'La casa Guinness', hacerse rico con la cerveza e ir encandenando tragedias
Steven Knight, autor de 'Peaky Blinders', estrena la primera temporada en Netflix de la familia dublinesa que se extendió por el mundo
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En Irlanda hablar de la familia Guinness es aludir a un linaje de estirpe real para la republicana y católica isla, sometida durante siglos por el Reino Unido. Steven Knight, showrunner de Peaky Blinders, edifica para Netflix la historia de esta saga familiar marcada por tantas tragedias. Hay material de sobra en este The Crown cervecero. La primera temporada enfila el esplendor decimonónico del burbujeante y cetrino emporio tras el legado del hijo del fundador.
Arthur Guinness en 1759 era un joven emprendedor treintañero (edad avanzada para la época) que destinó 100 libras esterlinas heredadas de su padrino para explotar durante nueve milenios la cervecería de St James' Gate en el centro de Dublín. Una decisión local que se convirtió en una pionera transformación global del negocio basado en las pintas negras. Con el mencionado heredero, Benjamin Guinness, la empresa de la cerveza stout fue más allá y los Guinness, desde la deprimida Irlanda pasaron a convertirse en una familia notable en la City londinense. Entraron en los negocios inmobiliarios, la banca, hasta ser pilares en la política de la isla y de la reclamación católica. La reina Victoria reconoció en títulos el poder del patriarca Guinness. Esa descendencia es la que abarcará La casa Guinness, saga en serie que acaba de iniciar su camino en Netflix con la que se irá desentrañando en que consistió la "maldición" que cayó sobre las siguientes generaciones al visionario Benjamin.
La ficción, que consta con una primera tanda de ocho entregas, arranca en el Dublín de 1868. Tras la muerte de Guinness, el hombre más rico de Irlanda, sus cuatro hijos, Arthur, Edward, Anne y Walter, se enfrentan ante un testamento controvertido que les empuja a rivalidades y enfrentamientos por los beneficios de sus negocios. Arthur está interpretado por Anthony Boyle (Tetris) y Louis Partridge es Edward. Extendiendo su presencia en centros educativos y hospitales, fomentando la labor social en una Irlanda asolada por las carencias y las hambrunas, los Guinness se distinguieron también por su mecenazgo y promoción asistencias. Envidiados por su poder y fortuna, el destino ha azotado con tragedias a esta estirpe. Una presión y una continua fuente de intrigas en las que entran los asesinatos, exraños suicidios y accidentes por sobredosis o sucesos realmente inexplicables. De lo que irá apareciendo en temporadas sucesivas en la serie Knight una desafortunada dama de la familia, Lady Henrietta Guinness, con graves secuelas de un grave accidente, lo explicó de forma somera: "Si hubiera sido pobre, habría sido feliz". El dinero y su control siempre ha sido un problema entre estos irlandeses.
Y un destino también de mal fario, como el sufrido por Walter Guinness, barón Moyne, en 1944. Ministro británico en Oriente Medio en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, fue abatido por unos terroristas judíos del grupo Lehi en El Cairo como reclamación para la constitución de un estado israelí. Se perdía así de forma abrupta la labor de una de las personas de más confianza de Winston Churchill para apaciguar la siempre conflictiva zona.
Tara Browne, heredero de la rama de Oonagh Guinness, una joven figura influyente en el Londres de los años 60 falleció a los 21 años en un accidente automovilístico cuando iba a toda velocidad con su Lotus Elan. Al saltarse un semáforo en rojo en el centro de la urbe se empotró contra un camión. Iba a 170 kilómetros/hora. Su muerte inspiró a John Lennon y Paul McCartney para componer el tema A day in the life del álbum de los Beatles Sgt. Pepper's. John Guinness, con un matrimonio marcado por el secuestro de su esposa, fallecía en 1988 mientras paseaba por un monte en Gales. Resbaló en una placa de hielo y cayó a 150 metros de altura. En ese mismo año, un primo, Sheridan Hamilton, marqués de Dufferin, falleció por sida y al año siguiente otro familiar, Rose Nugent, murió al caer de su caballo cuando el animal salió de estampida de forma inesperada. Hay historias futuras con mucho calado.
La cerveza es en esta familia un símbolo de su poder y expansión, el que traslada a sus intrigas decimonónicas de poder el creador de Peaky Blinders.
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