Iván H. P., alias el Ivi, iba siempre armado y no dudaba en sacar la pistola ante cualquier situación comprometida. Así lo demostró el 23 de marzo, dos semanas antes de su detención, cuando fue grabado por las cámaras de una gasolinera empuñando el arma. El delincuente se encontraba en el lavadero de coches, en compañía de otras dos personas, cuando se percató de que había un vehículo camuflado de la Policía en las inmediaciones.

La secuencia quedó grabada al completo por las cámaras de videovigilancia de la estación de servicio. Iván está lavando su coche en compañía de otro joven, al tiempo que se intuye la presencia de otra persona en el interior del vehículo. El Ivi está con la manguera mientras su amigo fuma un cigarrillo. No deja de ser llamativo que están lavando el coche en un momento en que está lloviendo, algo para lo que no hay explicación razonable, salvo que quisieran borrar alguna huella o resto. En un momento determinado, ambos se percatan de la presencia de un vehículo que les resulta sospechoso. 

Se trataba de un coche de la Policía Nacional camuflado, que estaba realizando otro servicio que nada tenía que ver con el Ivi en la gasolinera. Sin embargo, Iván reacciona llevándose la mano a una riñonera y sacando una pistola, con la que se llega incluso a acercar a la pared del lavadero haciendo ademán de parapetarse contra ella ante un posible tiroteo.

Mientras, manda a su colaborador a que abra el maletero. No se aprecia en el vídeo, pues el vehículo está aparcado de frente a la cámara, pero no es descartable que en el coche llevaran algún tipo de material ilegal o procedente de algún robo y el Ivi ordenara a su amigo que se deshiciera de él ante la llegada de la Policía. 

No dio tiempo, pues el delincuente se dio cuenta de que el patrullero no hace ademán de ir a por él. El Ivi aprovecha un momento en el que el vehículo de la Policía parece haberse marchado para subir al coche a toda prisa y salir huyendo a toda velocidad. Casi deja en tierra incluso a su amigo, que estaba todavía cerrando el maletero y tiene que subirse a bordo en marcha.

No hay que olvidar que sobre el Ivi pesaban hasta cinco reclamaciones judiciales, algunas de ellas con orden de ingreso en prisión, por lo que no sería él quien se entregara. Fue detenido el 6 de febrero, catorce días después de este incidente en la gasolinera, en su chalé de una urbanización de Carmona. El motivo del arresto fue el robo con violencia ocurrido el 8 de diciembre, cuando el Ivi tiroteó presuntamente un coche en marcha para robar un muestrario de joyas.

Con un cómplice, Iván H. P. persiguió el vehículo de unos joyeros por la SE-30 al tiempo que abría fuego con una escopeta contra la parte trasera del mismo. De esta forma, provocó que el conductor del primer coche perdiera el control del mismo y terminara saliéndose de la vía y volcando. Luego, se acercó con la escopeta, agarró del cuello al joyero y lo amenazó con matarlo si no le entregaba el muestrario de joyas que llevaba, que está valorado en 151.000 euros.

La Policía informó el pasado jueves de esta detención. En la nota de prensa, detalló que el Ivi siempre iba armado y con una pistola municionada y lista para disparar en cualquier momento. Incluso en el registro de su casa tenía el arma cerca y tuvieron que intervenir los agentes del GOES (Grupo Operativo Especial de Seguridad) para evitar que pudiera atrincherarse y disparar.

El episodio de la gasolinera revela cómo es este delincuente, que no duda en echar mano de una pistola en una estación de servicio. Los investigadores no dudan de que habría abierto fuego en caso de verse acorralado, sin importarle que terceras personas hubieran podido resultar heridas.

Delincuente precoz

Iván H. P. es muy conocido por las Fuerzas de Seguridad en Sevilla, pues se inició en el mundo del hampa a muy corta edad. Nacido a finales de 1989, es hijo de un veterano delincuente del Polígono Norte, implicado en todo tipo de robos, homicidios y secuestros, y varios de sus hermanos también tienen un amplio historial delictivo como atracadores. El Ivi robaba coches con apenas siete años, y desde muy joven fue progresando en su carrera delictiva.

Formó parte de la banda del Rottweiler, un grupo de delincuentes juveniles del Polígono Norte cuyo golpe más conocido fue el robo en una armería del Arenal, en febrero de 2004. En 2012 intentó clavarle un destornillador a un policía nacional que lo sorprendió robando. Después lideró una de las bandas de aluniceros más activas de Andalucía, que asaltó decenas de comercios por toda la comunidad.

Se les imputan 74 robos entre 2016 y 2017. El juicio por los alunizajes está previsto para otoño de 2022 y la Fiscalía le pide una pena ejemplar, de 180 años de cárcel, aunque el máximo que podría cumplir son 15. En noviembre de 2021 fue condenado a nueve años de prisión por su participación en el intento de asesinato de un joven durante una pelea en una discoteca de San Jerónimo. La víctima quedó paralítica. Después del robo a los joyeros, el Ivi ha vuelto a prisión.