Los Agustinos inspiran un 'escape room'

La decisión del Gobierno de permitir hacer deporte al aire libre el pasado 2 de mayo brindó a muchos la esperanza de salir de casa después de casi cincuenta días confinados. Pero a Andrea de Prado le sirvió como punto de partida para El reto final, el escape room que diseñó inspirado en las instalaciones del colegio de los Agustinos, donde trabaja como entrenadora de un equipo femenino de baloncesto de cadetes.

Precisamente el juego surgió como una de las actividades que, durante los días duros de la cuarentena, ella y sus "niñas" hacían para mantener el contacto. En una reunión, una de las alumnas propuso hacer un escape room de los muchos que ya se encuentran on line. Fue en ese momento cuando De Prado, que se declara gran fan de este tipo de desafíos, pensó que era mejor hacer uno propio, que destilase ADN Agustinos.

La historia es bastante simple: "Tras muchos días de confinamiento, por fin puedes ir a echar unos tiros a las canastas de al lado de tu casa", sin embargo no logras encontrar tu equipación. Después de buscarla por todas partes, piensas que quizá las dejaste en el colegio el último día de clase. A partir de aquí, tu misión es entrar en las instalaciones de los Agustinos para recuperar tus cosas.

El juego presenta algunas peculiaridades, puesto que más que 'escapar', el objetivo final es 'entrar' en una habitación. Sin embargo, la mecánica es la misma: cada puerta tiene un código que es necesario resolver para poder abrirla y pasar a la siguiente.

El diseño de estos acertijos, así como la historia, es obra de De Prado, que ha puesto en ellos parte de su experiencia en otros escape room, a la que ha añadido las distintas ideas que se le han ido ocurriendo “a medida que iba desarrollando el juego".

Un proceso, el de diseñar el juego, que llevó a la entrenadora casi una semana de trabajo. La granadina explica que sus conocimientos de programación son nulos, por lo que optó por utilizar un software para hacer presentaciones online, camuflándolo un poco para dar la sensación de un juego. Así "cuando pinchas con el ratón en la pantalla, lo que haces realmente es pasar de diapositiva en la presentación", explica De Prado.

En cuanto a la dificultad, la granadina cuenta que ha diseñado las pruebas pensando "en todas las edades" y para todos los públicos. Por ese motivo, considera que el escape, aunque fue ideado pensando en el equipo de baloncesto de los Agustinos, “lo puede hacer cualquiera”, de hecho vería con buenos ojos que cada vez más público accediese a él.

Preguntada por la relación entre escape room y el confinamiento, De Prado responde que, al igual que gran parte del tejido industrial, se va a ver afectado por la crisis sanitaria, aunque mantiene el optimismo y considera en que el auge que están teniendo las versiones online muestran la alta demanda de este tipo de ocio; además confía en que durante la cuarentena hayan surgido nuevos clientes que, una vez impere la nueva normalidad, deseen probar la experiencia de forma personal.