Sucesos

Una lengua de agua, nieve y barro inunda varias pistas en Sierra Nevada

Una lengua de agua, nieve y barro inunda varias pistas Sierra Nevada

Una lengua de fango ha cubierto varias pistas de la estación de esquí de Sierra Nevada. La riada negra se atribuye a que, debido a las altas temperaturas y la lluvia caída en las últimas horas, un tubo de drenaje se ha visto "superado" por el caudal de lodo, según fuentes oficiales, y este no ha podido canalizar todo el fluido que le ha llegado. La fuerte corriente de agua, barro y nieve ha inundado las partes bajas de la estación y ha afectado a varias pistas y al área de no esquiadores Mirlo Blanco. A pesar de la imagen dantesca, la lengua de fango no ha provocado víctimas, ya que la estación se encontraba cerrada por el mal tiempo a la hora del incidente, aunque sí se ha tenido que evacuar a visitantes que estaban en la zona recreativa, de ellos cerca de un centenar de menores según ha confirmado Cetursa. Por otro lado, la estación abrirá este martes al público pero solo en las zonas altas y no se podrá bajar de Borreguiles.

Según ha informado Cetursa, gestora de la estación invernal, el accidente se ha generado a causa de "una corriente de agua, nieve y barro" iniciada desde "el conocido ventisquero Morón", situado en el área de Cauchiles-Parador, en la cara sur de la Sierra. Esta ha afectado a las pistas Maribel, Zaragatillo y al tramo final de El Río, así como al complejo de actividades Mirlo Blanco, añade Cetursa. El gran caudal de agua y nieve licuada provocado por los dos fenómenos meteorológicos empezó a deslizarse desde el nevero montaña abajo de forma natural pero con tal cantidad que, al llegar al punto donde comienza el tubo, pasó por encima. Desde la gestora de la estación afirman que esta no pudo soportar la presión y terminó por desbordarse.

El ventisquero derretido comienza prácticamente en la zona de la Hoya de la Mora y desciende desde esa ladera de forma natural hacia las pistas. En procesos de deshielo normales, el agua llega de forma más controlada y pasa por debajo de la pista del Río de forma transversal unos 200 o 300 metros hasta que vuelve a aflorar por la cota baja de la estación volviendo al cauce natural del río Monachil.

Fue entonces cuando algunos usuarios de la estación que estaban en la zona de pistas a título personal se acercaron hasta el lugar de lo que parecía un reventón para grabar el incidente, que corrió como la pólvora por grupos y redes sociales. También se tuvo que evacuar a cerca de un centenar de menores de un grupo que a la hora del incidente, sobre la una del mediodía pasadas, disfrutaban de la zona recreativa del Mirlo Blanco. Miembros de la Guardia Civil de Montaña (Greim) y trabajadores de la estación ayudaron a evacuarlos de la zona en sus vehículos para llevarlos a un lugar de reunión seguro, afirman desde fuentes próximas a la estación.

De la riada llamaba la atención la gran cantidad de fango que desprendía la riada. Varias fuentes próximas a la estación apuntan la hipótesis de que el fenómeno se ha acrecentado debido a que en verano no se limpió la conducción, extremo que desde Cetursa afirman desconocer, aunque la principal es que fue tal la cantidad de fango arrastrada que la tubería no pudo absorberla, y el agua pasó directamente por encima hasta inundar las pistas. Fuentes de la estación relatan que a simple vista no se aprecia un socavón que indique un colapso de la canalización cuando esta discurre bajo tierra.

Las actuaciones para devolver la normalidad a la estación se empezaron a desarrollar durante toda la tarde, informaron asimismo desde Cetursa, donde los maquinistas trataron de reacondicionar las pistas una vez pase la borrasca Karlotta, que ha dejado nieve en cotas altas pero también temperaturas elevadas que han provocado un deshielo muy acentuado. La estación ha confirmado asimismo que la lluvia caída desde la tarde del domingo ha afectado al resto del área esquiable, con la pérdida de nieve por derretimiento que ello conlleva, y las consiguientes escorrentías. Aun así, no son suficientes todavía para reabrir la estación al completo, que lo hará este martes pero solo de Borreguiles para arriba. Tampoco se podrá acceder a la Loma de Dílar, donde se celebrará la Copa del Mundo de snowboardcross dentro de justo un mes.

El problema no fue peor para los usuarios de la estación de esquí de Sierra Nevada ya que esta permanecía cerrada desde primera hora de la mañana por "condiciones meteorológicas extremas" derivadas de los que se consideran los últimos efectos de la borrasca Karlotta, que dejó nula visibilidad en algunas de las áreas del recinto, con fuertes vientos, bancos de niebla y alta humedad.

Según marcaba el parte de nieve que publica durante la mañana Cetursa, la empresa pública que gestiona la estación de esquí, se dieron también precipitaciones en forma de lluvia, con temperaturas máximas de 4 grados centígrados y espesores de nieve de entre 20 y 80 centímetros de nieve, que, por otro lado, y una vez remita el temporal, permitirá afrontar la segunda mitad de la temporada con más optimismo que el inicio en diciembre, que estuvo más condicionado por la sequía.

Las fuentes consultadas detallaron que las condiciones "extremas" que han llevado a la dirección a cerrar este lunes al público, por tercera vez los últimos cuatro días, pasan por los vientos, un también "fuerte" episodio de humedad y una subida en paralelo de las temperaturas.

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