Paisaje y paisanaje

Enseñar a enseñar ciencia

  • Es la mayor especialista en musgos de Sierra Nevada

  • Actualmente es profesora de Didáctica de las Ciencias Experimentales en la Universidad de Granada

Un descanso frente a la cumbre del Veleta en una sesión de campo.

Un descanso frente a la cumbre del Veleta en una sesión de campo. / Ignacio Henares (Granada)

Estudió Biología, especialidad de Botánica, en la Universidad de Granada y se doctoró con sobresaliente cum laude en la Universidad de Murcia con la tesis titulada Estudios Briológicos sobre flora, vegetación, taxonomía y conservación en Sierra Nevada. De Murcia regresó a Granada a la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado 'La Inmaculada', en la que permaneció estuvo durante cinco cursos. En 2015 pasó a la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada donde trabaja como profesora en el Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales.

–¿De dónde arranca su vocación científica? ¿Cómo llega al estudio de los musgos?

–Creo que mi vocación es muy temprana. Mis, estupendos, profesores en el bachillerato, Carmen Cano y Juan Azorín, consiguieron que me encantaran las Ciencias de la Naturaleza y ahí empezó todo. Hasta avanzada la carrera de Biología no descubrí cuánto me gustaban las plantas y dentro de la Botánica, al acabar mi licenciatura decidí estudiar los musgos de Sierra Nevada, investigar cuántos existen, cómo son y dónde viven, cómo se clasifican, cómo es su ADN y cómo conservarlos en los ecosistemas de las montañas.

Diversidad de musgos en el Barranco del San Juan. Diversidad de musgos en el Barranco del San Juan.

Diversidad de musgos en el Barranco del San Juan. / I. H. (Granada)

–¿Cuáles son sus líneas de investigación en la actualidad?

–Actualmente investigo varias cosas. Por una parte, en cuanto a Botánica, formo parte de un grupo en el que estudiamos sobre la influencia del cambio climático en el ADN de algunos musgos. Por otra parte, en cuanto a Educación, estudio las dificultades que podemos tener las personas cuando estamos aprendiendo Ciencia y busco maneras de ayudarles a superarlas.

–Granada es desde 2017 'Ciudad de la Ciencia y la Innovación', lo que está permitiendo que la ciencia llegue más a la calle y que haya más transferencia científica. ¿Qué importancia le da a la divulgación científica?

–Considero que la divulgación es una tarea fundamental de cualquier científico y los eventos en los que me he involucrado, como Café con Ciencia o La Noche de los Investigadores, son excelentes oportunidades para ello. Hace tres cursos que colaboro en la sección Ciencia Abierta que desde el Departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales mantenemos con Granada Hoy y, además, como Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación de la UGR, también participo todos los años en la Semana de la Ciencia, con talleres especialmente diseñados para escolares de Educación Primaria en relación principalmente al descubrimiento del mundo microscópico. Son actividades muy enriquecedoras para mí.

Observando Sierra Nevada vista desde la Sierra de la Contraviesa. Observando Sierra Nevada vista desde la Sierra de la Contraviesa.

Observando Sierra Nevada vista desde la Sierra de la Contraviesa. / I. H. (Granada)

–En Granada tenemos el Parque de las Ciencias, la catedral de la divulgación científica, ¿cómo aprovechan desde su Facultad este equipamiento en la formación del alumnado?

–La colaboración es constante y no sólo en forma de visitas ordinarias. Por ejemplo, desde el Grado en Educación Primaria se envían allí alumnos para realizar parte de su periodo de Practicum, del cual vuelven entusiasmados. Creo que el Parque de las Ciencias es parada obligada en la formación de un ‘maestro’.

–¿Qué saben sobre Geología o Biología de Sierra Nevada sus estudiantes del Grado en Educación Primaria?

–La verdad que mucho menos de lo que me gustaría. Hemos detectado que la naturaleza que alberga Sierra Nevada, como Espacio Natural, no es suficientemente conocida por los futuros maestros de la provincia de Granada y esto nos preocupa, pues ellos serán los referentes para los niños en pocos años. Sería necesario desarrollar planes específicos para tratar de mejorar esta situación.

En el Corral del Veleta junto al Dr. Mitchell, un colega investigador. En el Corral del Veleta junto al Dr. Mitchell, un colega investigador.

En el Corral del Veleta junto al Dr. Mitchell, un colega investigador. / I. H. (Granada)

–¿Estamos asistiendo a una tendencia involucionista en la ciencia? Teoría de la Evolución, la Tierra es plana, no hemos llegado a la Luna… ¿cómo se combate esta propaganda en las aulas?

–Es una tarea que estoy abordando con algunos compañeros a través de Proyectos de Innovación Docente. Hemos diseñado actividades con las que trabajamos de forma explícita el método científico, los peligros de las pseudociencias, la necesidad del desarrollo de pensamiento crítico, de capacidad argumentativa, de búsqueda de fuentes fiables de información… pero no siempre es sencillo, pues los mitos se perpetúan en la sociedad con mucha facilidad.

–¿El negacionismo sobre el cambio climático ha llegado también de alguna forma a las aulas? ¿Cómo se puede educar en este campo?

–A las aulas llega todo: reiki, astrología, sanación con piedras, numerología, creacionismo… y también llega el negacionismo del cambio climático. Por eso es necesario educar en un escepticismo sano y tratar de eliminar el pensamiento dogmático. Para conseguir diferenciar un razonamiento válido, que aporte pruebas sólidas, de otro que solo pretender persuadir, se requiere de una mente entrenada. Espero que mi granito de arena puesto sobre los futuros maestros haga efecto dominó en las generaciones venideras.

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