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Final Four de la BCL: El rictus de "reescribir la historia"

El Unicaja, en la pista del Belgrado Arena.

El Unicaja, en la pista del Belgrado Arena. / Unicaja B. Fotopress

La aproximación a un evento trascendente, con un título en juego como la Final Four de la BCL, comprende un ritual y también salirse de las costumbres habituales. El Unicaja dormirá cinco noches fuera de casa y la sexta volará de vuelta Málaga, se sueña que con el sexto título de la historia del club. Dentro de esta era de vino y rosas que va camino de su segundo año ha habido que masticar decepciones también. Como la Copa del Rey pasada en casa, con la caída ante el Lenovo Tenerife. Pero nada dolió más que perder ante el Bonn el año pasado en las semifinales. Machaca Ibon con el hecho de que no se puede estar por encima de la competición cuando ni siquiera se ha jugado una final. Y no le falta razón al técnico vitoriano. Para presumir primero hay que ganar. 

Hay rayos y truenos sobre Belgrado. El rictus de los jugadores denota concentración. No deja de haber bromas, pero la tensión parece la precisa, ni defecto ni exceso, en la pista auxiliar del Belgrado Arena, el lugar habitual de trabajo del Partizan. En palabras públicas o conversaciones privadas los jugadores apuntan a que se ha trabajado toda una temporada para estos momentos. Se advierte de la peligrosidad del UCAM Murcia, con una plantilla remozada durante la campaña. El Unicaja ha sido de octubre a comienzos de abril el mejor equipo de la Basketball Champions League, pero lo que importa es serlo el día 28 poco antes de las 22:00 horas.

"Teníamos ganar de la primera toma de contacto. Hemos sido los primeros en llegar y teníamos ganas de coger sensaciones. El equipo está feliz y con ganas de empezar ya. Lo veo yo y lo vemos todos que estamos muy ilusionados. Es un momento muy importante, hemos luchado toda la temporada por estar aquí, al final llevamos un buen año, pero se decide todo el viernes. Estamos centrados en esto", señala Jonathan Barreiro, uno de los 12 jugadores que será de la partida este viernes. El alero es un jugador importante en este tipo de duelo. Compite, es aguerrido y va a la verdad.

"Es bueno acordarse para sacar las cosas que no hicimos bien del todo. Algo tiene que ayudar, pero es una Final Four nueva. Con ganas e ilusión, es un partido único y no puedes cometer errores", refiere el coruñés sobre lo que se pudo aprender el año pasado, al tiempo que avisa del potencial de un UCAM que no es precisamente una perita un dulce. Las dos victorias (Supercopa y Liga, esta bastante amplia) en el primer tramo de la temporada no cuentan. "No tiene nada que ver, nada que ver. Han hecho fichajes nuevos que les están aportando un montón de cosas, han recuperado a Birgander. Han ido a más durante el año y nos va a costar. Nos va a exigir todo de nosotros. Esperemos estar a la altura y ahora hay que demostrar todo".

El único novato respecto al año pasado en la plantilla es Kameron Taylor. El alero de Maryland releva a Darío Brizuela en el roster del que dispone Ibon, también estará Augusto Lima. "Estamos expectantes por empezar, entusiasmados por estar aquí. No estaba aquí el año pasado, pero me contaron la experiencia. Un poco con ganas de reescribir la historia. Estamos preparados", dice con firmeza la navaja suiza, valiosa para casi todo lo que puede hacer un jugador de su nivel en pista. No estuvo en Málaga, pero ha oído hablar bastante de aquella. "Ellos disfrutaron de la experiencia, aunque perdieron. Pero el ambiente que vivieron en Málaga lo recuerdan como algo eléctrico, ahora tenemos que tratar de cambiar lo que ocurrió entonces", admite.

"Son un gran equipo. Ellos tienen mucho poderío por fuera, se han reconstruido desde cuando nos enfrentamos en la Supercopa y en la Liga. Han añadido a TodorovicRadenbaugh, tenemos que cuidar de ellos, tenerles máximo respeto y darlo todo en la pista", señalaba sobre el rival.

Tras tener una larga sesión de fotos en la pista central del Belgrado Arena, el equipo regresó al hotel. Hubo quien paseó un rato, otros se quedaron en la habitación. Un poco de dispersión concentrada. Hay una misión en la capital de Serbia. Y el rictus es el de las grandes ocasiones. 

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