagunas, no todas claro, reprendan las fuentes más altas de Andalucía y el nacimiento de los ríos de sus respectivas cuencas. Como curiosidad, cabe decir que una parte de los geógrafos árabes consideraban a la laguna del Mulhacén como el nacimiento del 'Gran Río', el Guadalquivir, ya que para ellos esa distinción le correspondía a la fuente más alta, y no a la más lejana como ocurre con los geógrafos europeos.

Antonio Castillo recibe el Premio Andalucía Medio Ambiente Antonio Castillo recibe el Premio Andalucía Medio Ambiente

Antonio Castillo recibe el Premio Andalucía Medio Ambiente / I. H.

–¿Qué tienen de especial las lagunas de Sierra Nevada?

–Uf, es difícil dar una respuesta breve a esa pregunta. Son muy singulares y especiales, nada que ver con las de otras grandes montañas del mundo. Lo son por su fauna y flora endémicas, por ser de las más altas de Europa, por responder a un glaciarismo "suave", por su condición privilegiada de testigos paleoambientales, por su anacronismo climático… Son muy especiales, si.

"Las lagunas de Sierra Nevada, las más altas de Europa, están formadas por un glaciarismo suave y son privilegiados testigos paleoambientales"

–¿Cuántas lagunas y lagunillos hay exactamente en Sierra Nevada?

–El número es abierto, tanto por exceso, como por defecto. En Lagunas de Sierra Nevada (2009) hubo que cerrar un inventario lo más exhaustivo posible, que hasta entonces no existía, y dijimos que había 74, entre lagunas, lagunillos e incluso 'charcas'.

–Lagunas versus lagunillos. ¿Dónde está la diferencia?

–No existe una definición, fórmula o criterio fijo para esa diferenciación. Digamos que es por tamaño, claro, pero también por su temporalidad o no, y por respeto a la toponimia antigua.

–La laguna más baja es…

–Hay varias relativamente bajas, 'hijas' de las etapas glaciares más intensas. Entre ellas cabe destacar la de la Mula (valle del Dílar), con cerca de los 2.600 metros de altitud.

–Y la más alta es…

–La del Corral, a 3.087 metros de altitud. Como curiosidad puedo decir que hasta el 2015 tenía la condición de ser además la más alta de Europa. En ese año, el retroceso del glaciar de Monte Perdido dejó al descubierto una nueva laguna en los Pirineos aragoneses, que sobrepasa por poco los 3.100 metros. Son efectos del calentamiento global. De hecho, esta laguna del Corral ‘nació’ igualmente del retroceso de los neveros perpetuos que allí permanecían acantonados durante los estiajes.

–¿Cuántas lagunas (y lagunillos) hay en 'Siete Lagunas'?

–Esa es otra curiosidad de Sierra Nevada. El número siete, en toponimia, responde habitualmente a un origen cósmico y sagrado, y no tiene por qué coincidir con el número de elementos del lugar. Pensemos en las 'Siete Fuentes' de tantos lugares. Antiguamente era normal dar ese nombre cuando en una misma zona existían varios elementos, ya fueran lagunas, fuentes u otros. En el caso de Sierra Nevada, son nueve las láminas de agua existentes en este paraje.

Por encima de Laguna Cuadrada Por encima de Laguna Cuadrada

Por encima de Laguna Cuadrada / I. H.

–¿De qué depende el color de las lagunas?

–Uf, otra pregunta que no es fácil de contestar de forma rápida. Digamos que el color depende fundamentalmente de la luz incidida y reflejada, y del color del cielo. Pero hay otras causas, algunas de naturaleza biológica. Lo cierto es que las lagunas cambian de color con bastante frecuencia, muchas veces en cuestión de minutos. Otra de las muchas curiosidades de las lagunas nevadenses.

–El paisaje de las lagunas varía mucho a lo largo del año. ¿Una época preferida, alguna recomendación?

–Para mí, la época más atractiva es el otoño (por limpidez de la atmósfera y por la soledad), pero reconozco que soy un poco raro en eso. La mayoría de la gente prefiere la primavera, con toda razón, porque es la época de mayor esplendor de verdes y de aguas en pleno deshielo.

–¿La laguna más poética?

"La de Vacares es la laguna más misteriosa y la que atesora el mayor número de cuentos y leyendas"

–Uf, no lo había pensado nunca. A ver, quizás el lagunillo Grande de la Virgen por lo que significa ese nombre, y por ser una de las más accesibles y conocidas.

–¿Y la más de cuento, de leyenda?

–Esa respuesta es clara, la de Vacares. Sin duda la más misteriosa por muchas razones y la que atesora mayor número de cuentos, sucedidos y leyendas, desde que escribiera sobre ella Antonio Ponz en 1754

–¿Vacares o Bacares?

–Buena pregunta. No lo sé. De las dos formas se ha escrito a lo largo de la historia e incluso se sigue escribiendo actualmente, aunque en estos momentos la V es lo más aceptado. En mi libro Lagunas de Sierra Nevada dediqué un l

argo comentario a explicar ese dilema entre si el nombre deriva de bacar (sitio de pastos) o de vacas.

–Hace cinco años de tu publicación Las lagunas más bellas. Te atreves a decir ahora cuál es la laguna más bella.

–Esa pregunta me la han hecho muchas veces, y no es que quiera esquivarla, es que es muy difícil de contestar. Lo primero es que es una cuestión subjetiva, lo segundo es que depende de los entornos, mas que de las lagunas, lo tercero es que yo me veo muy influenciado por el carácter solitario de los lugares, y lo cuarto es que mis percepciones varían frecuentemente según las épocas y mis estados de ánimo. Pero en fin, diré que las tres Calderetas me gustan mucho. Su atardecer es fantástico.

–Permíteme que te haga un par de preguntas relacionadas con la gestión del parque nacional de Sierra Nevada. ¿Partidario de promover el conocimiento de las lagunas para su conservación o 'esconderlo', limitando su acceso?

–Ese es un tema siempre controvertido en conservación de la naturaleza, que me ha ocupado y preocupado bastante. Con todas las salvedades que se quieran poner, yo soy más del conocimiento. Uno de mis lemas favoritos en educación ambiental es "Conocer para amar/ amar para conservar". Dicho esto, cuando se estime necesario tomar medidas al respecto por temas de gestión, más que limitar o prohibir, prefiero probar antes incrementando la barrera del esfuerzo para llegar a los sitios. Pero es evidente que el tema de la masificación de visitantes es un problema en aumento, especialmente en los parque nacionales españoles.

El tema de la masificación de visitantes es un problema en aumento en los parques nacionales españoles"

–En ese sentido, ayúdanos a explicar por qué está prohibido bañarse en las lagunas y acampar en los borreguiles que las circundan.

–Somos muchos ya los que vamos a las lagunas y a sus entornos, y el medio no es capaz de asimilar tantos impactos. Hay que pensar además que estamos hablando de ecosistemas húmedos pequeños y frágiles. El baño favorece la remoción de fondos, y con ello enturbiamos las aguas e incrementamos la eutrofización. El resultado: modificamos la físico-química y la biótica de las aguas. Aparte de eso, está el contacto del agua con cremas solares y demás 'potingues'. Acampar en los borreguiles termina secando y haciendo calvas en los mismos, una pérdida de biodiversidad que en muchas ocasiones deja huella y es irreversible.

–¿Qué deberíamos hacer con la Laguna del Caballo?

–Me alegra que me hagas esta pregunta. Tengo claro que habría que restaurar el canal de drenaje de esa laguna, para devolverla a su estado original, al que tenía antes de 1875. Con ello, duplicaríamos su superficie, le daríamos 2 metros más de profundidad y cerca de 10.000 metros cúbicos más de agua. Eso si, es una obra que requiere respeto, cautelas y hacer las cosas despacio y bien. Parece que es viable técnicamente, con un coste perfectamente asumible.

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