Educación

50 años de convivencia y esperanza: Regina Mundi

  • Había mucha gente en la celebración de este viernes, nada en comparación con las vidas que en medio siglo habrán podido formarse en aquellas aulas

Foto de familia en el acto de celebración de los 50 años del Regina Mundi.

Foto de familia en el acto de celebración de los 50 años del Regina Mundi. / G. H.

Siete de la tarde. Un patio que ya no es de chinorro, que ya no raspa como antes lo hacía. Todo ha crecido: los patios, los campos de deporte… Nosotros, los casi mil que estuvimos, también hemos crecido. Unos acompañan, se sientan a nuestro lado. Otros, nos siguen en el alma, en el recuerdo a flor de piel que sin duda provoca el acto. Tuve tiempo, como todos, para acompañar a mi padre y a mi madre. Como me recordó Mariló, la esposa de César Díaz, de sentir a nuestros padres que aún hoy procuran que sigamos unidos en aquel patio.

Había muchos. Mil. Nada en comparación con las vidas que en cincuenta años habrán podido formarse en aquellas aulas que, por encima de conocimientos, nos enseñaron y enseñan a ser hombres y mujeres con ideales, con metas en nuestras vidas, con sentimientos. Y con caridad cristiana.

El primero yo. Un chiquillo que cruzando los campos de la huerta de San Vicente llegaba hace cincuenta años a aquel colegio, cartera en mano, para estudiar nada menos que Párvulos (en aquel entonces podíamos hacerlo). Cuando el sol de la tarde nos invitaba a echar una cabezada en el pupitre, casi arrullados por Sor Carmen, Sor Isabel, Sor Dolores... Cuando conocí a una directora que desde aquel entonces siempre formó parte de mi vida, y ahora lo sigue siendo de mi alma, de mi forma de entender la vida, de mi manera de querer y educar a mis hijos en la justicia y en la perseverancia.

Imagen del Regina Mundi Imagen del Regina Mundi

Imagen del Regina Mundi / G. H.

Cincuenta años de Regina Mundi. Cómo pasa el tiempo. Papás, mamás, abuelos, antiguos alumnos… estábamos todos. Felicitaciones a una organización que con la mejor de las voluntades y dedicación nos hizo pasar una deliciosa tarde. Acompañó Sor Carmen Polo, Antonio, delegado de Educación de la Junta, César, teniente alcalde del Ayuntamiento… perdonen si he olvidado alguno. A las siete de la tarde comenzó con una Eucaristía en la que nos deleitó un magnifico coro donde alumnos, pequeños, medianos y mayores, reforzados con profes entre los que vi a Juanma, Yolanda, María José, Abel, Juanfran… precioso y emotivo. Como lo fueron las palabras con las que, emocionante acción de gracias, nos conmovió la canaria tonalidad de Sor Puri. Ilusión y esperanza.

Cayó la noche y llegó la sorpresa. Sor Victoria y Sor Angela, precioso el vídeo, nos enseñaron la historia del Colegio, lo que ellas habían vivido, lo que todos habíamos disfrutado. Me gustaría no olvidar ningún discurso: Sor Carmen, Antonio, César… y Rosario, en nombre de los profesores, que tuvo momentos entrañables para recordar al padre Amable, a Carmen Pérez, a cuantos formaron y forman parte de la comunidad educativa.

Cerro el acto Sor Inma, directora del Colegio e impulsora y artífice de los actos de este cincuentenario. Conmemoró la creación del centro, los motivos para su personal alegría, sus recuerdos, el crecimiento que en cincuenta años ha experimentado la comunidad, su satisfacción y orgullo por lo que hay y por lo que sin duda vendrá. Y todo, ha de ser bueno.

Uno de los momentos del acto realizado este pasado viernes. Uno de los momentos del acto realizado este pasado viernes.

Uno de los momentos del acto realizado este pasado viernes. / G. H.

Siguió un pequeño refrigerio, una excusa para convivir, para recordar los días intensamente vividos en estas paredes, los uniformes, las excursiones, las milagrosas…. La vida, que se hace y construye así. Pero sobre todo, para compartir esperanza, algo que Ana Marín y su nieta Ana nos emocionaron antes de que cerrara el acto con una canción el afinadísimo coro del colegio.

Y en el aire, en el alma, en la profundidad de nuestras oraciones, en aquel viernes 27 de septiembre de 2019, en el reflejo de todos y cada uno de nuestros recuerdos, sólo una persona: Sor Teresa.

Estuvimos todos: Los que fuimos, y los que nos acompañaron. Para agradecer lo mucho, bueno y bien, que vosotros, profesores y comunidad educativa, hicisteis, hacéis, y seguiréis haciendo por nuestros hijos.

Regina Mundi cumple cincuenta años. Pepe y Ana, profesores, jefes de estudios del colegio, reconvertidos en perfectos conductores del acto, no se cansaron de recordarlo. Hasta que Pepe nos dijo adiós. El viernes, Regina Mundi cumplió cincuenta años. Ahora procuraré que mis hijos sigan acompañando a los suyos cuando transcurran otros cincuenta. Felicidades.

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