Volvemos a las playas y al interior

Algeciras, donde el reencuentro es mágico

Panorámica del litoral de Algeciras.

Panorámica del litoral de Algeciras. / G. J.

Contaban los viajeros que al sur del Sur encontraban una ciudad que se abrazaba al sol y al mar, en la que había un río por el que fluía un agua tan dulce que lo llamaron Río de la Miel; que se había convertido por obra y gracia de la naturaleza en puerta y puerto entre dos continentes, en encrucijada de pueblos, culturas y civilizaciones, en definitiva, un lugar al que siempre había que retornar.

Hoy en día, cuando las jornadas se nos han hecho demasiado largas, cuanto las distancias han sido casi más insalvables que nunca, y las separaciones nos han obligado a ver la vida desde otro prisma, aquella ciudad del sur del Sur, Algeciras, mantiene sus brazos totalmente abiertos para rodear con un inmenso cariño a quienes vuelvan a una tierra en la que el reencuentro se convierte en magia, así como para aquellos que por primera vez quieran conocer una ciudad moderna y cosmopolita, pero que al mismo tiempo se siente enormemente orgullosa de su pasado, de su historia y del legado acuñado por todos quienes por aquí pasaron y dejaron su huella.

Sus playas son hoy en día uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad, tanto la de El Rinconcillo, espacio de baño urbano y la playa tradicional algecireña por antonomasia, como la de Getares, en la que ondea orgullosa la Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa

Recorrer calles como las de su barrio más típico, el de San Isidro; visitar iglesias y capillas; recrearse en el pasado medieval de aquella al-Yazirat al-Hadra que fue reconquistada por el rey Alfonso XI; deleitarse con la riqueza gastronómica que nace del influjo de un territorio en el que mar y monte se dan la mano para ofrecer todo lo mejor que albergan; disfrutar de una magnífica planta hotelera; sumergirse, según la época del año, en algunas de las tradiciones populares algecireñas, algunas de las cuáles gozan ya de fama nacional e internacional; evocar en una ruta la añoranza del que fue el mejor guitarrista del mundo de todos los tiempos, el inmortal Paco de Lucía, hijo de Algeciras, y así, una inmensa lista de encantos y atractivos, sobre los que prevalece uno muy especial: el carácter acogedor y hospitalario de su gente, sin duda, uno de los principales valores de esta tierra.

A todo ello hay que unir una programación cultural anual de primer nivel, actividades de ocio y tiempo libre para todos los gustos y edades; el privilegio de contar en el término municipal con dos parques naturales: el de Los Alcornocales, con el encanto de la masa alcornocal más grande de Europa, y el de El Estrecho, del que forma parte la Reserva Intercontinental de la Biosfera España-Marruecos, y que se convierte en un auténtico lujo para los sentidos.

Playa algecireña del Rinconcillo Playa algecireña del Rinconcillo

Playa algecireña del Rinconcillo / algeciras.es

Y si el visitante, que pronto dejará de serlo para convertirse en amigo, decide que el momento de conocer Algeciras es en verano, disfrutará de una magnífica elección. Sus playas son hoy en día uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad, tanto la de El Rinconcillo, espacio de baño urbano y la playa tradicional algecireña por antonomasia, como la de Getares, en la que ondea orgullosa la Bandera Azul de los Mares Limpios de Europa, reconocimiento a una calidad en los servicios que se prestan.

Y todo ello, con la seguridad que emana de un trabajo bien hecho, que busca únicamente garantizar la salud y la seguridad de todos, conceptos que si antes eran importantes, ahora se han convertido en vitales, y en cuya ejecución están implicados todos los agentes que forman parte del entramado turístico y hostelero de la ciudad.

Con esa premisa, queremos que buena parte de ese reencuentro se lleve a cabo en los bares y restaurantes que integran el sector hostelero algecireño. Hablamos de un conglomerado de establecimientos que generan cientos de puestos de trabajo, y que se convierten en medidores del pulso de una ciudad. Junto a otros colectivos, han sufrido las consecuencias derivadas de la pandemia generada por la Covid-19, y del consiguiente estado de alarma.

Playa algecireña de Getares. Playa algecireña de Getares.

Playa algecireña de Getares. / algeciras.es

Todos y cada uno de nosotros, a lo largo de nuestras vidas, hemos tenido un bar de referencia, un local en el que nos hemos ido bebiendo la vida a sorbos, en el que nos hemos enamorado, ilusionado, debatido, confrontado, en definitiva, en el que hemos vivido. Y por ello, ahora es tiempo de que entre todos demos a esos locales el impulso que necesitan para recuperar una normalidad que nunca se quiso perder.Con todas las garantías higiénico-sanitarias, con la amabilidad y el buen trato que ha caracterizado desde siempre a sus profesionales, con una variedad marcada siempre por la calidad, con ese ambiente cálido y cercano que todos buscamos, aunque ahora más que nunca es necesario seguir manteniendo las distancias, hay que apoyar al sector hostelero, uno de los valores al alza en Algeciras, no solo desde el plano institucional, como ya se está haciendo por parte del Ayuntamiento, sino a nivel de clientes, que también cambian esta denominación para convertirse en amigos.

Entre todos vamos a ser capaces de recuperar la Algeciras de hace unos meses, la que todos queremos, la ciudad soñada, la gran referencia de esta zona del mundo, la Novia del Sol, la que amanece mirando a una de las bahías más hermosas de todo el orbe. Y si lo hacemos en nuestros bares, brindando por lo que somos, por lo que fuimos y por lo que queremos ser, seguro que alcanzaremos esos objetivos, y lo haremos en Algeciras, donde el reencuentro es mágico.

Os esperamos con los brazos abiertos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios