Rodrigo de la Calle está acostumbrado a hacerse ver gracias a su peculiar manera de ver la vida a través de los fogones, que es su hábitat natural. La presentación del Anuario de Agricultura elaborado por el equipo de Grupo Joly volvió a ser una oportunidad para mantener ese inconformismo que lleva por bandera. Fue el protagonista, el hombre que acaparó las miradas de todos los presentes.

No era para menos. No todos los días se recibe un premio que es, ante todo, un homenaje a toda la vida apostando por fusionar los ingredientes que da el campo con las técnicas culinarias más vanguardistas. El casino de la capital de España, Madrid, acogió con el inicio de un nuevo mes la entrega del galardón a uno de sus paisanos. Las mismas calles por las que nació en 1976 fue las que pisó para recibir un homenaje más que merecido.

Su ‘invernadero’ de la calle Ponzano de la capital es un bello homenaje al ‘mar de plástico’ que luce como emblema de su predominancia agrícola la provincia de Almería. Solo una veintena de personas pueden disfrutar en cada servicio de este lugar único, vital para el día a día madrileño, lo que le convierte en un lugar especial y privado. De la Calle tiene una trayectoria especial que le ha convertido en un referente del sector gastronómico nacional y le ha llevado a viajar por buena parte del planeta para llevar su estilo a todas partes.

El ‘invernadero’ que el cocinero tiene en una de las calles más céntricas de la capital es, para el periódico ‘The Washington Post’, uno de los cincuenta restaurantes más sostenibles del planeta, destacando su apuesta por el producto vegetal. Un premio AGR+, el otorgado a Rodrigo de la Calle, que es un reconocimiento que ha llegado a la calle Ponzano y también a todos los rincones que se han imbuido de su espíritu.