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Los conservadores se perfilan como favoritos en las elecciones legislativas en Grecia

Empleados gubernamentales distribuyen papeletas de votación.

Empleados gubernamentales distribuyen papeletas de votación. / Yannis Kolesidis (Efe)

Grecia celebra el domingo elecciones legislativas en las que el actual primer ministro y favorito según las encuestas, el conservador Kyriakos Mitsotakis, busca ser reelegido mientras que su principal rival, el ex primer ministro izquierdista Alexis Tsipras, trata de volver al poder.

El gobernante partido conservador Nueva Democracia (ND), de Mitsotakis, encabeza los sondeos con un 33% en intención de voto frente al 26% del izquierdista Syriza, de Tsipras.

El líder conservador ha logrado durante las últimas semanas recuperarse algo de la ira ciudadana contra el Gobierno, causada por el accidente de tren que dejó en el norte de Grecia 57 muertos en febrero pasado.

El escándalo de escuchas a políticos y periodistas por parte de los servicios secretos -bajo control directo de Mitsotakis- que estalló en agosto tampoco parece afectar al primer ministro, pese a que la oposición destacó el tema durante la campaña electoral.

Nikos Marantzidis, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Macedonia en Salónica, señaló en declaraciones a Efe que "pese a la preocupación sobre el estado de derecho y el malestar sobre la tragedia ferroviaria, los oponentes (del primer ministro) no logran presentar una propuesta alternativa de Gobierno".

Tsipras asegura que pretende "formar un Gobierno progresista" para "expulsar al peor Gobierno derechista desde la caída de la dictadura (militar)" y "hacer de Grecia un país europeo" en materia económica y de derechos sociales.

Sin embargo, tanto los socialdemócratas de Pasok-Kinal, tercera fuerza política, con un cálculo del 10% de intención de voto, como el izquierdista Mera25 (3,5%) y el Partido Comunista de Grecia (6%) aseguran que ni entrarán ni apoyarán un ejecutivo liderado por Tsipras.

Los cuatro partidos juntos alcanzarían justo el 45% mínimo requerido para hacerse con la mayoría absoluta de 151 escaños en el Parlamento.

Todo ello, en unos comicios que estrenan un sistema electoral proporcional que elimina el premio de 50 escaños para el primer partido, lo que sería en realidad una oportunidad para la oposición de izquierdas para hacerse con el Gobierno.

La economía, en el centro

Según un reciente estudio de la Universidad de Macedonia, el 58% de los griegos señalan que lo que más les preocupa son las condiciones económicas, entre las que destaca la inflación, que llegó a superar el 10% el año pasado.

Tan solo un 6% de los votantes destaca como su principal preocupación la corrupción endémica en el país helénico.

Aunque Mitsotakis no ha podido paliar la inflación galopante en los alimentos básicos, durante su mandato ha conseguido que la economía creciese por encima de la media europea y llegasen grandes inversiones extranjeras.

En agosto pasado, Grecia abandonó los mecanismos de vigilancia impuestos por sus acreedores durante los 12 años anteriores y actualmente está a un "escalón" de recuperar el grado de inversión en los mercados financieros.

Syriza, por su parte, señala que "la economía de Mitsotakis" funciona sólo para "los pocos y poderosos" y no para la mayoría, por lo que promete un modelo más redistributivo que disminuya la desigualdad social.

Sin embargo, sus propuestas no parecen convencer a una gran parte de la población, asegura Marantzidis.

"Una parte importante de la sociedad helena relaciona a Tsipras con la polarización y la inseguridad económica del referéndum (sobre las medidas de austeridad) en 2015", recuerda el experto.

Ese año el líder izquierdista se enfrentó a las instituciones europeas, lo que puso a Grecia al borde de una salida de la eurozona.

"Es algo que muchos no pueden olvidar. Aunque no voten a Mitsotakis tampoco quieren apoyar a Tsipras", asegura el analista.

Aunque todas las encuestas dan la victoria a los conservadores, un 10% de los electores permanece indeciso.

Además, la reforma del sistema electoral impulsada en 2016 por Syriza redujo la edad mínima para participar en elecciones de 18 a 17 años, por lo que habrá unos 430.000 votantes de entre 17 y 21 años que podrán votar por primera vez el domingo.

Mitsotakis ha dejado claro que si no se logra formar un Gobierno tras estos comicios, convocará nuevas elecciones a principios de julio, en las que regresará la bonificación de hasta 50 escaños al primer partido.

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