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Tradiciones granadinas en Inditex: conoce la línea de Zara Home inspirada en la cerámica de Fajaluza

Tradiciones granadinas en Inditex: conoce la línea de Zara Home inspirada en la cerámica de Fajaluza

Tradiciones granadinas en Inditex: conoce la línea de Zara Home inspirada en la cerámica de Fajaluza / Zara Home

Granada, la Alhambra y la tradición vuelven a servir de inspiración para marcas y diseñadores. Así la tienda de decoración Zara Home, perteneciente al grupo Inditex y dedicada a la línea de hogar, ha lanzado una colección que recupera las cerámicas tradicionales de Fajalauza, que tienen su origen en la ciudad en la evolución que sufrieron hace siglos las piezas fabricadas en el entorno de la Alhambra y el Realejo.

Según ha informado esta firma a través de su página web y sus redes sociales, las piezas que ya ha puesto a la venta -entre ellas un bote, una caja, un vaso, una bandeja y una jabonera- son fruto de la colaboración entre el saber hacer centenario y la innovación, respetando la técnica histórica granadina.

La compañía, presente en numerosos países de todo el mundo, ha explicado que la elaboración de esta cerámica sigue siendo familiar y que se han mantenido los mismos procesos, aunque "refrescando y reinterpretando los diseños".

"No hay dos piezas iguales y ahí radica su belleza y singularidad", ha indicado Zara Home, que ha recordado que la cerámica de Fajalauza llegó a Europa a través de Al Ándalus, entre los siglos XI y XII y que con el paso del tiempo los motivos geométricos originales se transformaron en ramas, flores y aves.

Sus piezas han formado parte de los ajuares domésticos de todas las casas del reino de Granada, donde no eran decorativas ni sofisticadas, sino funcionales, para el día a día, sencillas, populares y alegres.

Se trata, ha añadido, de una artesanía que apenas ha cambiado en todo este tiempo y una de las pocas tradiciones de cerámica del final del medievo que quedan vivas.

De una fábrica tricentenaria, el antiguo taller del alfarero granadino Cecilio Morales donde se sigue trabajando como hace siglos, han salido unas 2.200 piezas, todas únicas y sujetas al azar de la impronta manual.

Primero se moldea la pieza en barro, se seca y se cuece en horno bizcochado, luego se baña en la cubierta blanca, que da brillo y aísla, se firma, se pinta a mano y, por último, se vuelve a cocer.

Para la colección se han rescatado margaritas y flores de los archivos históricos, mientras que la paleta cromática es la de siempre, con azul del cobalto, verde del cobre y un blanco lechoso de fondo

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