El sabor de una tasca antigua es inconfundible. Una de esas que desprenden olor a historias e invitan a contarlas entre copa y copa de vino. Un lugar tan familiar que el hombre que habita el espacio tras la barra suele adivinar si hoy apetece Ribera o Rioja, o si el día ha sido granítico quizás una copa de Toro...al gusto de cada cual.

Tabernas, bares y tascas que respondan a esta definición tan nostálgica hay bastantes en esta ciudad, pero que en la ecuación combinen la especialidad en vinos, setas, platos y conservas gourmet solo hay uno y se ubica en la calle San Miguel Alta número 35, tras Obispo Hurtado.

Después de un lavado de cara bastante favorecedor, sus socios, Alfredo Fernández y Mario Hernández abrieron las puertas de la taberna Catavinos el pasado mes de abril con la determinación de que se les conociera sobre todo por su especialización en setas y vinos.

En sus paredes reinan unas pizarras que enumeran los tipos de caldos, las conservas gourmet y los platos para compartir. Y como no podía ser de otra manera, en el Catavinos también ofrecen tapas, entre las que destacan las setas, la tortillas de camarones, los boquerones fritos y la ensalada de gambas.

En cuanto a una de las partes fundamentales de este lugar, los vinos -que pueden tomarse en chatos, copas o botellas enteras-, destacan en la carta de tintos el Trus; Martín Berdugo; Luis Cañas; Petit Pittacum; Angelitos Negros; La Planta; Juan Gil; Glarima; El tío del Carro; Chinchilla 6+6 o Sansara Priorat.

Paco y Lola, Verdejo Silga, Brut Nature o Pedro Ximénez son algunos de los blancos y olorosos que ofrece la taberna el Catavinos.

Y para comer, las sugerencias del lugar son: ortigas de mar, boquerones, puntillitas, almejas, quisquillas, chopitos, entrecot de buey y secreto ibérico.

Otro de los puntos fuertes de este peculiar bar es su amplia colección de conservas y platos fríos de altísima calidad: las anchoas Filipo; la navaja José Peña; la tostas de sardina ahumada con pimientos; el mousse de pato con membrillo; el hígado de bacalao; el paté de perdiz o el de jabalí con setas; la codorniz rellena de foie; la ensalada de pimientos con alcachofas y anchoas; el estofado de setas; la torta del casar, la ensalada de setas con perdiz en escabeche o el queso al romero. Todas estas delicias, si se fijan, maridan a la perfección con una copa de vino.

3 Taberna Catavinos. Calle San Miguel Alta, 35. Abierto de 13 a 17 horas y de 20 a 00 horas. Cerrado los domingos por la tarde y lunes.