¿Spamalot?

El origen de los Monty Phyton o Benny Hill en un escondido texto de la Edad Media

Los Monty Python en 'Los caballeros de la mesa cuadrada'

Los Monty Python en 'Los caballeros de la mesa cuadrada'

El humor británico, a menudo descrito como flemático, también oscila entre el absurdo de los Monty Python, la ineptitud de Mr. Bean o la picaresca de Benny Hill, y sus raíces pueden encontrarse ya en la comedia de la Edad Media, según revela un estudio de la Universidad de Cambridge. La investigación, publicada en The Review of English Studies, parte del hallazgo de un manuscrito del siglo XV, un texto descarado para actuaciones en vivo que se burlaban de reyes, curas y campesinos; que anima a la audiencia a emborracharse y a reírse con chistes obscenos, dobles sentidos o pistas falsas.

Este texto, hallado “por casualidad” en la Biblioteca Nacional de Escocia, no solo arroja luz sobre los orígenes del humor británico, sino también sobre el papel que desempeñaban los juglares en la sociedad medieval, explica su descubridor, James Wade.

Rowan Atkinson, Mr. Bean Rowan Atkinson, Mr. Bean

Rowan Atkinson, Mr. Bean

El experto recuerda que estos artistas viajaban por todo el territorio para actuar en ferias, tabernas o salones señoriales y que sus andanzas están reflejadas habitualmente en personajes de la ficción literaria, pero casi nunca en juglares de carne y hueso.

Por eso, Wade cuenta que experimentó una especie de “epifanía” cuando leyó el comienzo del citado manuscrito: "era una muestra de humor intrigante ya que era extraño que los escribas medievales compartieran tantos detalles sobre su persona", expone el investigador de Cambridge sobre los nueve libretos que componen el llamado Manuscrito Heege, en torno a 1480. En su opinión, el escriba lo copió para inmortalizar el texto ya escrito antes por “un juglar anónimo” para una de sus actuaciones en algún lugar próximo a la frontera entre los condados de Derby y Nottingham, en el centro de Inglaterra".

Los tres textos del primer libreto comprenden un romance burlesco en verso, titulado La caza de la liebre, más un sermón ridiculizado en prosa, y La batalla de Brackonwet, un verso aliterativo plagado de disparates. “Los manuscritos suelen preservar reliquias de arte refinado, pero esto es diferente, es loco y ofensivo, pero igual de valioso. Se ríen de todo el mundo, pobres y ricos”, celebra el investigador.

Los tres textos, prosigue, son cómicos y están diseñados para la actuación en directo, en la que el narrador interactúa con la audiencia pidiendo, por ejemplo, que le den un trago o lanzado chistes cómplices, lo que demuestra que tenía buenos conocimientos sobre la psicología de las diferentes clases sociales de la época.Wade cree que este juglar escribió partes de su repertorio porque contenía muchas partes tan absurdas que le hubiese resultado "extremadamente complicado" recordarlas.

Los Monty Python en 'Los caballeros de la mesa cuadrada' Los Monty Python en 'Los caballeros de la mesa cuadrada'

Los Monty Python en 'Los caballeros de la mesa cuadrada'

"Aquí tenemos a un artista hecho a sí mismo, con muy poca educación formal, creando un material realmente original e irónico. El hecho de que podamos hacernos una idea sobre alguien así es increíblemente excepcional y emocionante”, observa el experto. Su material, agrega, se parece al que encontramos hoy en día en programas de televisión que comentan la actualidad con sátira y en las comedias “situacionales o en las ‘slapstick" así como en las actuaciones en vivo en las que predomina la “auto-ironía”, muy característico del humor british.

"Estos textos son realmente cómicos y ofrecen de todo, desde lo satírico, lo irónico y lo absurdo hasta lo tópico, interactivo y el metahumor. Es un auténtico festival de la comedia", asegura.

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