La implementación del sistema de etiquetas ambientales en los vehículos permitirán a estos poder acceder a las denominadas zonas de baja emisión. En Granada los dos núcleos que entran dentro de estas zonas son la capital y Motril.

Esta etiqueta hará que muchos de los coches actualmente en circulación no puedan acceder a estas zonas, haciendo que muchos ciudadanos tengan que optar por una alternativa, ya sea cambiando el vehículo o usando el transporte público.

Pero existe una alternativa que puede hacer que el coche antiguo pueda optar a conseguir ese identificativo necesario para poder entrar. Y lo mejor de todo es que es una opción relativamente barata.

Se trata del GLP, siglas de Gas Licuado de Petróleo. Como el nombre indica es una variante de combustible per en forma de gas. Su composición es mayormente de butano y propano. Esta mezcla procede en un 30% del proceso de refinado del petróleo y en un 70% de los yacimientos de gas natural o petrolífero. Ocupa un menor espacio que la propia gasolina y es más fácil de transportar y distribuir.

La instalación necesaria ubica un depósito en el maletero, una canalización que transporte el gas hasta el motor y una centralita para controlar el flujo del propio combustible. Tras esta instalación el vehículo podrá funcionar tanto con gasolina como con este compuesto.

El costo suele rondar entre los 1.300 y los 1.500 euros, lo que lo hace una opción mucho más barata que comprar un coche que tenga la posibilidad de optar a tener la etiqueta ECO. La única condición para poder conseguir la etiqueta ECO tras esta instalación es que esté fabricado dentro de la normativa Euro 4, Euro 5 o Euro 6. Si es anterior, como el Euro 3, la instalación se puede realizar pero no obtendrá la etiqueta ECO.

Este proceso tendrá que hacerse en un centro especializado y autorizado, en el que instalarán el kit con los diferentes componentes necesarios. Otro aspecto a tener en cuenta es que se tendrá que buscar aquellas gasolineras que tengan un surtidor con este compuesto.