Volvemos a las playas y al interior

Camposoto, balcón de la historia

Camposoto, balcón de la historia

Camposoto, balcón de la historia

La playa isleña, la gran desconocida de la provincia gaditana, tiene por atractivo, además de sus aguas cristalinas y kilométrica playa, poder contemplar la única fortaleza entre las aguas que existe en el océano Atlántico.

Litoral de San Fernando Litoral de San Fernando

Litoral de San Fernando

Asomada al Atlántico, en un escenario de azules, dorados y verdes intensos, se ‘esconde’ una de las últimas joyas de la costa de Cádiz; uno de esos enclaves paisajísticos, naturales e históricos, que se tornan en pura adicción para quienes tienen el privilegio, intencionado o accidental, de descubrirlo. Una fina lámina de arena, dunas, agua, pinos y marismas, a la que han dado forma las mareas y los vientos, los de poniente y los de levante, y que se antoja pieza relevante, imprescindible, de ese espectacular y salinero puzle llamado Parque Natural de la Bahía de Cádiz.

Basta con recorrerla una vez, con descubrirla a ‘vista de pájaro’, para darnos cuenta que ella, la playa de Camposoto, es la zona de baño virgen con más historia del Sur de Europa. Esa que a lo largo de siglos han escrito las distintas civilizaciones que han hecho de este territorio al sur del sur un lugar de anhelos, paso, batallas y conquistas. Siete kilómetros de naturaleza en estado puro, en los que, desde tiempos inmemoriales, encuentra refugio cientos de coloridas y espectaculares aves, las que han hecho de sus marismas su hogar.

Siete kilómetros de frente litoral en los que relajarse y disfrutar de esas inolvidables y añoradas jornadas de verano en compañía de familiares y amigos en los que pasear y dar rienda suelta a la imaginación por senderos que acuden al encuentro de lugares, naturales e históricos, icónicos y de extrema belleza.Caminos que nos relatan, que nos invitan a recrearnos, a sumergirnos en algunos de los pasajes más sobresalientes de esa historia que, en no pocos casos, ha trascendido más allá de nuestras fronteras. Historias, aún latentes, relatos… leyendas que nos conducen a uno de los lugares más mágicos, sino el que más a este lado del litoral español y del continente europeo; el Castillo de Santi Petri. Fortaleza que se antoja el culmen de un escenario, la playa de Camposoto, que escribe su epílogo en uno de esos paisajes vírgenes desconocidos por muchos, de nombre Punta del Boquerón. Enclave de arenas de seda y dunas que al capricho de los vientos engullen la vegetación.

Una playa accesible para personas con movilidad reducida Una playa accesible para personas con movilidad reducida

Una playa accesible para personas con movilidad reducida

Y es que, según cuenta la historia, es aquí, en el islote de Sancti Petri, donde yace Melqart, rey-dios de la ciudad fenicia de Tiro, conocido por los griegos como Heracles y como Hércules por los romanos, quien vino a estas tierras para realizar uno de sus doce trabajos: el robo de los toros del rey Gerión de Tartessos, al que mató durante la realización de la hazaña. Un elemento, sin duda, patrimonial y natural que recuerda a uno de los elementos más icónicos de la historia de Occidente, con un valor simbólico incalculable y reconocible en todo el mundo.

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