El Papa recuerda el sufrimiento en Gaza y de los refugiados en el mundo en misa de Navidad

"¿Cómo no pensar en las tiendas de Gaza expuestas a las lluvias, al viento y al frío?", se pregunta el Pontífice

León XIV, en el balcón del Vaticano tras la misa de Navidad.
León XIV, en el balcón del Vaticano tras la misa de Navidad. / Fabio Frustaci / Efe
Agencias

25 de diciembre 2025 - 12:59

El papa León XIV recordó este jueves el sufrimiento de los habitantes de Gaza y el de los desplazados y refugiados en cada continente, así como el de los miles de personas sin hogar en las ciudades, en la homilía de la misa de Navidad que se volvió a celebrar en la basílica de San Pedro después de más de 30 años.

En esta misa de Navidad, que no celebraban los pontífices desde 1994, León XIV afirmó: "Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás" y de los más frágiles.

Y ante ello, el Pontífice estadounidense preguntó: "¿Y cómo no pensar en las tiendas de Gaza, expuestas desde hace semanas a las lluvias, al viento y al frío, y en las de tantos otros desplazados y refugiados en cada continente, o en los refugios improvisados de miles de personas sin hogar en nuestras ciudades?"

Y agregó: "Frágil es la carne de las poblaciones indefensas, probadas por tantas guerras en curso o terminadas dejando escombros y heridas abiertas".

"Frágiles son las mentes y las vidas de los jóvenes obligados a tomar las armas que, estando en el frente, advierten la insensatez de lo que se les pide y la mentira que impregna los rimbombantes discursos de quien los manda a morir", añadió Robert Prevost.

Sólo "cuando la fragilidad de los demás nos atraviesa el corazón, cuando el dolor ajeno hace añicos nuestras sólidas certezas, entonces ya comienza la paz", aseguró.

"La paz de Dios nace de un sollozo acogido, de un llanto escuchado; nace entre ruinas que claman una nueva solidaridad, nace de sueños y visiones que, como profecías, invierten el curso de la historia", dijo.

También indicó que "la Navidad vuelve a motivar a una Iglesia misionera, impulsándola sobre vías que la Palabra de Dios le ha trazado".

"No estamos al servicio de una palabra prepotente, estas ya resuenan por todas partes, sino de una presencia que suscita el bien, que conoce su eficacia, que no se atribuye el monopolio", agregó sobre la misión de la Iglesia.

Y aseveró: "Habrá paz cuando nuestros monólogos se interrumpan y, fecundados por la escucha, caigamos de rodillas ante la carne desnuda de los demás".

Felicitación en diez idiomas antes del 'Urbi et Orbi'

Tras la misa, el papa se asomó al balcón de la fachada de la basílica de San Pedro para el mensaje de Navidad y ha felicitado la Navidad en diez idiomas y la bendición Urbi et Orbi.

León XIV asomado , antes de la bendición 'Urbi et Obi' (a la ciudad y al mundo) que otorga la indulgencia plenaria a todos los fieles.

"Y ahora les mando un mensaje de felicitación en varios idiomas", dijo el papa ante miles de personas que acudieron a la plaza de San Pedro a pesar de la lluvia, y comenzó en italiano: "Feliz Navidad! Que la paz de Cristo reine en sus corazones y en sus familias".

El Papa felicitó la Navidad también en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco, árabe, chino y latín asomado a la logia central de la basílica, donde se dio a conocer como pontífice el pasado 8 de mayo.

En esta primera Navidad como pontífice, los llamamientos a la paz y el recuerdo de quienes sufren han protagonizado sus mensajes.

En el mensaje de Navidad pidió este jueves "justicia, paz y estabilidad para el Líbano, Palestina, Israel y Siria" y que se encuentre "el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa" para acabar con la guerra en Ucrania.

Según Robert Prevost, "cada uno de nosotros puede y debe hacer lo que le corresponde para rechazar el odio, la violencia y la confrontación, y practicar el diálogo, la paz y la reconciliación".

Instó a rezar "de manera especial por el atribulado pueblo ucraniano, para que cese el estruendo de las armas y las partes implicadas, con el apoyo de la comunidad internacional, encuentren el valor para dialogar de manera sincera, directa y respetuosa".

Imploró "paz y consuelo para las víctimas de todas las guerras que se libran en el mundo".

Jesús "asume sobre sí nuestra fragilidad, se identifica con cada uno de nosotros: con quienes ya no tienen nada y lo han perdido todo, como los habitantes de Gaza" o "con quienes padecen hambre y pobreza, como el pueblo yemení".

Recordó a "quienes huyen de su tierra en busca de un futuro en otra parte, como los numerosos refugiados y migrantes que cruzan el Mediterráneo o recorren el continente americano; con quienes han perdido el trabajo y con quienes lo buscan".

Y a "tantos jóvenes que tienen dificultades para encontrar empleo; con quienes son explotados, como los innumerables trabajadores mal pagados; con quienes están en prisión y a menudo viven en condiciones inhumanas".

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