El acento malagueño de Mafalda, la abuela de Quino, en su documental que estrena TVE

Quino y Mafalda en uno de los carteles de 'Quinografía'
Quino y Mafalda en uno de los carteles de 'Quinografía' / RTVE
F. A. Gallardo

02 de noviembre 2025 - 08:01

El programa Imprescindibles de La 2 estrena esta noche, a las 21.30 Quinografía, documental dirigido por Mariano Donoso y Federico Cardone, coproducido por RTVE, Curandero Producciones y El Gatoverde, que disecciona la vida y obra de Joaquín Salvador Lavado Tejón, es decir, el dibujante Quino. El padre de Mafalda falleció en 2020 y esta semblanza es un viaje por seis países que incluye su última entrevista inédita, concedida en 2019, cuando ya casi ciego regresó a Mendoza para “despedirse de la luz de la infancia”.

Entre los testimonios: Joan Manuel Serrat, Miguel Rep, Milena Busquets, Jorge Valdano o el sobrino Guillermo Lavado, inspirador del personaje de Guille en Mafalda. Es una radiografía emotiva, con archivos familiares, y donde se resalta el acento andaluz del dibujante, heredado de su familia emigrante de Fuengirola como eje identitario. Un ceceo juguetón que lo marcó desde la infancia en Argentina fusionado con la ironía hallada en Argentina. La célebre Mafalda está inspirada en la abuela Teté, malagueña contestataria y republicana, la que le sirvió de modelo para su personaje más universal.

Ingenuidad entre lo contestatario y lo reflexivo

Mafalda y su mirada, a veces descreída, otra veces ingenua, y siempre contestataria, inconformista, reúne a las distintas generaciones que se identifican con ellas en sus críticas, en su rebeldía. Incluso en sus ratos de resignación. Un personaje que ha sido traducido a más de 30 idiomas, inclusive China. La niña termina siendo un símbolo de audacia.

El filme desvela que Mafalda se inspira en la abuela materna de Quino, Teté, una transgresora comunista procedente de tierras malagueñas en la conservadora Mendoza de los 40. Su personalidad contestataria, repartiendo panfletos del Partido Comunista pese a los conflictos familiares que le ocasionaba— moldeó a esa respondona, guasona y reflexiva niña de las viñetas. Es decir, el humor andaluz y la ternura laten en la familia de Mafalda tanto como en la de Quino. Todo ello era un antídoto contra la rigidez provinciana.

La orfandad temprana de Quino a los 14 años, tras perder a sus padres, dejó una huella profunda que el documental ilustra con su confesión de llevar siempre un trozo del empapelado de la casa familiar consigo. Un talismán de esa "patria" doméstica que incluyó a España en su corazón, y que su tío Joaquín, pintor homónimo que lo apodó "Quino", recogió, influyendo en su vocación dibujante.

La maldita sopa como símbolo de lo autoritario

Guillermo Lavado, sobrino y modelo físico para Guille, confiesa que todos los personajes de Quino son extensiones del autor, criticando la sociedad desde dentro con empatía y simpatía. Detalla cómo la sopa odiada por Mafalda simboliza la locura autoritaria, un rechazo infantil que Quino extendió a eso de "traer niños a este mundo tan jodido".

La relación de Quino con su esposa Alicia Colombo, durante 53 años juntos hasta la muerte de ella en 2017, surge como la construcción de una pareja indivisible. "Una única y bellísima persona", resume el sobrino. La decisión de no tener hijos radicó en la dedicación absorbente de Quino al dibujo, aunque Federico, hijo de Guillermo, fue como un nieto para ellos, tejiendo lazos profundos en sobremesas eternas.

El documental recorre el exilio de Quino durante la dictadura argentina de 1976, huyendo de la Triple A, que asaltó su casa. El periplo fuera de Argentina le llevó por Milán, París y Madrid, lo que amplió su mundo y bagaje. Sus viñetas de náufragos representaban su destierro hasta 1983.

La migración familiar de Fuengirola a Mendoza en 1932, antes de la Guerra Civil, posicionó a Quino en un crisol inmigrante entre andaluces, sirios, libaneses e italianos. Las vivencias de la Segunda Guerra Mundial, seguida a través de las noticias de la radio, marcaron su carácter.

La timidez extrema de Quino le llevaba a tener "dos caras", comedido o charlatán desatado. Se evidencia en la entrevista de 2019, que surgió de una charla casual de 15 minutos extendida a toda una tarde, rechazando él siempre biografías previas por su aversión a la exposición mediática.

El sentido del humor andaluz heredado, más vivo en tíos como el pintor Joaquín, estaba presente en las tertulias familiares. Quino observaba a los niños. Unos con espíritu inquisitorial, otros con reflexiones mafaldianas sobre la cotidianidad infantil. Guillermo guarda infinidad de dibujos de su tío Quino, guiños cariñosos a ese sobrino instrumentista, que ahora colabora en la serie animada de Mafalda para Netflix dirigida por Juan José Campanella y que se estrenará el próximo año.

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