Motril y la caña de azúcar han ido ligados a lo largo de los años al contribuir este oro líquido durante siglos al impulso y desarrollo de la economía de la comarca granadina. Oficialmente, la última molienda de caña se realizó en el municipio en abril de 2006, aunque algunos agricultores de la zona se niegan a eliminar del todo esta plantación y han dedicado parte de su superficie de cultivo para mantener viva una tradición que sirvió de sustento para muchas familias motrileñas.

Por ello, ayer se rindió homenaje a una de sus tradiciones más arraigadas, con la inauguración en la plaza de San Sebastián de una escultura dedicada a los acarreadores de caña, obra del escultor granadino Francisco Javier Galán.

"Llevamos años pidiendo una escultura de este tipo porque los motrileños quieren que se recuerde nuestro pasado con la caña de azúcar, que fue durante siglos nuestro sostén económico y la que convirtió a Motril en capital de Comarca", comentó la alcaldesa de Motril, Flor Almón, que recordaba cómo, cuando era una niña, veía a los arrieros subir por la calle Camino de las Cañas. "Es historia de Motril y tenemos la obligación de crear reconocimientos de este tipo".

Por su parte, el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo, Antonio Escámez, remarcó haber cumplido con el objetivo que tenían marcado de rendir, de alguna manera especial, un homenaje a la agricultura y a los agricultores de la zona, y puntualizó que "esta escultura representa unos valores de nuestra ciudad que no queremos que se olviden".

La estatua denominada Acarreto Camino de Las Cañas da entrada a la calle Camino de Las Cañas para dar un sentido homenaje a los miles de familias motrileñas con vinculación directa o indirecta con la caña de azúcar, y especialmente a los trabajadores que durante años mantuvieron la industria azucarera, pilar fundamental de la economía y la cultura motrileña.