Botas de montaña, anorak, forro polar y camisetas térmicas. A simple vista puede parecer la lista de "imprescindibles" de una maleta hacia un destino frío y nuboso. Pero, ¿qué les parece si les dijera que estas prendas forman parte del equipaje necesario para viajar a Tenerife? Desde el boom turístico de las Islas Canarias siempre se ha asociado al archipiélago con el sol y la playa. Hubo hoteles que, incluso, llegaron a promocionar sus servicios asegurando que, si durante la estancia del viajero no salía el sol, le devolvían el dinero. Sin embargo, una visita de cuatro días a la isla teniendo como punto de partida el Aeropuerto Granada-Jaén Federico García Lorca puede variar la opinión que se tiene sobre Tenerife. Además de disfrutar del mar, de los baños y los ratos de descanso en playas de arena volcánica, la isla ofrece un sinfín de actividades que van desde la visita a pequeñas localidades de gran belleza como Garachico, ciudades históricas como La Laguna o parajes naturales que van más allá del pico del Teide con espacios como el Parque Rural de Arana.

Multitud de actividades para todos los gustos que, además, se pueden acompañar de planes gastronómicos de ensueño para disfrutar de platos típicos como la vieja (un tipo de pescado típico de la zona) con papas arrugadas con mojo, la ropa vieja, el potaje, o el gofio que se pueden acompañar con algunos de los excelentes vinos que brinda esta tierra que cuenta con hasta cinco denominaciones de origen. De postre, por supuesto, los restaurantes ofrecen de todo pero... ¡no se puede salir de la isla sin probar un plátano de Canarias!

Desde diciembre los granadinos lo tienen más fácil para emprender este apasionante viaje. Fue en ese mes cuando Vueling estableció la conexión Granada-Tenerife que permite coger un avión en la ciudad de la Alhambra para desembarcar en la isla . Desde ese mes hasta abril el trayecto ha movido a 7.199 pasajeros que hablan del éxito de la conexión aplaudida tanto por trabajadores que residen en Granada o Tenerife como de los turistas que se desplazan para disfrutar en un destino que ofrece multitud de propuestas.

Puerto Colón, zona sur de la isla, parque nacional del Teide

La primera jornada en la isla nos lleva hasta el hotel Hard Rock Tenerife (Adeje). Nada más cruzar la puerta de la recepción de este alojamiento cinco estrellas sorprende la música. En el hall, una artista canta en directo para el deleite de los huéspedes sentados en pequeñas mesas que rodean el escenario. Desde este punto, el viaje recorre distintos enclaves de gran relevancia como Puerto Colón donde multitud de embarcaciones realizan excursiones marinas para avistar cetáceos. Lo más importante es elegir embarcaciones reguladas para garantizar el respeto de los animales a los que estos barcos se aproximan silenciosamente. El Catamarán One you es uno de ellos. Después de adentrarse en las profundidades del Atlántico, el capitán da el aviso: una familia de cetáceos es perfectamente visible. También se ofertan deportes acuáticos.

Tiempo después se puede disfrutar de un bonito paseo por esta zona, una de las más turísticas de la isla que situada al sur, ofrece una gran variedad gastronómica. Lo mejor, en estos casos, es adentrarse en restaurantes como La Masía del Mar que oferta los platos más tradicionales de la isla.

La magia de Tenerife es que, al igual que ocurre en Granada, del mar se puede pasar en pocos minutos a la montaña. Así, tras un trayecto en coche el viaje continua por el Parque Nacional del Teide. Aquí es posible realizar bellísimas rutas de senderismo con guías expertos por este paraje de gran belleza como el sendero que rodea las dos enormes calderas separadas por los Roques de García. Pero también otras actividades como observación de estrellas en un cielo único. Para los amantes de la naturaleza es posible alojarse a gran altitud. En medio de este lugar de ensueño se ubica el Parador de las Cañadas del Teide que permite dormir a 2.152 metros sobre el nivel del mar. Cada año Para quienes deseen profundizar en los senderos de estos parajes tienen la oportunidad de hacerlo en el Tenerife Walking Festival. Un evento que en 2019 se celebrará del 21 al 25 de mayo y que promete diversión en plena naturaleza.

Teleférico del Teide, mirador de Garachico

Lo mejor del Teide es la existencia de un telecabina que permite subir hasta los 3.555 metros. Conviene recordar que para acceder, al igual que ocurre en Granada con la Alhambra, lo mejor es comprar las entradas con antelación. Una vez arriba se pueden contemplar las hermosas vistas que ofrece el mirador marcadas por el característico mar de nubes. Los más atrevidos pueden subir hasta la cima. Pero, ¡ojo! para ello hay que reservar con antelación en reservasparquesnacionales.es. pues el control del aforo es fundamental para la conservación de este parque nacional, el más visitado de España y Europa y que recibe en torno a 3 millones de turistas al año.

El pico del Teide, el más alto de España, se eleva hasta los 3.718 metros: hace frío por lo que, además de llevar la ropa deportiva adecuada es recomendable protegerse y utilizar calzado de senderismo. Para conocer más sobre este volcán, actualmente dormido pese a las falsas alarmas de erupción inminente promovidas por los medios de comunicación ingleses, se puede visitar el Centro de Visitantes El Portillo que cuenta con un pequeño museo y muestra aspectos geológicos, botánicos, zoológicos y arqueológicos más relevantes del parque.

Parque rural de Anaga

Aunque Tenerife se relaciona directamente con el Teide, hay otros encantos naturales. Es el caso del Parque Rural de Anaga. Declarado Reserva Natural de la Biosfera sorprende por los intrincados bosques que cuentan con más de 120 endemismos. También se puede visitar alguno de los 26 núcleos de población de la zona donde todavía residen unas 2.000 personas pese a la complejas orografía. Al igual que ocurre en el Teide, aquí se puede visitar el Centro de Visitantes de la Cruz del Carmen.

La Laguna, Puerto de la Cruz, Santa Cruz, pirámides de Guimar

Para quienes prefieran una visita más urbana, San Cristóbal de la Laguna puede ser una gran opción. Esta ciudad, llena de vida gracias a la presencia de jóvenes universitarios, cuenta con numerosas iglesias, casonas históricas y edificios que la han hecho ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. También aquí supone una auténtica oportunidad para comprar productos típicos de la zona el Mercado Municipal. Un espacio lleno de vida donde las papas arrugadas, los pescados salados, los mojos o los mejores vinos abundan.

El viaje también se adentra en ciudades como Puerto de la Cruz. Para quienes prefieren otro tipo de alojamiento también pueden optar por apartamentos como Tiaga Suites, un auténtico vergel, con habitaciones de vistas marinas y trato excelente. También es recomendable la visita a Santa Cruz, capital de la isla y epicentro del Carnaval. Merece la pena detenerse aquí en el restaurante La Hierbita para probar los platos más tradicionales en un ambiente 100% tinerfeño. Uno de los mayores reclamos a pocos kilómetros es la Playa de las Teresitas. Situada en el pueblo de San Andrés, esta playa de arena dorada destaca por estar poblada por multitud de palmeras y un oleaje suave gracias a la construcción de unos diques. Para finalizar, este viaje realiza una visita a las Pirámides de Güímar que permiten conocer un conjunto de construcciones escalonadas en un espacio que recorre también la vida del investigador noruego Thor Heyerdahl. Una excursión para poner punto y final a una escapada express de ensueño.