¿Es tu hijo superdotado? Estas son las señales que no debes pasar por alto
Expertos revelan los rasgos característicos de las altas capacidades y su impacto en el desarrollo educativo y emocional
En España, la detección temprana de niños superdotados se ha convertido en un aspecto fundamental para garantizar su adecuado desarrollo académico y emocional. Según datos recientes, aproximadamente un 2% de la población escolar presenta altas capacidades, aunque apenas un tercio de estos casos están siendo identificados y reciben la atención especializada que requieren. Los expertos coinciden en que existen ciertos rasgos distintivos que pueden ayudar a padres y educadores a reconocer a estos niños excepcionales.
La psicóloga Ana Gloria Sánchez, directora de la Clínica Lazos y especialista en altas capacidades, señala que la intensidad emocional es un indicador clave en estos menores. "Suelen vivir las emociones a flor de piel, mostrando una empatía muy desarrollada y un fuerte sentido de la justicia", explica Sánchez. Esta característica se manifiesta desde edades muy tempranas y va acompañada de una memoria episódica sobresaliente, permitiéndoles recordar con detalle acontecimientos de cuando eran muy pequeños, algo que sorprende a muchos padres.
Otro rasgo distintivo que destaca la experta es su avanzada capacidad para comunicarse verbalmente, utilizando un vocabulario y estructuras lingüísticas que no corresponden a su edad cronológica. "Estos niños suelen expresarse como pequeños adultos, lo que permite mantener conversaciones de nivel superior al esperado", apunta Sánchez. Esta habilidad lingüística sobresaliente suele manifestarse incluso antes de la etapa escolar.
Más allá del CI: la evolución del concepto de altas capacidades
Durante décadas, el diagnóstico de superdotación se ha vinculado exclusivamente a puntuaciones elevadas en pruebas de Cociente Intelectual. Sin embargo, el concepto ha evolucionado hacia una visión más integral. Como señala el portal especializado Altas Capacidades y Talentos, actualmente se define como "un potencial a desarrollar" que abarca múltiples dimensiones, no solo la cognitiva.
Es crucial comprender que las altas capacidades no siempre se traducen en excelentes calificaciones académicas. De hecho, muchos niños superdotados pueden presentar bajo rendimiento escolar debido a la falta de motivación, aburrimiento o inadaptación al sistema educativo tradicional. Según el Manual de atención al alumnado con necesidades específicas de la Junta de Andalucía, sin las medidas educativas adecuadas, estos menores pueden desarrollar problemas de conducta, frustración e incluso fracaso escolar.
La importancia de una educación adaptada
La identificación temprana de las altas capacidades resulta determinante para proporcionar una respuesta educativa ajustada a las necesidades específicas de estos alumnos. El enriquecimiento curricular y la flexibilización educativa son algunas de las estrategias que están demostrando mayor eficacia, permitiendo a estos niños avanzar a su propio ritmo sin perder la socialización con sus iguales.
El caso de Martín, un niño madrileño de 9 años, ilustra perfectamente los beneficios de una detección oportuna. Sus padres notaron su facilidad para aprender y su curiosidad insaciable desde muy pequeño, lo que les llevó a buscar asesoramiento profesional. Gracias a un programa de enriquecimiento curricular personalizado, Martín ha mantenido la motivación por aprender y ha evitado la frustración que muchos niños con altas capacidades experimentan en entornos educativos convencionales.
El perfil PAS y otras características complementarias
Los especialistas han identificado que muchos niños superdotados presentan un perfil de alta sensibilidad (PAS), que se manifiesta no solo en el plano emocional sino también físico. "Suelen tener una mayor sensibilidad auditiva, visual o táctil, lo que en ocasiones les hace parecer niños 'difíciles' cuando en realidad están procesando estímulos con mayor intensidad", explica Sánchez.
Además, estos menores suelen desarrollar intereses muy específicos y focalizados en los que profundizan hasta adquirir un conocimiento exhaustivo. El caso de Laura, una niña barcelonesa de 11 años, es representativo. Su pasión por el arte y su extraordinaria memoria le han permitido compaginar su educación regular con clases avanzadas de dibujo, desarrollando un talento excepcional que ha sorprendido incluso a profesionales del sector.
Recomendaciones para familias y educadores
Ante la sospecha de estar frente a un niño con altas capacidades, los expertos recomiendan buscar orientación profesional para realizar una evaluación completa. La colaboración entre familia, escuela y especialistas resulta fundamental para diseñar un plan de acción personalizado que responda a las necesidades específicas de cada caso.
Es importante recordar que no todos los niños superdotados presentan todas las características mencionadas, pero suelen mostrar varias de ellas de forma consistente. La clave está en observar, escuchar y acompañar a estos menores en su desarrollo, proporcionándoles los recursos y el apoyo que necesitan para desarrollar plenamente su extraordinario potencial sin sacrificar su bienestar emocional.
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