El de las artes y los espectáculos son dos de los sectores que más problemas han tenido que enfrentar desde que se inició la pandemia. Una traba que para el grupo de baile ‘Blue Bubble’ de la Escuela de Danza Urbana Heartbreaker de Motril no ha supuesto ningún problema en su camino para proclamarse Campeonas de España en esta modalidad de baile.

Un grupo de diez jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y los 21 años que han mantenido la ilusión durante todo un año para conseguir un logro que puede ser único en la provincia tras conseguir ganar las fases provinciales, autonómicas, y por último la nacional en Tarragona, en un concurso donde se dieron cita una treintena de equipos de distintos puntos de España.

Todo un logro para este grupo de baile que lleva tan solo un año compitiendo y que ha logrado como valor añadido su clasificación para el europeo en septiembre de 2022, que previsiblemente se desarrolle en París.

Una sensación “indescriptible”, según Verónica, una de las integrantes del grupo, que explicó que era algo que no se esperaban, ya que cuando compiten solo piensan en “darlo todo y disfrutar al máximo de la experiencia”, por lo que cuando se convirtieron en Campeonas de España “no nos lo podíamos creer”.

Pero estas “rompecorazones” siguen con los pies en el suelo pensando en su próxima competición regional para dar lo mejor de sí mismos y empezar a plantear la próxima temporada.

En esta escuela, los alumnos se forman en diferentes estilos dentro de las danzas urbanas como Hip Hop, popping, locking, dancehall, reggaetton, wacking & Vogue, jazz funk, afro, break dance y acrobacias.

Laura Rodríguez, coreógrafa, directora y otra de las integrantes, explicó que la idea surgió tras hablar con algunos alumnos de la academia que le mostraban su interés por la competición, por lo que decidieron hacer un cásting para formar el grupo de baile.

Rodríguez intenta transmitir su amor por el baile a los algo más de 80 alumnos que hay en esta escuela de baile urbano que formó hace unos años tras darse cuenta de que no existía un centro especializado en este estilo musical en Motril.

“Siempre me ha gustado bailar, empecé con amigos bailando donde se podía, un parque, en la calle, cualquier sitio era bueno para practicar lo que más me gusta hacer, bailar”, apunta Laura Rodríguez tras explicar que antes de tener la escuela "ensayábamos en una cochera, gimnasios, bajos que alquilabamos”, “cualquier lugar era bueno”.

Un grupo que dice no tener límite, "vamos paso a paso" y lo que venga después "será bien recibido".