¿De dónde procede?

Pitufo, esa palabra de origen catalán que utilizamos tanto

El pitufo gruñón en la primera serie, de Hanna Barbera, de 1981

El pitufo gruñón en la primera serie, de Hanna Barbera, de 1981

El diccionario de la RAE aún no ha aceptado el término "pitufo" que se utiliza de forma cotidiana en muchas variantes. Casi en cada población donde los planes urbanísticos han sido voraces hay un barrio que se denomina "Los Pitufos" por los adosados apretados entre chimeneas, tejadillos y terrazas. Un pitufo es cualquier cosa pequeña con encanto, o enana con aire despectivo y  es también un pan malagueño ideal para tostar. Por pitufo podemos describir un azul con aspiraciones fosforescentes y ahí tenemos helados de sabor indescifrable y cualquier golosina celeste tal como son los personajes del cómic transformados en héroes colectivos de animación.

Si los Pitufos forman un colectivo igualitario donde cada individuo tiene su personalidad propia, en una gerontocracia sabia, su versión posmoderna es una masa uniforme cómicamente despiadada como los Minions amarillos.

En el diccionario tenemos la palabra "pituso", pequeñito, término que se mezclaba con el "patufet" catalán que dio paso así a "pitufo", el nombre español de las criaturas creadas por el belga Peyo en 1958 Les Schtroumpfs. A los niños catalanes se les cuenta lo de "Patufet, on ets? Sóc a la panxa del bou, que no hi neva ni hi plou" (Garbancito ¿dónde estás? En la barriga del buey, donde no nieva ni llueve). El Garbancito del cuento en Cataluña se representa como un niño con barretina que en el caso pitufo es un tocado republicano, y por tanto igualitario, un gorro frigio.

El aspecto en 3D de la nueva serie de Los Pitufos, que se emite en Nickleodeon El aspecto en 3D de la nueva serie de Los Pitufos, que se emite en Nickleodeon

El aspecto en 3D de la nueva serie de Los Pitufos, que se emite en Nickleodeon

Sin interferencias políticas, los Pitufos llegaron a España en 1967, discretamente, en el tebeo en catalán Cavall Fort, con el nombre de Els Barrufets, Los Duendecillos. Ese mismo nombre fue el que mantuvo el canal TV3 con la serie de Hanna Barbera, un éxito de la NBC que se mantuvo en antena durante todos los años 80. A mediados de la década había aparecido en TVE y fue repuesta en la franja matinal por media TDT. Nickleodeon estrenaba en enero del pasado año la nueva versión en 3D, siguiendo la estéticas de las tres películas estrenadas en los cines, de 2011 a 2017. La primera de ellas alumbró una campaña por la que un pueblo blanco se transformaba en azul. Y ahí sigue, azulada por completo, la serrana localidad de Júzcar, una atracción turística que salta a la vista, a unos 25 kilómetros de Ronda.

Una imagen del azulado pueblo malagueño de Júzcar Una imagen del azulado pueblo malagueño de Júzcar

Una imagen del azulado pueblo malagueño de Júzcar

¿Está vivo el padre Abraham de los Pitufos?

Los Pitufos tuvieron su reencuentro en España en 1978 con las canciones del padre Abraham, un cantautor neerlandés con aspecto de rabino hippy, que se acompañaba de los peluches de barretina para las canciones de la película (de animación convencional) Los Pitufos y la flauta mágica. Ya por entonces parecía que el señor Abraham era un anciano venerable por su barba nevada pero Pierre Kartner está vivo, en plena forma, a sus 87 años actuales. Ahora parece más joven que cuando debutó en Aplauso. Lustros después cualquier canción de éxito podía ser amenazada con voces alteradas en nombre de los Pitufos Maquineros.

¿Quién unió lo de "patufet" con "pituso"? Fue en 1969 cuando un redactor del cómic Strong, Miquel Agustí, le puso nombre a estas criaturas asediadas por el capitalista Gargamel. Lo de Schtroumpfs era imposible pronunciarlo y la adaptación inglesa, el más sencillo Smurf, no era opción entonces. Sin ningún apoyo promocional extra, las primeras viñetas de los Pitufos no llamaron la atención. Tampoco cuando a mediados de los 70 la histórica publicación TBO los rebautizó como Los Tebeítos. L

os Pitufos se instalaron con sus voces a 78 revoluciones con el padre Abraham y pese a que la palabra ya tiene más de 40 años de popularidad en todo el país, pitufo tiene pendiente ser aceptado por la RAE.

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