El aspecto actual de 'Tato' Abadía, el futbolista de los cromos que parecía tener 50 años cuando era joven
El jugador surgido de Binéfar regenta un local de productos gourmet en la localidad donde estuvo más años jugando, Logroño
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El futbolista oscense Agustín Abadía, nacido en la localidad de Binéfar, ha cumplido 63 años. Aunque está alejado del césped tras haber tenido posteriormente una trayectoria como entrenador se retiró a Logroño, la ciudad a la que se sintió más vinculado en sus tiempos de jugador. Fue fundamental en el ascenso a Primera División del desaparecido Logroñés, en un hito para este club a mediados de los años 80. Gol en Las Gaunas.
Abadía, que recibiría el nombre familiar de 'Tato' con su fichaje por el Atlético de Madrid de Jesús Gil y Futre en 1989, era un centrocampista de briega, querido y reconocido por la aficción allá donde fuera porque su comportamiento en el campo era de total implicación. Su aspecto parecía ser un señor de más edad y a día de hoy cuando se contempla su fisonomía en los álbumes de cromos de los años 80 y 90 sigue llamando la atención porque Abadía parece "un hombre mayor". Calvo, con bigote a la tradicional usanza (aditamento que dejó de estar de moda en distintas ocasiones a lo largo de estos lustros), el jugador parecía tener 50 años en aquel tiempo cuando realidad era un veinteañero. Su carrera fue extensa para aquellos años y cuando parecía un jubilado, con treinta y pocos, fue también emblema de la S.D. Compostela durante su breve paso por Primera.
El Tato dejó recuerdo de corazón en el juego, de poseer el balón en el centro del campo para abrir juego y ser rocoso en la posesión. Era símbolo de la España de la Furia, el estilo de fútbol anterior al Tiki Taka iniciado en esa década de los 90 cuando Abadía era un veterano currelante que parecía llevar varias décadas encima.
El ex jugador vive feliz en Logroño, donde sigue siendo un ídolo por los aficionados veteranos y admirado por los jóvenes. En el centro de la capital riojana es propietario del establecimiento La casa de los Quesos, que administra junto a su esposa, Ángeles Galán. Tuiveron que solventar el año pasado el papeleo para adaptar el local a degustaciones. Hay muchos clientes que acuden y, ya puestos, tomarse un vino.
Entre ese clientela que ha recibido el Tato Abadía se encuentra otro veterano del deporte, el ex jugador de baloncesto Fernando Romay, quien posaba besando al propietario que reía divertido.
El ex jugador muestra un fenomenal aspecto a sus 63 años. No se diferencia precisamente del aspecto con que le recordamos quienes le vimos en las retransmisiones futboleras del Canal +. Sigue luciendo su bigote, ahora canoso, y un talante de persona curtida y trabajadora: lo que fue siempre en el terreno de juego.
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