Vivir en Granada

50 años con el objetivo de ‘jugar’ la Champions de las chuches

  • Almacenes Barragán Espinar, de distribución de golosinas y frutos secos, trabaja en conseguir el certificado ISF para competir con los gigantes del sector

La familia Barragán Espinar al completo, con los dos fundadores en el centro de la imagen

La familia Barragán Espinar al completo, con los dos fundadores en el centro de la imagen / G. H.

No es fácil cumplir 50 años y hacerlo en plena forma. Así podría resumirse el estado actual de Almacenes Barragán Espinar SL, distribuidora granadina de frutos secos y golosinas con un surtido de 3.000 productos y más de 2.000 clientes en todo el mundo. Acaba de conmemorar medio siglo de existencia y hace poco más de una semana lo festejó por todo lo alto con una gala celebrada en el Palacio de Congresos. En una empresa granadina es difícil encontrar un caso así.

Juan Carlos Barragán Espinar, dueño de la empresa, recogió el testigo familiar para encabezar una compañía que, apenas diez años después de su fundación, se tuvo que reinventar para sobrevivir. La empresa valenciana que les suministraba el producto quebró y decidieron crear los conocidos Tostaderos Sol de Alba, la spin off de los almacenes que también preside Barragán, cuyo producto estrella todos conocen en Granada, y más aún desde que crearon las Pipas Granaínas. Desde aquel momento crítico a finales de los 70, la innovación y la valentía para crecer han sido el día a día que les ha llevado a una posición preponderante en el sector.

"No son tantas las empresas que llegamos a esta edad, y lo cumplimos muy contentos por lo vivido", afirma Juan Carlos Barragán Espinar, cuyos padres, orgullosos fundadores, fueron el centro de atención de la fiesta del 50 cumpleaños.

Para conseguirlo se han de "hacer las cosas con sentido común, mucho trabajo, esfuerzo, respeto al equipo humano que tenemos, más de cien trabajadores, y dar buen servicio a nuestros clientes", añade.

La compañía celebra durante este mes medio siglo desde su fundación

Barragán Espinar ha avanzado desde la pequeña furgoneta en la que su padre, José, repartía el producto, hasta ser pioneros en e-commerce y crear la web Chuches Online, que además hace dos años se expandió con otra para el mercado portugués. "Ahora los planes son conseguir la certificación ISF, que se centra en seguridad alimentaria y que es obligatorio si quieres jugar en Champions, si quieres sentarte con cualquier gran distribuidor del mundo", expone Juan Carlos Barragán.

Todo ello tratando de mantener el carácter familiar dentro de un mundo tremendamente profesional: "Es poner los instrumentos de gobierno para que la familia siga siendo familia y los domingos nos podamos comer un arroz en casa de la abuela pudiendo hablar de negocios, pero el lunes, cada uno a ocupar su puesto".

En casi toda Europa, el Magreb ("Marruecos es uno de nuestros mercado más importantes", afirma Juan Carlos Barragán), Turquía, Arabia Saudí, Sudamérica o Asia conocen los productos de Barragán Espinar. "En el año 2000 tomamos un camino de internacionalización que nos fue bien. El equipo ha ido creciendo y nuestra base de negocio está en el mercado internacional. Invertimos muchos recursos y recibimos a muchos clientes que se quedan encantados con la ciudad", cuenta el dueño de la empresa, a la que no pone techo: "Nuestros planes son crecer". Y cumplir años. Y llegar al centenario.

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