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Ab7, el primer laboratorio de cosmética en Granada donde el cliente fabrica sus propios productos

Uno de los alumnos del curso maneja una pipeta en Ab7

Uno de los alumnos del curso maneja una pipeta en Ab7 / Antonio L. Juárez / Photographerssports

Pocas veces el cliente de cualquier negocio tiene la posibilidad de participar y crear su propio producto. En un campo tan amplio, y a la vez tan restringido por sus especificaciones técnicas como es la cosmética natural, aún menos. Esta es la posibilidad que desde hace pocas semanas ofrece el laboratorio granadino Ab7, situado en el Parque del Genil de la capital, que ha lanzado una serie de cursos para clientes y público en general en los cuales pueden crear y fabricar su propia mascarilla o crema para la piel adaptada a sus necesidades personales. Una iniciativa pionera en la ciudad y en Andalucía, que Granada Hoy ha vivido en sus propia piel. Nunca mejor dicho.

"Ab7 nace como un proyecto en el que el producto se adapta a las necesidades únicas de la piel de cada persona" comenta Alicia Huertas, licenciada en Farmacia y directora técnica en Ab7 Cosmética. Se trata del primer laboratorio de cosmética de toda la comunidad dedicado a la creación y producción de productos faciales y corporales desarrollados en función de las características personales del cutis de cada cliente. La piel de cada persona es única y por ello es importante el recuerdo de la existencia de cada una de ellas: grasas, atópicas, secas y mixtas, entre otras, para así generar la satisfacción efectiva del consumidor al adquirir el producto, explican desde la empresa.

Alicia Huertas informa sobre las propiedades de los activos a los alumnos Alicia Huertas informa sobre las propiedades de los activos a los alumnos

Alicia Huertas informa sobre las propiedades de los activos a los alumnos / G. H. (Granada)

El punto de partida de esta iniciativa es "la dedicación total al cliente". El equipo Ab7 ofrece a la persona interesada la oportunidad de fabricar personalmente sus propias cremas, mascarillas y otros productos a través de diversas recomendaciones profesionales en el mismo laboratorio. El pasado 19 de enero comenzaron estas 'clases particulares' donde diez personas participaron en un primer taller donde pudieron fabricar un sérum personalizado.

Esta mascarilla pone su base sobre una solución de ácido hialurónico, una sustancia natural del organismo humano que se va perdiendo a medida que se envejece, lo que provoca una pérdida de dureza en la piel y como consecuencia arrugas, explica Huertas durante una charla previa antes de entrar al laboratorio. Este ácido se mide para posteriormente enriquecerse de diferentes activos que se aplican mediante gotas sobre el ácido teniendo en cuenta el estudio previo realizado. Esta mezcla se removerá cuidadosamente para evitar la entrada de aire en la misma y la pérdida de propiedades de los activos.

Los alumnos fabrican su propia mascarilla Los alumnos fabrican su propia mascarilla

Los alumnos fabrican su propia mascarilla / Antonio L. Juárez / Photographerssports (Granada)

                          

Tratamiento de los activos en la mezcla Tratamiento de los activos en la mezcla

Tratamiento de los activos en la mezcla / Antonio L. Juárez / Photographerssports (Granada)

"Si nuestra piel está hidratada se disimulan las arrugas, mejora la elasticidad y a nivel interno se estimule la proporción de colágeno, previene las manchas de la edad, una piel bien hidratada va a ser una piel menos sensible a mancharse", instruye la licenciada en Farmacia. 

El ginseng y su poder revitalizante, el extracto de pepino como calmante para pieles sensibles, la caléndula para unificar el tono, la hidroxietilcelulosa y su efecto flash o la vitamina C y su función hidratante, son algunas de las muchas funciones de los activos que el estudio utiliza para la creación de la mascarilla personalizada. Además, los participantes tienen la opción de añadir mica para aportar luminosidad y perfumar la mezcla en función de sus gustos.

El resultado final es un suero personalizado que se impregna en la piel con el uso de una espátula que dejará una piel reafirmada y luminosa, añade Huertas mientras los alumnos siguen sus instrucciones para elaborar la mascarilla. Así el proceso sigue con el uso de mascarillas de papel "para la correcta penetración del producto". Estas son efectivas debido a su contenido en celulosa, que provoca que al ponerlo sobre la piel se fomentan la absorción de los activos, se enseña durante el curso. Las propiedades de forma genérica son: mejoran la piel, la hidratación, y preparan la piel para la aplicación de otros productos que generan un buen aporte vitamínico. 

Todo el curso se desarrolla en un laboratorio protegido sanitariamente, con filtros y salas separadas de forma específica, en la que se forma una descontaminación del aire para que el producto posteriormente pase a través de una ventanilla a la sala de empaquetado para evitar así su contaminación. El resultado final, tras todo este proceso, es una mascarilla fabricada por cada persona del curso que se lleva a su casa lista para ser usada.

Los alumnos disfrutan de la experiencia y aprenden a crear su propia mascarilla Los alumnos disfrutan de la experiencia y aprenden a crear su propia mascarilla

Los alumnos disfrutan de la experiencia y aprenden a crear su propia mascarilla / Antonio L. Juárez / Photographerssports (Granada)

"Muchos comentan que les gustaría aprender y es por ello que tenemos pensados más talleres de personalización de productos faciales, corporales, capilares e incluso de pestañas para enseñar todo lo que hacemos", comenta finalmente Alicia Huertas.

Una larga trayectoria

La empresa, que nació en 2010 por la fundadora Ángela Batllés, licenciada en farmacia y máster en dermocosmética cumple con las necesidades de unos consumidores que piden "llegar a las fórmulas de los productos que se les venden", explica Huertas.  "A mi piel no le hacía falta solo usar productos con colágeno, sino usar el colágeno que mi piel necesita, buscaba una crema exclusiva para mi", comenta en un vídeo explicativo previo al curso una cliente tras probar la marca.

Esta crea una fórmula de fabricación de cosméticos mediante un análisis personalizado de la piel en la que la medida de los principales activos provocan que el producto cumpla la función para la que es elaborado. "Para poder formar una crema necesito saber como es la piel de ese cliente", comentaba la directora técnica en cosméticos de Ab7.

Además, el laboratorio ofrece clases, charlas, pruebas y otro tipo de eventos. Esto ha sido promovido a través de campañas en diversos medios de comunicación y acciones en las que influencers conocidas, como la fallecida periodista Mila Ximénez fabricó su marca Kisé a través de Ab7. También elaborado productos para programas televisivos como Saber Vivir de Televisión Española, o la participación eventos blogger como un realizado en La Reina Kitchen Bar o incluso contribuciones con empresas de masajes exportadas a Japón. Son frecuentes también las visitas escolares o de cursos formativos de las que salen alumnos para realizar prácticas profesionales. "Al ser un sector muy poco conocido pero muy atrayente cuenta con muchas salidas", relata Alicia Huertas. 

"No solo estás vendiendo una crema, sino que estas contando toda la historia que hay detrás de la misma y el porqué de sus activos en el funcionamiento de la piel y un seguimiento personalizado". En resumen, cuidar como se merece la primera barrera defensiva del cuerpo humano y, además, mostrarla bella. Ahora, incluso con productos elaborados por cada persona.

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