El 5 de noviembre se cumplen los 60 años de la muerte de Luis Cernuda, el escritor del 27 que mejor retratada dejó la Sevilla de los años 20, o mejor dicho, su visión de Sevilla, en su obra Ocnos. La casa donde pasó los primeros años de su vida, los que marcan recuerdos y vivencias futuras, será según José Luis Sanz, el corazón de una ciudad que el alcalde quiere convertir en capital mundial del Libro y una de las piezas fundamentales del centenario de la Generación del 27, un movimiento literario que nació en Sevilla, muy cerca de la calle Acetres, en la sede que el Ateneo tenía entonces en la calle Albareda. 

El alcalde afirmó su deseo de que el proyecto de la Casa de Cernuda se convierta "en un referente cultural y literario de Sevilla". De hecho, Sanz ha apuntado que el edificio, una vez restaurado "en la sede de la capital del libro en Sevilla" en un espacio donde podrá estar permanentemente expuesto el legado del poeta. Ha insistido en su objetivo de tener una Feria del Libro "más potente".

La casa de la calle Acetres será un espacio relacionado con la literatura "donde Luis Cernuda será el protagonista principal", recalcó. "Charlas, conferencias, presentaciones de libros, etc. Se trata de que la casa tenga vida", añadió el alcalde. Respecto a la posibilidad de contar con el legado del poeta, tanto el alcalde como los herederos remitieron a futuras negociaciones.

La casa que la familia del escritor tenía alquilada en la calle Acetres cuando él nació -su padre era militar y no tuvo nunca casa en propiedad por los continuos cambios de destino- se encuentra en pleno proceso de licitación de obras. Según el gerente de Urbanismo, Fernando Vázquez, en un plazo aproximado de un par de años podría estar en funcionamiento. En concreto, el tiempo estimado para la obra es de 16 meses. 

Al edificio, que se encuentra relativamente bien conservado estructuralmente hablando, no se le van a hacer más intervenciones que las propias de restauración "más que rehabilitación, será una intervención muy respetuosa, devolviéndole el ambiente y el espíritu en el que se vivía en este tipo de casas en esa época", afirmó Fernando Vázquez.

El proyecto, redactado y ejecutado desde la Gerencia de Urbanismo, está en este momento en periodo de licitación. La casa es un edificio del siglo XIX de estilo neobarroco según explicó Fernando Vázquez. En total, son 500 metros cuadrados construidos, que se van a mantener porque la intervención no alterará su volumetría ni distribución. El presupuesto aproximado es de 1.200.000 euros antes de IVA, casi 3.000 euros el metro cuadrado. 

Una vez que se realice la restauración, para la que se intentarán recuperar al máximo los materiales originales del inmueble, que han llegado muchos hasta estos días sobre todo en la solería. La idea es que la composición, el ambiente y la lectura histórica del edificio permanezcan inalterables una vez que esté restaurado.

Según el gerente de Urbanismo, el espacio es muy versátil, por lo que además de zonas museísticas, se pueden "ubicar estancias de reuniones, exposiciones temporales, o incluso alguna zona de carácter administrativo para que haya una permanencia y un uso continuo de la casa". Además, los herederos del poetas, dos de los cuales estaban en la presentación de la casa de Cernuda, Ana y Ángel Yanguas, han mostrado su disposición de facilitar mobiliario de la época, "por lo que tiene esa dimensión etnológica que es la protección que precisamente tiene el edificio", aclaró Vázquez.

Durante la visita al edificio de la calle Acetres estuvieron dos de los cinco sobrino-nietos de Cernuda herederos de su legado, Ángel y Ana Yanguas. Ángel recordó que el proyecto de la casa de Cernuda lleva ya tres décadas porque a finales los 80 su padre comenzó a tener "conversaciones con los diferentes ayuntamientos" y progresivamente "pero de forma muy lenta se ha ido impulsando. Con Sánchez Monteseirín y Antonio Muñoz se pusieron en marcha y esperamos que se haga realidad".

Ángel Yanguas destacó que el proyecto no sólo es importante por la figura de su tío abuelo Luis Cernuda, sino "por una carencia que tiene Sevilla, que no está en la red de casas museos de España de la Edad de Plata".